Supongamos que en la huida de los saltantes a un banco se les cae en la calle un fajo de billetes y alguien lo recoge, se lo lleva y se queda con el dinero. Los “blanqueadores” de dinero provenientes de robos, negocios ilícitos, narcotráfico etc.… se aprovechan de delitos que otros cometen convirtiéndose en coautores y cómplices del delito. De igual manera quienes se aprovechan de una tragedia colectiva para beneficio propio e individual, son unos desalmados. Eso es lo que hace la oposición venezolana con los eventos trágicos, accidentales o provocados que suceden en Venezuela. Cualquier analista político sabe que de los laboratorios de” Guerra Sucia” puede salir cualquier engendro, cualquier aberración. Sobre todo en el caso de las agencias de inteligencia de los imperios, agonizantes, pero que aún cuentan, con recursos tecnológicos, recursos financieros y militares para mantener su imperio usando la fuerza destructora y su poderío militar.
El caso de la Explosiones en Amuay, sea un accidente o sea un hecho provocado deliberadamente por organizaciones subversivas, que penetraron a las instalaciones o están infiltradas en el personal de la Refinería, ha sido convertido por la MUD y sus medios de comunicación, en un acto terrorista para desestabilizar al gobierno y tratar de restarle los votos de la mayoría del pueblo venezolano. Es un aprovechamiento de cosas o situaciones provenientes del delito y eso se llama complicidad, si es que no fueron los autores directos del hecho criminal.
El terrorismo más que el hecho en si, es la cobertura mediática y el enfoque que se le da. Si en el caso de la tragedia en Amuay, o de los accidentes provocados por las intensas lluvias caídas en todo el territorio nacional se trasmite la información clara, oportuna y veras por parte del gobierno, el cual, en sus niveles medios, peca muchas veces de una excesiva aprensión a “equivocarse” y la oposición se convierte en seria y responsable, que se solidarice con sus compatriotas afectados por las tragedias y no utilice su desesperación y su desconcierto para desprestigiar al gobierno. El hecho criminal no es terrorista. Sin cobertura mediática ni los pesados silencios de informadores públicos autorizados, un accidente es un accidente, un crimen es un crimen, una tragedia es una tragedia. No terrorismo. El único funcionario que informa claro y raspado es el propio presidente. A los demás se les nota inseguros, atemorizados a pesar de que el presidente ha dicho que no se le debe temer a la verdad, aunque nos duela y que no tenemos nada que ocultar. Les costó mucho informar que los muertos pasaros de 34, que hubo otra explosión a las 11 A.M y que se produjeron saqueos en la zona, tal como lo reseño, en su página Web Ultimas Noticias, en horas de la mañana
Habría que saber si existe alguien que actúa como vocero de Chávez ante sus ministros y dirige la campaña electoral en nombre de Chávez, pero con una salsa distinta a la que usa Chávez, con el mismo color pero con diferente sabor. Muchas consignas electorales, muchas de las imágenes que se trasmiten no tienen nada que ver con el Chávez que conocemos. Cuando se sacan personas dándole las gracias a la persona de Chávez, por todo lo que la revolución hace y sigue haciendo, cuando todos los colaboradores más cercanos, en cualquier actividad que desarrollan, usan la muletilla de que lo hacen por instrucciones del Presidente. Entiendo que en la actual campaña electoral es necesario resaltar la figura de nuestro Candidato, pero me parece exagerado y luce como si se estuvieran excusando y salvando su responsabilidad.
Algunos rechazamos el endiosamiento de nuestro amigo compatriota, al que conocemos de vista y trato, el Comandante Presidente Hugo Chávez Frías y advertimos el peligro, de crear un culto a la personalidad que nos dejaría sin amigo, sin líder y sin socialismo.
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