(ENSARTAOS.COM.VE) Cada día un balde de agua fría. Pero hay que callar, nadie sabe todavía en nombre de qué.
Este señor gobernador de Mérida, Marcos Díaz Orellana, puede hacer y decir las barbaridades que les venga en gana y no hay partido, no hay ente, no hay autoridad moral que le dé un soberano parao.
Por esta razón, Mérida se ha vuelto todo un territorio políticamente desmovilizado, desmotivado, descreído con la revolución. Por eso avanza voraz y maldita la ultra-derecha. Por esto mismo es admirable el horrible trabajo que ha venido haciendo este señor que provienen de COPEI, quien realmente nada positivo puede sentir ni hacer por el proyecto soberano que dirige el Comandante Chávez.
Ya no hay actividades en las Plazas Bolívar de nuestros pueblos andinos: aquellos encendidos actos de permanente movimiento social, de distribución de periódicos y libros populares, de debates, de marchas, de solidaridad con el proceso cada vez que la derecha muestra sus dientes y sus pelos; ya la Gobernación no tiene compromisos con las comunidades y éstas han quedado a la buena de Dios.
Y para completar este individuo voluble, vacuo y sin espíritu alguno para esta lucha, jamás saltará la talanquera. Seguirá allí, metiendo la pata por sécula seculorum hasta que tengamos el agua al cuello y sólo nos quede rezar y echar el último suspiro.
Y luego a llorar al valle eternamente.
Apenas comienza el año, el gobernador de Mérida muestra sus amores por María Corina Machado y dice estar dispuesto a reunirse con ella en la mismísima Gobernación del Estado.
Llama la atención que este Estado, con tantísimos problemas con los damnificados de las torrenciales lluvias, con los esclavos azotados por los latifundistas en la zona sur del Lago, con el terrible drama de la vivienda y de la misma inseguridad porque Mérida es uno de los territorios más azotados por el sicariato y el secuestro después del Zulia y Táchira; con tantas y penosas adversidades, digo, viene este señor y lo que hace al declarar por primera vez a la prensa en el año 2011, es decir que está dispuesto a recibir a la malinche en su despacho.
Esto ya es típico en él. Con gran parafernalia recibió al obispo supra-golpista de Baltazar Porras en su despacho, y declaró ante el racimo de micrófonos que lo rodeaban que él no era ningún juez para condenarlo. Entonces como el Presidente de Consejo Legislativo, Alexis Ramírez (hoy diputado a la AN), dijera que eso era una grandísima sinvergüenzura del señor gobernador, le tomó un odio sin control. El resto del PSUV casi sanciona a Alexis Ramírez por haber criticado por esa pervertida acción al Gobernador.
Porque el jalabolismo que cunde en este Estado es de padre y señor nuestro. Aquí en esas cúpulas no importa la moral revolucionaria sino el poder, el cargo, el jugoso negocio de las prebendas y sinecuras.
Pero así es él: vive de reuniones o encuentro furtivos con el rector fascista de la ULA Mario Bonucci, con el alcalde fascista Lester Rodríguez, con el rey de todos los copeyanos de la región, Jesús Rondón Nucete (el contrincante de Alexis Ramírez en las elecciones del 26-N), con el propio paraco César Pérez Vivas quien se vino a tierra con el helicóptero que él, Marcos Díaz Orellana, oronda y casi diariamente recorría las sierras merideñas, y pues con la guinda de las guindas: con el obispo protector de Nixon Moreno, Baltazar Porras.
En esas mismas declaraciones de ayer al diario “Frontera”, en un claro ataque al hoy diputado a la AN Alexis Ramírez, el único que con valor le ha puesto un parao a sus locuras y estupideces, el gobernador Marcos Díaz Orellana sostiene que le dará un irrestricto apoyo al nuevo Presidente del CLEM, el señor Miguel Reyes, añadiendo que ahora él sí va a hacer un trabajo coordinado con el CLEM.
Y finalmente, pues, para cerrar con broche de oro sus sartas de barbaridades, dice que a él le llamó poderosamente la atención que una visita que hizo la malinche María Corina Machado a Mérida, ésta pidiese conocerle. Qué raro. Estoy seguro que para que la malinche muestre ese interés debe ser por algo muy relacionado con sus capacidades para tener encuentros públicos o furtivos con la ultra-derecha. La Malinche nunca pedirá tener una reunión sino con los de su propia especie. La Malinche no pedirá buscar un encuentro con personajes como Earle Herrera, como Elías Jau, como Adán Chávez, Alexis Ramírez o Guido Oxhoa, porque sencillamente la mandarían para el carajo. ¿Qué podría venir a buscar esa mujer con un hombre declaradamente bolivariano y socialista? Algo muy raro indudablemente.
Pues bien, nuestro orondo gobernador entonces contestó: “y como dama que es, no tengo ningún problema en recibirla en las instalaciones oficiales de la Gobernación del Estado”.
Bueno, por Twitter se ha regado la cosa y todo el mundo se pregunta qué hará el PSUV de Mérida que deja pasar todas estas sin pronunciarse en nada.
Es muy triste, insistimos, cómo este gobernador ha conseguido desmovilizar totalmente el movimiento revolucionario en la región. La derecha es señora y dueña de todo el panorama político del Estado. Aquí es prácticamente imposible ganar en las próximas elecciones, y cuando ocurra esa catástrofe a este señor no lo encontraremos en ninguna parte para que pague por ese mayúsculo crimen contra todo nuestro pueblo.
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