Llegó el día de contarse. Bien bueno. Viva la democracia que facilita esta dictadura. Con todos los hierros, con el debido y merecido apoyo institucional del organismo electoral, con toda la difusión que generosamente le han regalado los medios, hoy la oposición se decantará por el nombre que habrá de disputarle la Presidencia a Chávez el 7 de octubre. Mayor demostración de respeto a la pluralidad y a la libertad de pensamiento, imposible.
La mejor campaña de las últimas semanas la ha desplegado María Corina Machado. Es la única que se ha destapado de verdad y ha mostrado las uñas: desde decirle al Primer Mandatario que las expropiaciones, contempladas en la nuestra, y asumo que en la mayoría de las constituciones del mundo, significan un robo, hasta afirmar esta semana que hoy triunfaría el bien sobre el mal, la mujer no ha dejado dudas de que está dispuesta a defender el patrimonio familiar a toda costa.
No ha hecho siquiera la distinción de que sobran los casos en que las expropiaciones son un simple acto de justicia social, o responden a la necesidad de resguardar un bien que debe ser para beneficio colectivo; no, todo lo que le quiten a ella o sus allegados es un asalto. Cualquiera, con tantas cosas que proteger, probablemente respondería de la misma airada forma.
Pero la frase que le plagiamos para titular este artículo es la mejor, la más lapidaria, de las que ha pronunciado hasta ahora, aparte, claro está, de la ofensa al Presidente. Sólo que es un poco confusa. ¿Quiénes encarnan al bien y quiénes al mal en la contienda de hoy? No lo dijo. De allí que después que leímos el titular en un medio, repasamos otros para ver si había sido un error redaccional, porque presumíamos que se había equivocado de fecha y se refería al 7 de octubre. Claro, eso tenía algún sentido, una frase de campaña más, donde por supuesto el mal lo encarnaría Chávez y el bien el candidato opositor. ¿Pero a quién se refería hoy?
Lamentamos mucho que de todas formas, y a pesar de sus "patrióticas" intenciones, hoy va a ganar el mal. Ninguno de ellos encarna el bien para el país. Tienen encima una carga de odio demasiado grande como para esperar tolerancia, respeto y honestidad en sus planteamientos. Para empezar, ninguno de los demás, aparte de la señora Machado, ha mostrado cuál es su verdadero propósito. Ella, al menos, está defendiendo abiertamente sus intereses empresariales.
Para colmo, y por añadidura nefasta a tanta contradicción, tienen que arrastrar el lastre de los que saltaron la talanquera y se les pegaron. ¿Carlos Melo candidato de Copei? Hace falta el señor aquel, que también está con ellos, para que pregunte con qué se come eso. Pablo Medina, a falta de gente para dar un mítin, terminó cerrando su campaña con una rueda de prensa. Por otro lado, lo vimos y no lo creíamos, pero Andrés Velásquez, aquel de La Causa R de Alfredo Maneiro, se montó en la tarima en Valencia para levantarle la mano a Capriles Radonski.
Para colmo, Pablo Pérez se vino a Petare para que los caraqueños lo conocieran, porque si no es así, aquel viejo eslogan adeco que decía "arriba y a la izquierda", haría que la gente termine votando por el Psuv, porque no tiene idea de cómo es el tal PP. Con todo y eso, hoy es un día histórico para nuestra difamada democracia. Qué bueno.
Mlinar2004@yahoo.es