El salón del hotel estaba muy bien diseñado para la reunión del Club de la Gente Preocupada por el País. Una larga mesa estaba en el medio del local, y un poco más allá estaba el presidium donde se podía ir y tomar la palabra. Los mesoneros daban vueltas retocando los últimos detalles que se les habían escapado.
Y el primero en llegar fue Henry Ramos Allup, venía acompañado de Antonio Ledezma, pero él entró primero. Saludó al portero y luego fue a sentarse en la mesa donde vio que cada lugar tenía el nombre de la persona que ocuparía ese puesto, buscó su nombre por allí y cuando vio Dr. Henry Ramos Allup, tomó asiento y le dijo a Ledezma: "Mira, Antonio, tú estás aquí, a mi lado".
Después empezaron a entrar en cambote. Llegó Teodoro Petkoff acompañado por Pompeyo Márquez y fueron directo a la mesa. Petkoff encontró su nombre y se sentó, pero el nombre de Pompeyo Márquez no aparecía por ninguna parte y Teodoro le dijo: "No le pares bola, Pompeyo, siéntate aquí, a mi lado, que este puesto es de Marcel Granier y ese carajo no viene". Después apareció, solo, Miguel Enrique Otero, y fue hasta la mesa y vio que estaba al lado de Ramos Allup, se sentó allí y Ramos Allup, le dijo, "Menos mal que no te tocó al lado del viejito Petkoff, porque seguro que te llamaba bobolongo".
Pasó Omar Barboza. Y enrique Mendoza Y Ramón Guillermo Aveledo. Ismael García y Andrés Velásquez. María Corina Machado cuando entró y vio a tanto hombre dijo "Aquí el único que falta es mi amigo George Bush". Teodoro Petkoff celebró el chiste con una carcajada que retumbó en el salón del hotel. Siguieron entrando Leopoldo López y Julio Borges y Ricardo Sánchez quien, cuando se buscó en la mesa no encontró su nombre por ninguna parte y Ramos Allup le dijo: "Seguro que están esperando que te gradúes para darte un puesto en la mesa".
Los mesoneros corrían de un lado a otro sirviendo whisky y pasapalos. Uno de ellos dijo: "Aquí está la gente que quiere salvar a este país". Y el otro mesonero le contestó, "Sí, esto es una reunión de los superhéroes". Ambos sonrieron y otro mesonero se acercó y dijo: "Yo tengo tan mala suerte que tengo años sirviéndole whisky a Ramos Allup y él todavía ni siquiera sabe quién soy yo".
Entonces Ramón Guillermo Aveledo tomó la palabra y presentó a Teodoro Petkoff: "Eso sí, Teodoro, apúrate que no estamos en el Nuevo Circo". Y Petkoff dijo: "Compañeros, delincuentes todos, ajá, se asustaron, eso lo digo por joder. Ahora sí, compañeros, estamos aquí para crear la estrategia que nos permita salvar al país de esta dictadura que se nos viene encima. Y nosotros somos la gente más preocupada, la gente que da la cara por este pobre pueblo que ama, sufre y espera por nosotros. Y no hagamos esperar más a ese pueblo. Vamos juntos a salvarlo". Tomó asiento y vinieron los comentarios en la mesa. "Carajo, Teodoro, si no lo salvaste cuando fuiste ministro de Caldera lo quieres salvar ahora que no tienes poder" dijo Ramos Allup. Y entonces Antonio Ledezma dijo. "Yo estoy de acuerdo con Teodoro, no hagamos esperar a ese pueblo. Yo me propongo para salvarlo". Después de eso, los superhéroes, siguieron cayéndose a palos.
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