Dice el dicho “No hay peor ciego, que el que no quiere ver”. Sin duda alguna, esto es lo que sucede con ese porcentaje de la población, bautizados como “escuálidos”. A que viene esto, veamos:
Después de 11 años de gobierno, es obvio que el Presidente Chávez debe tener alguna gestión de gobierno para evaluarse. Los simpatizantes de este proceso, no aspiramos a que las innumerables obras de infraestructura construidas, ni las incontables misiones sociales puestas en marcha, ni los ambiciosos proyectos, siderúrgicos, petroleros y petroquímicos que se construyen, ni las instalaciones industriales y agroindustriales puestas en marcha, ni los desafiantes proyectos de alta tecnología puestas en órbita, ni los tendidos de kilómetros de tramos ferrocarrileros, sean admitidos, reconocidos ó creídos por este sector de la población enceguecida. Para ellos, si lo hizo Chávez, entonces eso no sirve ó no existe, aún cuando muchos, pero muchísimos de ellos “puesto que la revolución si los considera que existen” son beneficiarios de esta gestión de gobierno. Pero más que eso, muchísimos de ellos estando dentro de estas obras, empleados y contratados para la realización de las actividades derivadas de estos trabajos, continúan con el mismo discurso de que las obras no existen. Motivo por cierto, generador de situaciones irritantes entre compañeros y camaradas, que no tienen las mismas oportunidades y quedan por fuera a la hora de incorporar personal a estos proyectos.
Ahora bien señores escuálidos ustedes están en su derecho a opinar y decir lo que le venga en gana, pero ese derecho no puede darle pie a adoptar actitudes repugnantes, como la adoptada ante las intervenciones bancarias y financieras realizadas por el gobierno, que solo buscan defender los intereses y los ahorros de un considerable número de venezolanos, que de no haberse tratado con firmeza, pudo extenderse y afectar el resto de la economía del país. Es decir a todos los venezolanos. No tienen derecho a defender, simpatizar y solidarizarse con los responsables de esas instituciones financieras, bancarias, de seguros, casas de bolsa, etc, tales como Federal, Econoinvest, Banorte, Multinvest, Banvalor, Bancoro, etc, etc, verdaderos Gansters y planificadores de cuantiosas estafas e inimaginables operaciones de préstamos de dinero entre ellos mismos, para apropiarse del dinero que los depositantes les habían confiado para administrarlo. Pues no tienen derecho a ponerse al lado de estos mafiosos, por el solo hecho de ser Chávez quien los enfrenta.
Esta pasado fin de semana, el Presidente Chávez tomo una serie de acciones correctivas que favorecerán a un innumerable grupo de venezolanos de clase media. Estos venían siendo estafados, chantajeados y acosados para el pago de cuotas extraordinarias, no establecidas en los contratos originales de compra venta de inmuebles. Ahora bien, como vivimos en un mundo al revés, no habrá que hacer mucho esfuerzo para imaginarse de que lado se pondrán estos disociados, que en nombre y en defensa de la propiedad privada, pero de los poderosos y no de los mas débiles, aceptarán cualquier escusa trivial que le presenten los medios de comunicación y de esa manera estar tranquilos con su conciencia y ponerse finalmente al lado los especuladores, ladrones y estafadores. Solo espero que muchos de estos disociados que formen parte del grupo de venezolanos estafados, tengan la suficiente consistencia entre lo que dicen y lo que hacen, como para ir a Globovisión a denunciar que Chávez se está metiendo con lo suyo.
Ing. Metalúrgico
montes-r@hotmail.com