Tal y como ofreciéramos a nuestros lectores, escribimos hoy esta segunda
parte de una reseña sobre el candidato presidencial de la oligarquía
venezolana. Aquí cambiaremos un poco el estilo, haciendo algunas
preguntas al lector a fin de invitarlo a reflexionar sobre el accionar de
nuestro personaje.
Ya no hablaremos de su afiliación a la secta Familia, Tradición y
Propiedad; ni de su asalto a la embajada cubana; tampoco tocaremos el
tema de la violación de los derechos humanos de Rodríguez Chacín y Tarek
William y mucho menos comentaremos sus acciones contra Barrio Adentro y
las Escuelas Bolivarianas donde ha sido autoridad.
Tocaremos otros temas que reflejan bastante bien quien es este personaje
al que la oligarquía venezolana ha venido preparando, desde los tiempos
de la cuarta república, para continuar con el saqueo de Venezuela una
vez desaparecieran AD y Copei (no olvidemos que apenas salió de la
universidad le compraron el cargo de Presidente de la Cámara de
Diputados)
Los días 12 y 13 de abril 2002 fueron días de lucha en Venezuela; unos
venezolanos apostaron por una dictadura y la abolición de todas las
instituciones democráticas. Al mismo tiempo, desataron una terrible
represión contra el pueblo, una violación infame de los derechos humanos
y un irrespeto por las leyes y los convenios internacionales.
Otros, a riesgo de sus vidas, se lanzaron a la calle a exigir el retorno
de la democracia y el respeto a las leyes, a la constitución y a las
instituciones.
¿Recuerda usted de qué lado estaba Capriles Radonski?
A principios del año 2004 se llevaron a cabo en Caracas, y algunas otras
regiones del país, una serie de actos vandálicos denominados por quienes
los promovieron como “guarimbas”. Según el ideólogo de las guarimbas (el
ultraderechista Robert Alonso) la estrategia insurreccional tenía como
"único objetivo paralizar totalmente el país y crear un caos anárquico a
nivel nacional.
Esa estrategia generó pérdidas millonarias a la nación y a miles de
comerciantes, empresarios y trabajadores. Cobró varias vidas, al mismo
tiempo que decenas de ciudadanos y empresas perdieron sus vehículos.
La estrategia fracasó porque los propios ciudadanos víctimas de los
“guarimberos” presionaron para que cesara la acción fascista que los
perjudicaba a todos.
¿Recuerda usted el apoyo brindado, en el este de Caracas, a estos
delincuentes por Capriles Radonski?
Durante los años 2002, 2003, 2004, 2008 y 2010 algunos “mayameros”
nacidos en Venezuela y políticos de ultraderecha de nuestro país
solicitaron por diferentes vías la aplicación de la Carta Democrática a
Venezuela, argumentando, entre otras cosas, asociación con el terrorismo
y el narcotráfico, violación de derechos humanos, violación a la
libertad de expresión y la existencia de un gobierno dictatorial.
Gracias al respaldo del pueblo venezolano a su gobierno, expresado a
través de miles y multitudinarias concentraciones; al apoyo del resto de
los países del continente y a la política internacional desplegada se
impidió la tragedia que promovía la derecha y la oligarquía venezolana en
conchupancia con el gobierno gringo.
Venezuela habría sido bloqueada y posiblemente invadida si esos apátridas
hubiesen tenido éxito.
¿Fue acaso Capriles Radonski siquiera neutral en los intentos por
promover una invasión a Venezuela?
La derecha ha intentado en varias oportunidades “colombianizar” a
Venezuela en lo que a un conflicto armado se refiere. Grandes esfuerzos y
millones de bolívares ha invertido el gobierno nacional para
contrarrestar la presencia de paramilitares en nuestro país.
Uno de los casos más sonados fue el de unos 80 paramilitares colombianos
capturados, en enero de 2004, en la hacienda Daktari (se estima que otros
60 lograron escapar). Con ellos se pretendía atacar el palacio de
Miraflores y asesinar al Presidente de la república.
¿Recuerda usted que esto ocurrió en el municipio Baruta donde era alcalde
Capriles Radonski?
¿Recuerda como Capriles se “desbocó” a decir que no eran paramilitares y
a minimizar el hecho?
Se nos acaba el espació, por lo que prometemos una tercera entrega, pero
no podemos dejar en esta nota de reseñar lo siguiente:
El capitalismo está en crisis; por millones se cuentan los despedidos de
sus trabajos, los que han perdido sus casas, los que no cuentan con
asistencia médica, los que han visto reducidos sus salarios, a los que le
han aumentado la edad de jubilación; a los que le han negado la educación
gratuita.
Chávez, mientras tanto, conduce a Venezuela por un camino diferente y
demuestra con hechos que es posible recorrerlo. A Capriles no le gusta
ese camino
¿Sabe usted cuál es la ruta que nos ofrece recorrer Capriles Radonski?
¿Si no es el de Chávez, que es el opuesto al del capitalismo, cuál es?
arellanoa@pdvsa.com