“Concibe la mujer con suciedad y fetidez,
pare con tristeza y dolor, amamanta con
dificultad y trabajo, vive con ansiedad y
temor”
Papa Inocencio III
“la mujer es la primera obra del universo”
Lessing
Ω
Inicio con dos pensamientos sobre la mujer que reflejan, de una parte, la concepción que siempre la iglesia, medieval, atrasada i con la misoginia de un Papa irracional e inculto, posición universal que jamás cambiará el Vaticano hasta que desaparezca como algún día será; i por otro lado, la opinión de un laico, Gotthold Lessing, literato i pensador alemán, autor del Laooconte i de una obra sobre la educación del género humano, que consideraba a la mujer, la obra suprema de de dios o la naturaleza. I con esta premisa i la admiración i el amor que como en todos los hombre normales i seriamente pensantes, tengo hacia la mujer, me duele decirle a María Corina, después de ver su infortunado inicio en la Asamblea Nacional, lo mismo que le dije de frente a Jorge Olavarría en la Asamblea Nacional Constituyente, cuando habló disparates sobre el aborto i el inicio de la vida. Le dije: −“Quien habla de lo que no sabe, es un deshonesto intelectual.” Lamento, entonces, tener que decirle lo mismo a la diputada María Corina, la que viene con bríos acusatorios, sin pruebas, sin cifras i sin fundamentos a hablar de salud en Venezuela, repitiendo como un loro lo que le dijeron resentidos i fracasados profesionales, con cifras adulteradas sobre salud i educación (Mario Silva, dijo saber quiénes fueron i los nombró), precisamente los dos aspectos en los cuales Venezuela ha cambiado radical i positivamente, por encima de casi todos los países de América Latina, como lo expone i confirman entidades internacionales (ONU, UNESCO, CEPAL, etc.). Aunque incomoda citarse uno mismo, tengo que decirte –me permito tutearte− que soi un médico venezolano de la primera promoción de la Universidad del Zulia (1952) i he pasado la vida esperando un plan general de salud, que jamás se dio ni en la Dictadura de Pérez Jiménez, ni en los 40 años perdidos de la IV República; que esos años fueron un desastre que sufrí en carne propia (averigua en el Colegio de Médicos, quien por décadas ha sido el más rebelde de los médicos del Zulia, cuantas veces me llevaron injustamente al Tribunal Disciplinario, cuantas veces tuve que venir a pelear o luchar en la antigua Federación Médica Venezolana que ya ni existe), pero al mismo tiempo puedes averiguar que ejercí la profesión como un médico socialista igual que mi padre i mi hermano mayor, que la consideraban un apostolado i no para hacer dinero como es la meta de los envenenados de capitalismo. Si quieres saber de salud en Venezuela, mi vida es un texto de historia (de lo que he escrito mucho i como Luis Razetti en Caracas), hice de mi paso por la Universidad en Medicina i Filosofía, un templo a la moral i a la Ética Médica, creando la primera Cátedra en Venezuela, adelantándome en dos años a la decisión de la OMS i la FMV. Por eso tu intervención María Medea, −en otro artículo que quizá no hayas leído de un pobre médico de provincia− te comparé con Medea en la Mitología Grecolatina, porque estás empeñada en destacar pensando en una pre-candidatura a la presidencia de la República; pero estás rodeada de Perseos fanáticos i crueles como el héroe mitológico, i por lo menos uno de ellos te cortará la cabeza aunque todos piensan lo mismo. Lee eso en la mitología; culturízate, porque tengo muchas dudas sobre tu preparación intelectual. Hablaste tantas mentiras, que ni notastes las contradicciones que fueron varias i no expondré ahora para no hacer tan largo este escrito. Te refutaron de lo lindo, i aunque tratabas de mostrar compostura, estaba por dentro mui golpeada i eso me da lástima, porque eres una mujer que no debería tratar de incursionar en lo que no sabe i deberías dedicarte más a tu marido e hijos, o a alguna actividad deportiva como sabiamente lo hizo tu mamá, o con tu abolengo i dinero (fuera del que recibías en SÚMATE) viajar por Europa o vivir en el Paraíso terrenal de los Estados Unidos.
En el programa LA HOJILLA, repitiendo pasajes de tu mentirosa intervención respecto a salud i educación, la Dra. Sanders (creo que así es su apellido), Ministra de Salud, una mujer hermosa, decente, amable, llena de un encanto femenino, estuvo exponiendo con una voz suave, melodiosa casi, i eso sí, bien pero inmensamente bien preparada en su trabajo i responsabilidades, los formidables adelantos en salud que tenemos i que de mi parte como médico he visto muchos i no se me puede engañar con espejismo. Una atención para el pueblo, absolutamente gratis i con Misiones i realizaciones que son casi maravillas (Cardiológico i Misión Milagro para sólo mencionar dos, de cientos o miles), así la mediocre oposición de la que formas parte, no lo quiera reconocer, pero el pueblo sí. Cuando yo venía antes a Caracas, i por las noches veía aquellas lucecitas lejanas en los cerros, siempre me preguntaba ¿Cómo será allá arriba, con un laberinto de caminos para bajar, con distancias que dan miedo, sin ayudas i casi sin dinero, un dolor de muelas, un niño grave con fiebre i diarrea, un anciano o anciana fracturado, o una mujer pariendo? Igual que ellos, jamás imaginé que un día tuvieran un médico que entrara al hogar, que llevara medicamentos i otros recursos i en definitiva salvara vidas. He conocido médicos cubanos de Barrio Adentro i además conozco a Cuba; Cuba es un país avanzado en Medicina desde el mismo siglo XIX i XX, i en los tiempos que vivimos, el número uno en el mundo en exportar médicos i salud a otros países. Sin embargo han tenido que soportar humillaciones i mentiras, no del pueblo que los quiere, sino de tanto gaznápiro de la oposición.
La Ministra, si por casualidad le pusiste atención (juro que no) sin nombrarte, sin una frase inadecuada, sin una mentira o ironía, prácticamente hundió todos los disparates, cifras i mentiras que quisiste sacar a flote. ¡Qué lección magistral de ciencia i de humanidad, proporcionó a todos los que la escuchamos! María Corina, que mal empezaste a preparar la senda para una inmerecida candidatura presidencial que, si la lograras porque el grueso de los aspirantes desaparecieran, seguro-seguro que la perderías en el 2012. Recuerda el dicho popular ¡No volverán! ¡No volverán! ¡No volverán!
robertojjm@hotmail.com