Allup y Pérez barajan una salida diferente a las primarias: el poder no se comparte

Sin duda que Capriles Radonski le lleva una gran ventaja a Pablo Pérez, el heredero del imperio del filósofo del Zulia. El zorro de las mil cuevas, Ramos Allup, ha apostado todo al adeco emergente de Un Nuevo Tiempo. Y se juega también todo su futuro político. No es cualquier cosa.

Se baten en el escenario nacional, de nuevo, el betancurismo (de Allup) y el calderismo (el de los niñitos mimados del peor de los fascismo incrustado en Copei).

Aún cuando los bandos en disputa para las posiciones políticas que representan son una misma cosa, hay un hecho innegable: el poder no se comparte.

Los otrora adecos representado por Omar Barboza y Ramos Allup, se las están viendo bien feas con los hijitos fascistas del doctor Caldera (aquel que fundó COPEI, inspirado en el falangismo gachupín, parecido a Ofensivas Nacional Sindicalistas –JONS- que en España dirigía Ramiro Ledesma Ramos).

Son indudablemente dos grupos de derecha, cuyos cogollos no están dispuestos, ni lo podrían, a trabajar conjuntamente en caso de que llegarán a tomar el poder. Estas gravísimas divergencias han llegado al Departamento de Estado norteamericano, y desde Washington la orden es tajante: que acuerden una Unidad por encima de la cabeza del diablo o de otro modo no se recibirán ni un centavo más para sus organizaciones.

El informe que ha pasado Capriles Radonski al Departamento de Estado revela mucho nerviosismo: “Llevo una ventaja apreciable y determinante, y mi oponente más cercano, el señor Pablo Pérez, ya no podrá superar el número de simpatizantes a mi favor; véanse todas las encuestas. No obstante persiste un desconocimiento ciego a mi candidatura que está creando roces preocupantes, cierta zozobra y perturbación en la unidad que habíamos acordado. Ruego que se les envíe a todos los demás precandidatos un mensaje claro y que se respeten las reglas de juego que juramos cumplir…”

Es decir que en el escenario interno de la MUD se disputan a cuchillo las viejas tendencias que eran dueñas del país durante la IV república. El triunfo definitivo de Capriles Radonski representará un golpe poderoso a la vanguardia adeca, y en defintiva, un repunte de aquella puya verde del Copei de Caldera.

A sabiendas de que Capriles Radonski no ganará las elecciones, quedará en poder de su grupo mucha plata, además de toda la maquinaria partidista de la oposición en el país. Ramos Allup se lo está pensando; hace reuniones de última hora, cuadra posiciones, hace planes ante una eventual derrota y analiza si es políticamente posible llegar a un acuerdo con Washington que le permita darle una patada a la mesa y a fin de cuentas que no se realicen las primarias. Los niñitos ricos (cocainómanos) con grandes ventajas frente al jalador de ron del Zulia es un combate de vieja data que tendrá que definir la muerte de algunos de las dos tendencias, que incluso se enfrentan por adueñarse de la riqueza del país, desde la época del general Páez: los grupos liberales (adecos) y conservadores (copeyanos). Una situación muy complicada, que a fin de cuentas se dilucidará cuando triunfe una de las dos tendencias y comience un grupo a arrear banderas. No olvidemos que la oligarquía jamás recoge sus bajas del campo de batalla. Cosa muy peluda.

jsantroz@gmail.com


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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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