El 27 de agosto de 2004, en diversos medios electrónicos una noticia
recorrió el mundo en cuestión de minutos. El contenido era el siguiente:
El Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, está impulsando una nueva Ley de
Educación que le arrebata la patria potestad a los padres y se la entrega
al Estado, según una información publicada ayer por la agencia de
noticias argentina Infobae. El artículo quinto especifica que hasta los
10 años se tomarán las precauciones para que el niño permanezca en la
misma provincia donde viven sus padres, para que pueda estar con ellos
"no menos de dos días al mes".
¿Recuerdan la reacción escuálida? Aquello fue como para coger palco.
Miedo, terror, angustia y hasta alegría (en aquellos que pensaron que con
esa ley sí se caía el “tirano”). No faltó el que hizo sus contactos con
los primos que viven en Miami para, en cualquier caso, enviarle los
muchachos.
El 30 de noviembre de 2005 El Nacional reseñó que “no se garantiza el
secreto del voto y la desincorporación de las captahuellas no convenció a
la dirigencia de la oposición, pues no existen condiciones para ir a
sufragar.
¿El resultado? Millones de escuálidos se negaron a ejercer su derecho al
voto, para después pasar cinco años quejándose de una Asamblea monocolor
que sólo hacía lo que Chávez le ordenaba.
¿Son o se hacen?
El 13 de noviembre de 2006 millones de venezolanos y del mundo entero se
enteraron de que el puente Orinoquia (segundo sobre el río Orinoco), que
había sido inaugurado el día anterior por el presidente Chávez, era un
proyecto de la Cuarta República. Los escuálidos, de inmediato, con esa
lucidez que los caracteriza, expresaron: “Ese puente es idea de nuestros
líderes y lo importante no es quien lo construyó sino quien fue el
primero que pensó en ello”
¿Cómo argumentar algo, ante semejante imbecilidad? ¿habría valido la
pena?
El de 14 de diciembre de 2006 el Presidente del Colegio de Ingenieros de
Caracas afirmó que era imposible terminar el nuevo el nuevo viaducto
Caracas- La Guaira en el tiempo anunciado por el gobierno nacional (15
meses )y que dada la irresponsabilidad conocida del gobierno, de seguro
se violarán normas básicas de ingeniería, para terminar en el tiempo
impuesto por el Comandante. Agregó que lo más probable era que el
viaducto se desplomara con el primer vehículo que lo cruzara.
El viaducto se terminó en 15 meses (noviembre de 2007) y aún no se ha
desplomado, pero ningún escuálido se atrevió a cruzarlo hasta finales de
diciembre de ese año. ¿Qué les parece?
Se nos acaba el espacio y apenas pudimos reseñar algunas de las muestras
de inteligencia escuálida. En una próxima nota (para deleite de todos)
recordaremos los cuentos del 2007 al 2010.
Por ahora sólo nos resta preguntarnos: ¿son bolsas o se hacen?
arellanoa@pdvsa.com