Ciertos matices del discurso de María Machado, son actos de metamorfosis del capitalismo, que a partir de la gran depresión adopta variadas formas de esconderse, y salir de nuevo a la palestra, arropado con el manto de lo popular.
Habrá que agradecerle a María Machado su sinceridad. De todos los candidatos opositores al proyecto bolivariano, ella es la única que defiende las bondades del capitalismo, y lo ofrece nuevamente como el modo de producción ideal, donde todos los que han sido explotados pueden ser pequeños empresarios. Se trata de facilitarle a todo el pueblo la oportunidad individual de tener una pequeña empresa. Sin embargo, esta dama perteneciente a la burguesía de “los amos del valle”, subestima la inteligencia, y el conocimiento de la historia que ha de tener en mayor o menor medida, el pueblo venezolano.
El Estado de Bienestar, es el modelo más efectivo que ha encontrado el capitalismo para garantizar el control político de una sociedad dividida en clases, donde la clase obrera y trabajadora, junto al Pueblo que sufre la explotación de la burguesía y del capital trasnacional, el desempleo, la pobreza y la miseria. Después de la gran depresión, el capitalismo hubiese sido vencido por el socialismo, sino se inventan el Estado de Bienestar para conjurar revueltas, motines, revoluciones socialistas que irremediablemente lo hubiesen derrotado.
Margaret Thatcher en Inglaterra intenta algunas modificaciones audaces del Estado de Bienestar, con la “liberación de fuerzas económicas”, con la busca el capitalismo popular que democratice la propiedad de pequeñas empresas a mayor cantidad de nuevos emprendedores, pero en realidad sus variantes causan un desastre en la economía inglesa que se traduce en 20% de inflación, altas tasas de desempleo, entre otros desajustes.
Ángela Merckel, demócrata cristiana, nos recuerda que “sólo el estado es capaz de restaurar la confianza necesaria”, en una clara alusión al Estado de Bienestar como recurso último para la salvación del modo de producción capitalista.
En América Latina, el imperialismo traza políticas del Estado de Bienestar desde 1945 a 1973, la llamada “época de oro del capitalismo”, y que en nuestro país los adecos y copeyanos, no aplicaron en su medida los programas de ayuda a las mayorías explotadas, en situación de desempleo, pobreza y miseria.
Ahora la Señora María Machado, nos habla del capitalismo popular, como si fuera un invento de ella. Esta dama, candidata del otrora fracasado programa de ayudas de la caricatura de estado de Bienestar para esta parte de nuestro continente, es no obstante la más coherente de todas las aspirantes a perder las elecciones con Chávez el 7 de octubre de 2011.
Está claro que la señora María Machado, no tiene el carisma, la formación, el discurso de Víctor Raúl Haya de la Torre, en mayor grado, ni la audacia de Carlos Andrés Pérez, por citar sólo dos ejemplos de ese populismo en el que degeneraron los programas del Keynesianismo para la región.
Hay que reconocer que de todos los candidatos de la oposición, la única que parece estar consciente de que necesita razones de peso para enfrentar a Chávez, es la dama María Machado. Ella intenta defender el capitalismo en su mímesis de oveja indefensa. Su capitalismo popular es la única propuesta, débil o desmesurada, que ella ha encontrado para enfrentar la perspectiva socialista que intenta aplicar Chávez al frente de un gobierno, y de un proyecto continuado de nueva sociedad, que lucha por desmontar el Estado Burgués en Venezuela.
El capitalismo popular, es el tatarabuelo de todos los demagogos y demagogas, que hoy pretenden obnubilar a la clase obrera y trabajadora que junto al pueblo sufre la explotación capitalista, con su carga de subempleo, desempleo, pobreza y miseria.
María Machado, tiene una innegable capacidad de interpretación de la política por encima de sus amigos de la MUD, que no parecen enterarse que en Venezuela, la mayoría del pueblo venezolano tiene preocupaciones políticas más allá del capitalismo.
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