Sabiéndose derrotada, la oposición lejos de activar una campaña electoral con propuestas claras al país, sin lugares comunes, populismo ni demagogia, lo único que hace es emprender un plan criminal en contra de la salud del presidente Hugo Rafael Chávez Frías; hurga en su enfermedad, busca agitarlo, preocuparlo, estresarlo, le interrumpe el tratamiento, le altera el carácter, con el firme propósito de hacerlo retroceder en su franca recuperación, que sufra un revés, que de alguna manera de muestras de debilidad o sencillamente ocurra lo peor; una cuestión morbosa, perversa, animal, pero esto no es un secreto, quién no sabe que hay enemigos del proceso que quieren ver muerto al comandante, por lo menos, así se han cansado de insinuarlo y hasta de expresarlo públicamente.
Por supuesto, cuando hablo de desearle la muerte a Chávez, hay que decir que son excepciones, los venezolanos no nos caracterizamos por ese tipo de sentimientos, eso lo hace un pequeño grupo lleno de ambición y de ira, que requiere del dinero y del poder como el agua y el oxígeno para poder vivir; y eso es lo grave, porque precisamente esa minoría es la que quiere volverle a poner la mano a Venezuela y repartírsela como cuando gobernaba un período AD y otro Copei, que la saqueaban en cada quinquenio y eran felices a costilla del pueblo que moría de hambre y sin recursos en los barrios más necesitados.
Ahora, intentando mellar la salud del comandante hay una parte que llevan a cabo directamente, en primer lugar, los precandidatos de la Mesa de la Desunidad Democrática. Es perfectamente demostrable -y esto lo conoce la población- que Henrique Capriles Radonsky, Pablo Pérez, María Corina Machado, Leopoldo López, César Pérez Vivas, Antonio Ledezma y Eduardo Fernández, hacen una convocatoria en el estacionamiento del edificio donde vive cada uno y no va ni siquiera el conserje, salvo que contraten buses y le paguen a los asistentes.
Ellos saben que ninguno posee estatura para afectar a Chávez ni en lo político ni en lo personal, pero como conocen su estado de salud, aprovechan, planifican en forma simultánea y sincronizada sus eventos en diferentes partes del país el mismo día y hasta en la misma hora; son encuentros vacíos, sin esperanzas, donde no ofrecen nada, se burlan de las personas; acuden cuatro gatos, esa es la verdad, sólo que con el apoyo de los medios de comunicación social generan un efecto envolvente, avasallante, de mayoría, de superioridad, a fin de exhibir un país falso vibrando de opositores; y allí se puede ver, mis amigos lectores, que eso no es ninguna campaña, sino una burda pantalla para dañar al Presidente.
No van a ganar, pero es comprensible que en esas circunstancias se genere una reacción en el comandante no por lo que ellos representan como precandidatos, sino porque con una acción mediática, de mentiras, no se descarta que se confunda la población, y eso obligue a salir al comandante para desmontarles la patraña como lo ha hecho otras veces; el problema es que al presentarse públicamente, los enemigos logran el objetivo al interrumpirle el reposo que debe mantener en beneficio de su recuperación.
Hay que analizar además, que la enfermedad de Chávez ocupa el centro del debate político de los opositores. Cambiaron las respuestas a los problemas fundamentales del país y la de un proyecto alternativo de gobierno en una campaña electoral, por un discurso diabólico tendente a insinuar que la salud del Presidente va de mal en peor.
En segundo lugar, aplican la guarimba, pero más acabada, más pensada, más sofisticada. Ya no son aquellos ruidos estridentes de lujosas cacerolas y vajillas Rena Ware, ni cauchos prendidos en diferentes puntos específicos generando caos. Actualmente ocasionan la misma zozobra y tal vez mayor con nuevos mecanismos y mediante otras vías.
Las nuevas guarimbas se entienden y se palpan analizando situaciones como la expuesta por Carlos Ferrer, gerente de operaciones del Aeropuerto Internacional La Chinita, quien dice que los aviones de Venezuela tienen más de 40 años volando, porque la mayoría de las empresas privadas no han renovado su flota, lo que demuestra las causas de la obsolescencia de esos aparatos, que se le desprendan las alas, se les espichan los cauchos, en fin…
Y profundizando en estas declaraciones interpretamos que cuando Chávez asumió la Presidencia, hace doce años, estas mismas aeronaves tenían 30 años de uso, es decir, que ya los tornillos se debían estar aflojando, los neumáticos poniéndose pelones, ¿y por qué los que tienen actualmente el escándalo no dijeron nada y se quedaron callados en ese tiempo?, eso es una guarimba y obviamente no se puede permitir. Antes no hablaban porque a los gobiernos del puntofijismo lo que les interesaba era el negocio, el lucro, qué les iba a importar que se cayera un avión y no hubiese sobrevivientes.
Otra guarimba: El Puente sobre el Lago de Maracaibo. Hace unos dos años el Gobierno bolivariano asumió el control y el mantenimiento de esta estructura y desde ese momento hay una campaña en contra del proceso; cuando no son las juntas, es el asfalto o las guayas. Y mi pregunta es: ¿Con que material hacían las reparaciones del puente en los dos períodos de gobierno de Manuel Rosales si en tan poco tiempo padece un deterioro progresivo? De ser así, pavimentaría la vía con borra de café y pegaría las juntas y las guayas con saliva de loro. No hay otra explicación.
El metro, los trenes y el trolebús. En la IV República no chocaban trenes en Charallave ni se descarrilaba el Trolebús de Mérida ni tampoco el Metro de Maracaibo, qué iba suceder nada de eso, si no existía este tipo de transporte, sin embargo en torno de estos casos se genera un escándalo, mejor dicho, otra guarimba, para desprestigiar al Gobierno bolivariano. Y aquí quiero hacer un paréntesis, para añadir que tanto accidentes juntos da mucha mala espina. Hay que investigar. Quien descarta, por ejemplo, que estuvieran dejando colapsar a Conferry para después culpar a Chávez de cualquier incidente. La empresa consolidada de Ferrys no pedía dólares desde 2010, con lo que gusta el billete verde en este país.
Los opositores son capaces de cualquier cosa, lo han demostrado infinidades de veces y actualmente de cara a las elecciones de octubre de 2012, creen que la vida les ha puesto en bandeja de plata la salud del comandante.
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