Mantengo la tesis de que en Cotiza se montó una operación que exigía inteligencia policial, con la presencia de un grueso número de experimentados y entrenados mercenarios. Sostengo que fue una operación de entrenamiento en situación real: con armas y explosivos que serían utilizados de acuerdo a los escenarios estudiados.
Lo que yo advertí en el video transmitido por La Hojilla, fue un operativo de fuerzas especiales de esas que se ven en películas o se narran en novelas de género.
En una situación de peligro inminente, donde está en juego la vida, cabe preguntarse: ¿Qué hubiese sido lo lógico? El instinto de sobrevivencia dice que han debido sacar de inmediato a Capriles Radonski del lugar. ¿O no? Pues hicieron todo lo contrario: lo dejaron en el lugar -hasta se reía- porque el supuesto “ataque” respondía a un guión mediático-político-, dirigido a lograr subir en las encuestas y desprestigiar internacionalmente al Gobierno Bolivariano
Al instante, la noticia recorría el mundo: “hombre con franela roja ¿atentó? contra Capriles”. La plutocracia mediática imponía su versión.
En mis limitados sondeos de calle, llama la atención que buena parte de la juventud consultada desconoce la versión del Gobierno. ¡Tenemos tarea!
Nota: artículo publicado en el Correo del Orinoco No 903
http://www.correodelorinoco.gob.ve/leer-en-linea/?id=1_2012-03-09
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