Bueno, para no ocultar lo que realmente son, el candidato y quienes lo siguen insisten en comportarse como negadores a ultranza de todo éxito que logre nuestro país. Con el caso de MERCOSUR se han comportado como verdaderos mercenarios. A este acuerdo integracionista que indudablemente se convierte en factor de expansión y de potenciación de nuestra economía, no le encuentran ni un ápice de positivo. Para ellos es todo lo contrario, insisten en que las economías argentinas y brasileñas nos arruinarán. Nos chuparán. Nos tragarán y nos dejarán en la bancarrota. La pregunta que todos nos hacemos es: ¿Y qué ha pasado con las economías uruguayas y paraguayas? ¿Acaso su condición de formar o haber formado parte de MERCOSUR los arruinó?
El colmo de los colmos tiene que ver con el deporte. Concretamente con la participación venezolana en las olimpiadas de Londres y para ser más preciso con la medalla de oro obtenida por el esgrimista Rubén Limardo. En vez de propiciar y alentar una campaña de desprestigio en contra del deporte venezolano, acaso no era más constructivo emitir una declaración deseándole éxito a nuestra delegación. Y en el caso de Rubén Limardo, una vez ganada la presea de oro, no creen ustedes que lo más sensato hubiese sido emitir una declaración de felicitación por tan importante y trascendental logro, despúes de 44 años. ¡Claro que no! Ellos prefieren seguir de espaldas a la realidad. Mientras el país está jubiloso, ellos siguen amargados. Ya sabemos que en el supuesto gobierno opositor no habrá ministerio para el deporte.
Bueno, allá ellos con su caradurismo. Ya sabemos que su juego es a favor del fracaso. Negar todo el avance social, político, económico y cultural seguirá siendo su norma. De este lado estará la gran mayoría de nuestro pueblo seguirá trabajando a diario en el impulso de la Revolución Bolivariana. Celebrando cada avance y éxito con un liderazgo genuinamente popular y comprometido en la construcción del socialismo.
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