¿Hasta donde llegará la oposición parlamentaria?

Quien no los conoce que los compre. Si una  porción de los electores votó por los 67 de la oposición,  para que hagan en la Asamblea Nacional ese espectáculo de adoración a los celulares y desplantes de todo tipo, que sea esa porción de compatriotas quien les reclame tan bochornoso comportamiento.

     Lo  de querer debate es puro desplante y aguaje. Antes de cada sesión, llaman o corriendo a reunirse con los titiriteros del norte. A chismear que aquí no hay libertad de expresión y les roban los votos, que esta dictadura no los deja vivir en paz y ya no hay democracia. Que el libre mercado está en peligro, los expropian a cada rato y el horror del comunismo se apodera de nuestro país, entre otras sandeces y elucubraciones. Por lo visto, el cuadro sigue siendo clínico y de tratamiento urgente. Una vez más queda ratificado lo que no han podido superar: Chávez los tiene locos de perinola.

    ¿Y qué ven los venezolanos en la televisión cuando transmite por cadena las interpelaciones? Un lado que expone un informe (memoria y cuenta) con lujo de detalles y  explicaciones sinceras. Funcionarios que preparan láminas, presentaciones y  videos.  Prestos a dar las explicaciones y responder hasta la última pregunta. Por el otro, a la derecha, los 65 que se empeñan en dar demostraciones de poca seriedad. Ni se molestan en informarse sobre el tema a discutir y la mejor demostración son sus intervenciones destempladas, con una oratoria para descalificar y mentir. ¡Viejo oficio!

    El colmo es esa manía con los celulares. Ahí los vemos, arrellanados, apoltronados, de espaldas a quien habla, echados, acostados, casi dormidos, roncando, riéndose solos, viendo el techo, sueltan carcajadas, gesticulan… El bostezo  se apoderó de ellos. El manoseo del aparatico es impresionante, sugestivo y determinante en esas 67 vidas  que a simple vista lucen fastidiadas y desubicadas. No están en el lugar adecuado para hacer lo que quieren hacer con Chávez.  Se me ocurre pensar que  tal comportamiento es también una clara demostración de no creer en el alcance y la fortaleza de la Asamblea Nacional. Menos  que contribuirán a consolidarla, prestigiarla y ponerla al servicio del pueblo. ¿Qué es eso?  Ellos están allí para sabotear, torpedear y caricaturizar hasta donde les sea posible. Mejor dicho, hasta donde se les permita.

     Por ahora, los seguiremos viendo por la pantalla chica…y en cadena nacional. Abusando, y desperdiciando esta oportunidad y compromiso que les da el estado venezolano para que su imagen, su voz y su mensaje llegue hasta el más remoto de los rincones de Venezuela. Los legisladores revolucionarios deben seguir imperturbables ante tantas payasadas, con su postura seria, frontal y de compromiso con la patria. Con la verdad por delante. Allá la oposición si  quiere ir a las sesiones chatear, tuitear y hacer chistes.

revolcones76@yahoo.com.ve



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Juan Azocar


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