Otra vez recuerdos de mi infancia; recordé de pronto a mi abuela sorprendida, gritándole a alguna de mis hermanas: ¡“Muchacha, anda a peinarte esas greñas”!. Hasta que llegó la moda del cabello “afro” y las greñas fueron envidiadas, y luego la famosa “permanente”, por lo que las greñas siguen siendo en parte motivo de envidia.
A cualquiera de nosotros le puede ocurrir, que en un impulso, hace un chiste de mal gusto, para luego de un segundo de reflexión, concluir apenado: “coño la puse”, y acto seguido pedir que lo perdonen.
Hay quienes piensan que la foto tomada por Julio Borges al cabello de Iris Varela, y luego montada en twitter con la reseña de “las greñas de Iris”, fue más envidia que un impulso de “joda”, otros creen que ambas cosas y hay quienes pensamos que fue una “joda”, hecha por un tipo que desprecia al Pueblo, inmaduro, fascista, que ha tenido una vida fácil, tan cómoda que creó y financió un partido con dinero “legalmente sustraído” de PDVSA.
El fascismo no se disculpa, no pide perdón, el fascismo engaña, ataca a traición y huye cobardemente, sólo cuando está arrinconado se disculpa por sobrevivencia y vuelve a traicionar, es su naturaleza. Lo hemos visto con la secta original de “Primero Justicia” (estén donde estén sus fundadores) y con muchos de los actuales diputados opositores que hoy abrazan el fascismo.
Los fascistas, en la sesión de la Asamblea Nacional, el jueves 17 de febrero, omitieron pronunciar el “Nacional” y “Bolivariana” de nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana, cuando irrespetaban a la FANB, y en franca violación de la Constitución, llamaban al “golpe de estado” en cadena nacional.
Nota: cuídate Iris Varela ya Pérez Vivas te golpeó, no vaya a pasar que Julio Borges se te guinde por las greñas.
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