No queremos Mercosur

Un par de días previo al histórico triunfo, que en materia deportiva nos brindara Rubén Limardo, recibí una de esas famosas cadenas que suele pasarse de un dispositivo móvil a otro (por cierto, muy populares en nuestro país) con un chistecito de mal gusto sobre el desempeño de nuestros atletas en Londres. El chascarrillo de marras rezaba más o menos lo siguiente: “un venezolano se alza con una mella de oro en Londres, ya la policía está tras la pista”

La singular morisqueta no me causó más que indignación y pena por el remitente, ya que constituye no únicamente burla contra nuestros atletas de enorme esfuerzo y gran participación en el evento mundial que reúne a lo más laureado  y alto  de la élite deportiva a escala planetaria, también configura una imagen de lo venezolano asociada al pillaje, al robo y a un menosprecio por nuestras capacidades, como si lograr un premio de dicho nivel nos estuviera negado per sé. Desde luego que apenas ocurrido el hito deportivo refuté con el popular “¿Cómo te quedó el ojo?” a lo cual mi amigo (escualidín él) respondió: “era en broma líder”. Por supuesto luego de este logro y el agradecimiento del ganador y todos los atletas, entre otros, al Presidente Chávez y a las políticas en materia deportiva de la revolución, salta la oposición toda ella para decir: “no politicemos el deporte” lo cual se puede es no partidizar, porque político es todo, pero es una discusión filosófica que no viene al caso.

Sirva la anécdota, que nada tiene que ver con el título de la nota, para introducir el tema. Pero que sí refleja la conducta de una oposición carente de seriedad y altura para abordar temas de relevancia y vitalidad para el país, una oposición que se opone por oponerse no es oposición que contribuya a la construcción de una país, una oposición de este tipo, sólo demuestra el hambre que tiene de llegar al poder y clavar sus colmillos a la yugular del Estado para medrar de éste. No más veamos las gestiones donde gobiernan, resaltando entre ellas por corrupta la del Táchira.

Una oposición llena de contradicciones, que dice mantendrá los programas de ayudas y asistencia social pero que devolverá “PDVSA a lo que era antes”,  o sea la PDVSA que era el Estado dentro del Estado, la PDVSA que se erigía como un fin en sí misma y no como instrumento para el desarrollo, la PDVSA de la meritocracia de espaldas al pueblo y sus necesidades. ¿Piensa Capriles sacar los reales de dónde?

Esta misma oposición le dice a los pobres que respetará Barrio Adentro, pero denigra del convenio petrolero con Cuba, entonces, ¿de dónde sacará los médicos para mantener el servicio, los hallará a todos en las facultades de nuestras universidades con la vocación de dormir entre los pobres y vivir al lado de sus dolencias?

Una oposición que dice mantendrá las pensiones, las becas, madres del barrio, hijos de Venezuela, en amor mayor, pero que en su programa de gobierno dice taxativamente que eliminará los subsidios. ¿Cómo entender esto, habrá algún ser pensante que me lo pueda explicar?

Esta misma oposición que genera más preguntas que respuestas, que cae en lugares comunes, que no hila una idea clara, que habla de inseguridad sin decir exactamente como la resolverá y que ha sido incapaz de mostrarle al país un proyecto político incluyente (porque la oposición sí tiene proyecto, el del Consenso de Washington pero lo tiene) es la oposición que defiende a los golpistas del Paraguay y cataloga de ilegítimo el ingreso de Venezuela al mercado común suramericano.  ¡Vaya tamaña contradicción!

Por supuesto que en la oposición hay gente inteligente y culta, pero no es la que interesa a los medios de comunicación y a los políticos de ese espectro que están infestados de irracionalidad y de antichavismo puro y duro. Imprimen por tanto su enfermedad a cualquier análisis que pretenda ser serio. Estos mismos académicos y voceros ayer no más, defendían (y en las universidades de este país nos tocó ver) el ALCA, con lo cual criticaban ferozmente al gobierno por mantener posiciones “retrogradas” y “aisladas” de los nuevos tiempos y los centros de poder mundial. Nos hablaban de las bondades del libre comercio y cómo éste traería prosperidad, riqueza, empleo y paz. Ahí no les importaban las asimetrías, la carencia de competitividad de nuestra industria, nuestro “golpeado y paupérrimo” parque industrial, pues las inversiones extranjeras vendrían en masa a equilibrar la situación. Total de que podríamos quejarnos si le venderíamos petróleo a EEUU sin pagar impuesto, gran huevonada!

Ahora que el país pone su vista en el sur, en su contexto, en su área natural que hoy día es la más estable y de mayor crecimiento económico, así como la más segura para la inversión (vistos los acontecimientos europeos y norteamericanos) saltan cual picaos de culebra a vomitar su irracionalidad y a decirle a los venezolanos que Mercosur es un error “estratégico” pues no hay capacidad de competir. Nadie va a negar desde luego que la industria brasileña o argentina posee un mayor grado de desarrollo en ciertas áreas, que su parque industrial es más competitivo en líneas generales, pero Mercosur hoy constituye un mercado de más de 270MM de personas, con una extensión territorial de más de 12MM km2, riquezas infinitas en energía, agua, biodiversidad y tantas otras. Aún mejor, Mercosur no es en sí una zona de libre comercio, es más un mercado de complementariedad entre los países, lo cual implica diálogo, acuerdo y trabajo conjunto, significa que las carencias de unos se cubren con las potencialidades de otros, y si bien Mercosur no es la respuesta definitiva a los retos económicos del ahora y del futuro, es un paso importante para que la región asuma coordinadamente los desafíos impuestos por la globalización.

Venezuela por su parte deberá afinar aún más sus áreas potenciales, y el país debe continuar la senda del desarrollo y la innovación en las áreas petroquímica y energética, con  lo cual será un socio importante para los países de la región y le permitirá sostener balanzas comerciales favorables a fin de continuar el crecimiento e inversión en otras áreas llenas de potencialidades pero en las cuales el país aun da sus primeros pasos.  

Mientras tanto esta oposición que no hace más que su trabajo de zapa, que permanentemente bombardea cualquier iniciativa sin siquiera permitirse un debate serio y racional, que ayer con sus humoristas y cadeneros se burlaba de nuestros atletas, que desea ver fracasar a Maldonado y cuanto venezolano haya por allí nada más porque es apoyado y/o apoya al gobierno, es la misma que dice que esto es dictadura y apoya a Franco en Paraguay, que luego de hacer mofa de nuestros muchachos en Londres pide no partidizar el tema, es la misma que decía que Chávez estaba listo de muerte pero que ahora la enfermedad resultó ser mentira, es la misma que alaba a Colombia por la firma del TLC con EEUU, la que ayer quería ALCA y que hoy dice: no queremos Mercosur.

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Wolfgang Rojas


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