A estas alturas,
los “rebeldes” criollos no saben ni siquiera en qué parte
del mapamundi se ubica Libia o de qué manera estaba organizada esa
nación antes de la intervención de la OTAN, o quién era Gadafi, o
por qué usaba la vestimenta que normalmente veíamos en los medios;
la única referencia de este sacrificado país era que éste “era
gobernado por un dictador.” Con esa sola información conseguida en
la hoja de presentación del hotmail, estos personajes presumen de estar
informados y con eso les basta. Lo demás sobra.
Pero uno diría
que ese fenómeno en los oposicionistas es una norma en esta era donde
la televisión y las películas producidas en los Estados Unidos representan
-en ellos- la extensión de cada mínima partícula intelectiva generadora
de pensamiento. Borges el poeta, asociaba su bastón como una extensión
de sus piernas; asimismo podemos inferir que poética y metafóricamente,
una pantalla plasma de tv es la extensión de la cabeza de un escuálido.
Pienso,
luego existo nos dejó Descartes el filósofo, para ilustrar que
debemos pensar bien para corresponder con una correcta actuación:
“basta pensar bien para actuar bien”
dijo el cartesiano, pero los escuálidos dejan la responsabilidad
del pensamiento en cualquier presumido locutor de radio que en
muchos casos su formación política la hizo viendo y escuchando al
agente mayamero Leopoldo Castillo, conductor del programa Aló
Ciudadano en Globovisión.
Hace unos días
una persona conocida, quien
no tiene la más puta idea de dónde queda Libia, me consiguió en el
facebook y la noté alarmada porque Gadafi era un despiadado dictador
al que debían de castigar con mano dura. Le dije que intentara recordar
a otros dictadores en el planeta, porque el libio no era el único,
y ante mi solicitud la amiga en red trastabilló en justificaciones
que la dejaron mal parada.
Le dije que
si por dictadores se trata debía estar bajo tratamientos permanentes
de valeriana, pues en el mundo hay muchos; y precisamente, le nombré
algunos que, por supuesto, ella no conocía, porque sencillamente los
medios no se lo dicen. “Deberías comenzar por leer la constitución
pinochetista de Chile para creer en realidad tu preocupación por los
dictadores,” sugerí.
Después del
intercambio de pareceres con esta persona en los espacios de las llamadas
redes sociales, me puse a pensar en el asunto y le pregunté al
infinito espacio ¿qué sabe un guevón escuálido de Libia que no haya
dicho el lugar común y en el cliché televisivo normalmente diseñado
desde un laboratorio de propaganda?
En toda esta
década hemos vistos agresiones militares de alta proporción a países
árabes en vivo. Pero con todo y que estos bombardeos los transmiten
por televisión como un juego de fútbol, para los escuálidos venezolanos
el imperialismo no existe, la CIA es un chiste comunista de los años
sesenta y las bases norteamericanas instaladas en Colombia están en
realidad para combatir a los narcotraficantes. Todo esto lo cree cualquier
escuálido, pero además lo dicen enseñando la chapa del título universitario
que muchos ostentan.
Yo asocio a
los oposicionistas venezolanos con el pueblo alemán que se alistó
con alegría para la guerra a las órdenes de los jefes del partido
nazi; ciertamente no podemos acusarlos de incultos o insensibles como
a los escuálidos de aquí, pues todos sabemos que desayunan los domingos
escuchando a Mozart y cuando tienen tres tragos en la testa recitan
a Goethe y a Hölderlin, pero como los cachorritos conducidos de Pávlov,
por vías de un pequeño estímulo propagandístico, los germanos consideraron
lícito limpiar a toda la sociedad de indeseados en hornos crematorios.
Después, cuando despertaron de la pesadilla (cuando forzadamente la
propaganda nazi dejó de circular) se dieron cuenta de que esos indeseados
era un pueblo que merecía vivir junto a ellos en armonía y en democracia.
Los “rebeldes”
criollos andan enredados en esa trampa. En este momento sus aparatos
de propaganda están excitados y felices mostrando las fotos de Muamar
Gadafi ensangrentado, moribundo y ya vuelto cadáver; contagiando de
felicidad a la masa oposicionista y activando el mensaje en el cual
están psicológicamente preparados para una situación similar en nuestro
país.
Un ejemplo
de estas manifestaciones de júbilo, convertida en final de película
hollywoodense, lo constituye el sitio web noticias24; un medio de comunicación promovido
como el punto de equilibrio de la información noticiosa en Venezuela,
aunque se trate de un efectivo mecanismo de manipulación diseñado
con el objetivo de recolectar una importante base informativa a fin
de medir los efectos y los niveles de penetración dejados en la propaganda
producida diariamente por Rafael Poleo y Leopoldo Castillo, conocidos
agentes al servicio del Departamento de Estado de EE.UU.
Hoy esta página
trabajada y diseñada por la CIA pregunta a estos “rebeldes” tropicales,
con una nota reportada por la agencia AP: ¿quién es el próximo dictador
en caer?, proponiéndoles el medio otro “sátrapa árabe” de apellido
Bashar, aunque los escuálidos están muy animados en que el próximo
dictador a tumbar sea el jefe de una tribu barinesa.