“crónicas de la memoria” tomadas de un artículo “carta dirigida a la clase media”, donde se plasman pequeños relatos, que según sugieren mis amigos, son necesarios para que “mucha gente” pueda contrastar el pasado con el ahora y compartir el significado y la importancia que tiene la Revolución Bolivariana para un pueblo que nunca renunció a su dignidad.*
Recordar es Vivir
CÉDULAS:
¡Cédulas! las dejamos en manos de la policía o de funcionarios de la prefectura, los jóvenes pobres de las barriadas o zonas marginales del país, cuando éramos sorprendidos por la RECLUTA (servicio militar forzoso, OBLIGATORIO ¡y que para todos los venezolanos!) y digo "dejar en las manos de funcionarios" porque en cualquier descuido de ellos, dejábamos el polvero, "pirábamos" con la consigna: "preferible indocumentado que reclutado" ¿O no, Edgar Urquiola?, que dejaste un sinnúmero de cédulas en manos de policías o funcionarios y terminaste "pagando" el servicio militar.
Ustedes Clase Media jamás sufrieron esa humillación de ser bajados de autobuses, o ser sacados de bares o botiquines; billares y hasta de casas de familia, en flagrante abuso, para ser llevados al "servicio militar obligatorio"… obligatorio para los pobres.
Compatriotas de la clase media, ustedes no quisieron ver jamás la existencia de decenas de miles de niños mayores de 9 años o adolescentes, sin identidad, invisibles; sin partida de nacimiento, sin cédula, sin escuelas, sin salud y sin educación, en nuestros barrios y en toda Venezuela. Ustedes nunca se preocuparon, volteaban para otro lado para no ver esta realidad que vivía el pueblo. Fue con la llegada del Comandante Chávez al Gobierno que se le dio cabida a la esperanza, a la utopía.
PIPOTES, TOBOS Y MANGUERAS
Debido a la negligencia adeco-copeyana que no se ocuparon del mantenimiento al viaducto, muchos venezolanos conocieron la carretera vieja de La Guaira y vivieron la pintoresca distracción de esa carretera que divide la montaña como un cortafuegos. Un espectáculo que dejaba ver en su recorrido multicolores pipotes y tobos que eran llenados de agua por camiones cisterna.
Los habitantes más favorecidos de la carretera vieja Caracas- La Guaira, viven en la parte de abajo y en consecuencia, por gravedad, llenaban los recipientes y tanques en sus casas mucho más fácil que las mujeres, niños, ancianos, jóvenes y hombres que viven en la parte de arriba de la carretera que les toca cargar decenas o centenares de tobos sobre sus hombros, para poder contar con el preciado líquido varias veces al mes.
Ustedes compatriotas de la clase media cuentan en sus quintas, conjuntos residenciales y edificios, con tanques que almacenan decenas, centenares de miles de litros de agua, que les permiten vivir sin saber lo que es la sequía, sin saber lo que es, no tener agua para hacer un tetero o cepillarse los dientes.
Jamás podrían comprender ustedes clase media, lo que significan las mesas técnicas de agua, o que se haya ampliado a 91% el servicio de agua potable a las viviendas, o que se haya aumentado al 22% el tratamiento de aguas servidas o al 80% en la recolección de aguas servidas, esos hechos y realidades están lejos de sus esquemas mentales. Jamás entenderán la alegría que siente el pueblo por la llegada de las lluvias, en otras palabras, no entenderán, el porqué este pueblo que es chavista.
La religión, novelistas, cuentistas, historiadores, la cultura popular o urbana, asocian la noche o madrugada con la complicidad, peligro, emboscada, miedo, apariciones, malandros, animales peligrosos, terror, etc., hasta el diablo se viste de negro cuanto canta con florentino. Nuestros barrios asociaban la noche también con calamidad, vulnerabilidad, impotencia e indefensión.
MADRUGADA y ESCALERAS
La noche o madrugada en nuestros barrios, ¡Dios que castigo! ¿Qué hemos hecho los pobres, para sufrir este calvario? Salir de noche a la calle con un herido o enfermo en la madrugada, requería de oraciones y un crucifijo en la mano, teníamos que tocar la puerta de un vecino, gritándole: Comadre, ¿me presta el teléfono?, es que mi hija tiene un "beriberi", no se que tiene, está vomitando... o quizás gritar a la puerta de otro vecino: Sr. Domingo, Sr. Carrasquel, ¿me puede hacer el favor de llevarme en su carro, hasta la avenida sucre o hasta el Hospital Periférico de Catia?.
Si el vecino -dueño del carro- estaba dispuesto, se tenía que bajar 200, 300 o 400 escaleras del cerro con el herido o enfermo, luego al llegar a la ‘patica e cerro’ el vecino debía recorrer sólo o acompañado, 2 ó 3 cuadras para llegar al estacionamiento, donde horas antes había guardado el carro y rogarle al "guachimán o vigilante" que moviera los carros para sacar el suyo... y no quiero hacerles más largo esta fotografía de lo que eran nuestros barrios.
Ustedes compatriotas de la clase media nunca entenderán, el goce espiritual, gratitud, el amor que se vive y se siente en el pueblo, en nuestros barrios, que se le profesa al Comandante Chávez y su Gobierno, a los Médicos venezolanos y cubanos, que con Amor y Patria laboran en Barrio adentro.
La Revolución, ha combatido la delincuencia en su raíz, ello significa que ha enfrentado con soluciones, problemas como la pobreza, reduciéndola de un 70% a 23%, millones de venezolanos de todas las edades estudian, la población ha mejorado sus ingresos y calidad de vida, se redujo a un dígito el desempleo, se mejoran las condiciones de hábitat y vivienda, las misiones penetran todo los tejidos sociales del territorio, se ha llevado la esperanza y la autoestima al Pueblo.
BAM...BAM... ¡LA JARA!
Mucha gente pobre, en los años 60, ya conocían la cotidianidad de las bandas disparándose y matándose entre sí por drogas o dominio territorial, no se podía salir a la calle, o asistir a escuelas y liceos, los ¡bam, bam! y piisss, de los silbidos de las balas que cruzaban las calles de un lado a otro, impedían salir de las casas, hacerlo era arriesgarse a interrumpir sus recorridos con el cuerpo o con la muerte.
En los barrios, por esa casi eterna complicidad entre delincuentes y policías, cuando no se veía en las calles a los malandros, jíbaros o traficantes, significaba que esa noche seguro había redada. La “jara" o jaula (camioneta diseñada como cárcel rodante), se llenaba sólo de descuidados o inocentes que iban presos para chequear sus antecedentes.
Los grandes Medios, por temor a la dictadura adeco-copeyana, ocultaban o hablaban poco de estos episodios de las zonas marginales. Ahora convirtieron estas viejas realidades en arma para atacar al Gobierno Bolivariano y aterrorizar a la clase media, haciéndola vivir esos hechos como si sucedieran en Chuao o El Cafetal.
La Revolución tiene la Moral y argumentos sociales para enfrentar y combatir con severidad el delito y la inseguridad, se debe tomar la iniciativa con una ley implacable de desarme de la población y porte ilícito de armas.
El presidente de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Alí Abdessalam Treki, reconoció este miércoles 23 de junio de 2010 los avances de la Revolución en materia de inclusión social, reducción del hambre y la pobreza, los avances en educación, salud, deporte, cultura y acceso de la población al agua potable. Estos logros se han alcanzado en una década tormentosa.
“Recordar es vivir”, no podemos olvidar que en 1999, la Revolución recibió una Venezuela como salida de un tsunami, por 40 años continuos de destrucción económica, ambiental, social y cultural, con una población que sufría de carencias de todo tipo y donde sólo un pequeño porcentaje de la población no sufrió las consecuencias de esa tragedia: la clase media y la burguesía.
Ante una situación así como la descrita en el símil, la supervivencia se imponía y la Revolución estableció un protocolo de prioridades, debía atenderse a la población más vulnerable: a los pobres, niños, mujeres y ancianos, a aquellos cuyas vidas estaban en peligro y que, si se atendían a tiempo, tenían grandes posibilidades de vivir.
Eso es lo que ha hecho este Gobierno Bolivariano, atender a la población más vulnerable, a las mayorías olvidadas, a los pobres de esta tierra, y la oposición, burguesía y los sectores privilegiados, en una acción egoísta, ruin, se han dedicado a sabotear, entorpecer y evitar que el Revolución Bolivariano atienda a los más necesitados.
Hay que recordarle a los jóvenes y al pueblo, que los creadores del tsunami tienen nombre y apellido: AD, Copei y sus derivados (Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo, Proyecto Venezuela, etc.), junto con un grupo de familias que aún siguen siendo dueñas de buena parte de Venezuela, dueños de canales de televisión, radios, prensa, industrias de alimentación, etc.
*Serie de 5 artículos publicados en el diario CiudadCCS titulados “Recordar en Vivir”
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