Cómo olvidar aquel 15 de diciembre de 1999. En esa fecha se escribió una
página gloriosa en la historia republicana. Por primera vez el pueblo
venezolano fue consultado sobre la conveniencia o no de elaborar una nueva
constitución y refundar la República.
Poco pudo hacer la oligarquía, sus partidos, sus medios de comunicación y
la Iglesia para torcer la voluntad popular. Se opusieron con fiereza y
manipularon con descaro tal y como hacen en cada oportunidad que “huelen”
ansias de justicia y libertad en el seno del pueblo, pero fueron derrotados
limpiamente en una de las batallas democráticas más hermosas que se haya
vivido en la patria de los libertadores.
A doce años de aquellos hechos, bueno es el momento para revisar cuales
fueron las posiciones de quienes pidieron al pueblo que rechazará una
constitución a la que más tarde llamarían “la mal nacida”. Bueno es el
momento para evaluar cuanto de moral y de ético había en la posición de los
escuálidos en aquel momento y cuanto hay hoy.
Veamos los argumentos que esgrimieron en aquel entonces contra una
constitución que hoy hipócritamente dicen defender.
· Mentira N° 1: Los derechos atribuidos a los indígenas sobre las tierras
que habitan, alentarán movimientos separatistas y discriminan al resto de
los venezolanos. Con esos derechos se entrega el 50% del territorio
nacional a 2% de la población.
· Mentira N° 2: El nuevo proyecto de constitución promueve el aborto.
· Mentira N° 3: El proyecto de constitución es antidemocrático y en él se
eliminan todas las libertades, de las cuales goza la población
· Mentira N°4: El nuevo proyecto de constitución atenta contra el Estado
Federal y la igualdad de los estados, al eliminar la Cámara del Senado,
dejando a los estados más pobres en desventaja con relación a los que
tienen mayor población y por supuesto mayor numero de representantes en la
Asamblea Nacional.
· Mentira N°5: Habrá tres tipos de ciudadanos: los civiles, los militares
y los indígenas. Los civiles tendrán un compendio de derechos que son un
simple saludo a la bandera, ya que su ejecución es inviable".
· La participación ciudadana se verá frustrada porque será sustituida por
el Poder Moral
· Se limitará el derecho que tiene la familia a escoger la educación de
sus hijos.
¿Qué les parece? ¿Son o no son unos farsantes? ¿Tenemos razón o no cuando
los calificamos de inmorales y manipuladores?
Pero que nadie se equivoque. En nada han cambiado y en nada se ha reducido
su odio. La constitución sigue siendo su gran enemiga, sólo que la dura
realidad los obliga a disimular el rencor que los carcome el alma.
Todo lo que proviene del mandato constitucional les duele en el alma. Al
igual que atacaron nuestra carta fundamental, atacan y mienten contra las
misiones.
Aborrecen Barrio Adentro, las escuelas Bolivarianas, la Gran Misión
Vivienda, Los Hijos de la Patria; Venezuela en Amor Mayor y pare de contar.
Que nadie se llame a engaño. Esa gente no olvida y está llena de odios. Sus
mentiras son el reflejo de lo que desean y de lo que harían de llegar al
poder.
Así como abolieron y pisotearon la Constitución cuando tuvieron una
oportunidad aquel 12 de abril de 2002; así mismo arrasarían con las
misiones y los beneficios del pueblo
Sí, que nadie se equivoque.
arellanoa@pdvsa.com