Alarma señores: Ramos Allup, seriamente aquejado de salud

El otrora peso pesado de AD, hoy menos que un cero a la izquierda, no se siente bien de salud.

Ha estado en permanentes chequeos médicos, ha estado en Houston, en la Clínica Caracas y en centros naturistas, aquejándose de males diversos en su cuerpo: problemas de tensión, de la próstata, dolores de cabeza, vértigos y un estado de cansancio general en el que le fastidia todo.

Males que han comenzado a surgir (o a recrudecerse) desde que lo obligaron, a partir de las Primarias, a jubilarse políticamente. A fin de cuentas, viene a descubrirlo bien tarde, su función como político parece haber concluido.

En la celebración de los 71 años de AD, al secretario general de Acción Democrática (AD) se le salieron algunas lágrimas. Cuando se organizaba el acto de la celebración tras bastidores pudo ver sorpresivamente el monigote de cartón de Capriles que le colocarían a su lado; se indignó el férreo dirigente aquel horrible adefesio con el que tenía que aparentar que Capriles le compartía feliz el cumpleaños de los adecos; en un rapto de impotencia que le provocó un desmayo, Ramos Allup echó a un lado aquel afiche y fue cuando le sobrevino una penosa crisis emotiva. Se tomó unos calmantes y se echó desconsolado en un sofá, rodeado de viejos compañeros que también se sentían ofendidos.

- Qué descaro, nojoda.

Y tratando de sacar fuerzas de su golpeado cuerpo, exclamó:

No acepto esa vaina – mirando al hierático monigote con la exquisita camisa Arrow de Capriles-: ese morrocoyuno carajo de Capriles aparece en todas esas propagandas como si le estuviera haciendo propaganda a las camisas Arrow, que falta de sinuosidades maremóticas con temblores de manos y muecas. Hacen falta chirriantes combates para que la diatriba conturbe las causas postreras. No saben eschavetar al contrincante. Sicofazearle su hora. Carecen de esguinces en la conciencia acomodaticia, en la hora matutina. No saben golpear con una propaganda agitativa. Están definitivamente periclitados, enchinchorrados, sin poder confeccionar un hampoducto por el que se desagüen a los pillos y holgazanes del mico. Carecen de multisápidas soluciones a los odios y rencores subalternos del castro-chavismo. Han perdido las multánimes palabras coléricas que el argot áureo exige en estos momentos. En fin se han dejado adormecer por los conciómetros castrenses, por las vagarosas aspiraciones de la deseabilidad más rastrera…

Parecía que hablaba solo, aunque sus compañeros de causa le escuchaban extasiados.

No llegaba ningún mensaje del exterior. Nadie se acordaba de AD en el mundo, cuando llegó a ser uno de los partidos más importantes de América Latina. En el noventa por ciento de las seccionales adecas del país no hubo celebración el 13 de septiembre.

Ya está apagada, pues, aquella voz hiriente, terrible del otrora más recalcitrante dirigente adeco. No fue en realidad Chávez el que lo acabó: fueron los billetes, fueron los sifrinos, fueron las órdenes del imperio. Y todo eso ha hecho que Ramos Allup esté hundido en la peor derrota de su vida.

Ayer le comentaba a su gente:

- Eso de Juan Carlos Caldera es totalmente cierto. Son todos unos cuatreros montados sobre los corceles del demonio, esos soñoritos de Primero Justicia. Que Dios nos coja confesados si llegaran a ganar las elecciones. Así sí es verdad que yo me asilo.

Estaba en sus desvaríos de hombre derrotado cuando lo llamaron para que leyera un documento. Sin fe en sus palabras, agotado y sin aliento, profirió:

- Nos atacan ofensivamente con una serie de acciones, algunas ofensivas, y según los otros defensivas, aunque no sé de qué se van a defender, para el mes de septiembre, que es el último de la campaña electoral. Aquí hay varias cosas que llaman la atención, una de ellas, el punto cuatro de la página uno, en el que llaman a ‘programar el voto’. Eso no lo entiendo… las bases oficialistas tendrían la tarea de mostrar en un mismo video las facetas desagradables de los representantes de la oposición. María Corina limpiándose la cara, Leopoldo López en guarimbas, Pablo Pérez borracho, lenguaje violento de La Patilla. Rechazo contundentemente la descaracterización de la oposición a la que se hace mención en un documento, y que la misma consiste en explicar quiénes fueron los adecos y asociarlos con Capriles, porque hay mucha gente que no tiene claro lo que fue la IV República.

Con los ojos llorosos, y una bruma permanente de desolación en el rostro, Ramos Allup pidió que lo sacaran urgentemente de la Casa de AD.

Se siente muy mal, ¿cuál será realmente el mal que le destroza?

jsantroz@gmail.com


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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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