En varias ocasiones, durante la actual campaña electoral, el Presidente
Hugo Chávez se ha referido a la necesidad de aumentar la eficiencia del
aparato de gobierno, a fin de solucionar los diferentes problemas de la
sociedad venezolana. Él espera que durante su próximo mandato ---en caso
de ser reelegido---, muchas de las debilidades que ha tenido su gestión de
gobierno sean superadas, y así se lo ha hecho saber a los diferentes
funcionarios que tienen responsabilidades al frente de ministerios,
gobernaciones y alcaldías.
La verdad es que pasar de un estado de cierta ineficiencia a otro de
eficiencia no debe resultar tan fácil. Para ello se va a requerir de la
implementación de un modelo de gestión que haga posible lograr los
objetivos planteados. En ese modelo de gestión deben jugar papel
fundamental las fases de seguimiento y control y de rendición de cuentas,
a fin de evitar que los recursos y esfuerzos utilizados se diluyan en un
mar de desorden y confusión.
Es por ello que resulta pertinente hacerse la pregunta ---a manera de
ejemplo--- ¿Cómo marcha la Misión A Toda Vida Venezuela?, la cual tiene
que ver con la política pública lanzada a mediados del pasado mes de
junio y que busca lidiar con y solucionar el grave problema de la
inseguridad en Venezuela. Es de suponer que a mediados del venidero mes de
diciembre ya se debería dar a conocer el primer informe que de cuenta de
las metas alcanzadas durante los primeros seis meses de vida de esta
misión. Es bueno recordar que la Misión A Toda Vida Venezuela es bastante
compleja, ya que ha sido estructurada con base en seis ejes estratégicos,
los cuales abarcan los siguientes aspectos: prevención integral y
convivencia solidaria entre los ciudadanos, fortalecimiento de los
órganos de seguridad ciudadana, transformación del sistema judicial penal,
creación de sistemas alternativos de resolución de conflictos,
modernización del sistema penitenciario, sistema nacional de atención
integral a víctimas de la violencia y creación y socialización del
conocimiento para la convivencia y seguridad. Es decir, hay mucho trabajo
por hacer.
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