Cuando uno ve los enemigos de Chávez, los que lo atacan a diario, los que
lo acusan de dictador, los que gritan a todo pulmón que es un violador de
los derechos humanos y hace una revisión de la historia de esos
“críticos”, tiene que concluir que Chávez debe ser un tipazo, porque
quienes le atacan son en su mayoría basura, escoria de la peor especie.
Es cuestión de simple lógica. Si en el ataque a cualquier político,
presidente, intelectual o simple ciudadano coinciden personajes de la
calaña de George Bush, José María Aznar, Álvaro Uribe, Michelleti,
Vicente Fox, Alan García y otros de la misma ralea; se tiene que concluir
(aún sin conocer al individuo) que el atacado debe ser un defensor de la
justicia, de la vida, del ambiente, de la moral, de los pobres, de la
libertad, etc.
Ahora, si en el mismo ataque coinciden hombres de la catadura moral de
Antonio Ledezma, Manuel Rosales, cuchita Mendoza, Marcel Granier, Ramos
Allup, Gabriel Puerta Aponte, Oswaldo Álvarez Paz, Nixon Moreno, Omar
Barboza, Julio Borges y otros del mismo lodazal, a uno lo invade la
seguridad de que puede jurar por Dios (sin cometer pecado) que el atacado
por estos oscuros personajes tiene que tener vocación de santo.
A estas alturas, algún cándido lector que se pasee por estas líneas, de
seguro pensará: Pero también hay adversarios de Chávez que son buenos
ciudadanos y hasta fieles servidores de Dios, como por ejemplo el
excelentísimo obispo y aspirante eterno a cardenal Baltazar Porras o,
para que no se sienta disminuido, Baltazar Enrique Porras Cardozo.
Cándido lector es una definición muy tierna para quien piense de esta
manera. Veamos por qué:
En San Cristobal dicen que cuando Baltazar pasa cerca del agua bendita,
ésta hierve, lo cual no nos extrañaría en lo más mínimo, pero como no nos
consta dejamos el tema para la investigación.
Lo que si es cierto es que recientemente un cable de WikiLeaks reveló que
Baltazar Porras exigió al Gobierno de Estados Unidos que interviniera en
Venezuela para “contener las aspiraciones” del presidente Hugo Chávez”.
Porritas le dijo el 6 de enero de 2005 al entonces embajador de Estados
unidos en Venezuela (Brownfield) que “en cuanto mayor sea la espera del
gobierno de Estados Unidos para contener a Chávez, más difícil sería
lograrlo”.
¿Dónde queda el respeto a la Constitución venezolana y a las leyes
internacionales? ¿Dónde queda el respeto a la decisión del pueblo de
darse el gobierno que desee? ¿Qué entiende este gusano por dignidad
patria?
Por ello es que afirmamos que si los enemigos de Chávez son los
mencionados, hay que gritar a todo pulmón: ¡Viva Chávez, carajo!
Pero esa acción no refleja del todo quien este obispito con pretensiones
de cardenal. Veamos más:
Cuando Goriletti dio el golpe de Estado en Honduras, a pesar de la total
condena internacional a los golpistas, Baltazar (¿o será mejor va a
asaltar?) criticó la posición del presidente Chávez en defensa de la
democracia y el pueblo hondureño y afirmó que en la Casa Presidencial de
Honduras, tras ser depuesto Zelaya, se encontró dinero procedente de
Venezuela para comprar votos en la consulta programada en el país
centroamericano.
Si los bolívares no sirven en Honduras, tiene que tratarse de dólares.
¿Cómo sabía porrita que procedían de Venezuela? ¿Será que tenían una
etiqueta que decía enviados por Hugo Chávez Frías, Presidente
Constitucional de la república Bolivariana de Venezuela?
Definitivamente Porras está convencido de que el pueblo venezolano es
pendejo. Pero allí no termina todo, con un descaro propio de la gente
como él, Porras justificó el golpe y la matanza en Honduras diciendo:
"Todos los hechos que se estaban dando, las denuncias de corrupción,
narcotráfico y la búsqueda de querer perpetuarse en el poder han hecho
que las propias instituciones y el propio partido le hayan dado la
espalda a Zelaya".
¡Que tiernito el obispito! Buena demostración de su espíritu cristiano y
demócrata.
Hay más, ya para el momento en el cual ocurrieron los hechos anteriores,
Porras había sido denunciado ante el Vaticano por el robo de 80 millones
de bolívares que pertenecían a la Congregación de Las Hermanas Carmelitas
y por una cantidad muy superior de la partida de la Arquidiócesis de
Mérida. O sea, además de lo anterior el tipo es un es ladrón.
Porras le mete a todo, dicen en Mérida y San Cristobal y tal parece ser
cierto, según leemos en una denuncia del año 2003 en la cual se decía
textualmente: “...Baltazar es multifacético: le mete a la política, le
mete a la religión y le mete a otras cosas, por ejemplo, al amor. Lo cual
no es criticable porque todo el mundo tiene derecho al amor, así esté
vedado a los curas formalmente. Sino que lo diga cierta profesora de
historia de la Universidad de los Andes, Hilda Duque, vinculada a la
Arquidiócesis. ¿Qué ocurre, por ejemplo, en el sector Chorros de Milla de
la hermosa ciudad andina, en un apartamento discreto, construido
especialmente para el inefable prelado? Allí Baltazar Porras tiene su
nidito de amor”.
Porras también le mete a la conspiración. En el año 2003 fue denunciado
por su participación en la planificación del atentado terrorista contra
el Regimiento de la Guardia de Honor, custodio del palacio presidencial.
Con ese atentado se buscaba volar los depósitos de gasolina que allí se
encontraban, para provocar centenares de víctimas y una gran conmoción.
¡Mansa palomita este obispito!.
Se nos acaba el espacio para seguir escribiendo sobre este enemigo de
Chávez, que con su sucio accionar, agiganta la figura del comandante,
pero no queremos dejar de hacerlo sin mencionar una de las hazañas más
grandes de este obispo de pacotilla.
Porras sin reunirse con la víctima, sin hablar con los testigos fue el
más acérrimo defensor del violador Nixon Moreno. No sólo defendió al
violador y desacreditó a la víctima, sino que protegió al muérgano y
consiguió que lo asilaran en la nunciatura. Después como premio a la
hazaña de haber intentado violar una dama, consiguió que le regalaran un
título universitario y le dieran asilo como “perseguido político”
¿Qué tal? ¿Tenemos o no razón? Si estos son los enemigos de Chávez, el
Presidente tiene que ser un tipazo.
arellanoa@pdvsa.com