El comando de campaña del candidato de la oposición, asumió como estrategia electoral agredir a cuanto periodista y medio no forme parte de su combo. Una primera lectura de cuanto ha venido sucediendo nos dice que definitivamente el plan consiste en que medios diferentes a los contratados no informen acerca de la menguada, escuálida y poca asistencia que acompaña al citado candidato, quien no logra arrancarle a la gente signos de empatía e identificación.
Han pretendido ocultar la realidad. Para ello, cualquier periodista y cámara ajena a sus contratados les incomoda. Se niegan a reconocer la verdad, y ésta no es más que la ausencia de un protagonista que al mínimo genere confianza o ilusión en quienes se insisten en adversar al Presidente Chávez y lo que él significa para Venezuela y Latinoamérica.
Todo este cuadro de desesperación tiene que ver con el resultado de la totalidad de las encuestas realizadas hasta hoy, las cuales arrojan una clara y contundente victoria de Chávez el venidero 7 de octubre. Analistas, especialistas en estadísticas, personas con experiencia y el mismo sentido común apuntan que partiendo de un rigor científico aceptable la ventaja que hoy tiene el Presidente Chávez, en un promedio de veinte puntos o 20 por ciento, no resulta fácil que baje o se pierda de manera vertiginosa. Señalan que sería un acontecimiento catastrófico una posible causa.
De manera que perder unos cinco puntos por mes para un líder o candidato que mantiene esa sólida ventaja desde hace mucho tiempo será alegría de tísico. Estamos en presencia de un Presidente con propuestas, programas e iniciativas para favorecer de manera contundente a todos los sectores sociales, con políticas exitosas que ya están en marcha y, sobre todo, con un liderazgo individual y colectivo, que genera confianza en el presente y en futuro. Súmese la estabilidad y crecimiento económico del país, y el reconocido prestigio con que cuenta Chávez y la Revolución Bolivariana a nivel internacional.
Todo indica que no tiene sentido común ni justificación la agresión a los comunicadores que en nombre de los medios públicos y alternativos cubren las giras prefabricadas del candidato de la oposición. Más bien los exhortamos a poner los pies sobre la tierra. A comprender la realidad que hoy vive Venezuela y Latinoamérica, y hacer una oposición seria y constructiva. Por ahora y siempre el pueblo ha decidido… ¡No volverán!
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