Increíble que se hable de conciliar, he dicho muchas veces que el socialismo se gana o se pierde en la cabeza de los pueblos.
Eso no significa para nada que debamos conciliar, todo lo contrario: significa profundizar en los procesos de construcción de identidades, de referencias culturales, de nuestros imaginarios.
Se trata de trabajar y recuperar nuestra memoria histórica y construir nuestra nueva memoria. Consensuar no significa conciliar, los consensos se construyen en una lucha contradictoria, muchas veces antagónicas.
A veces pensamos que actuamos desde el poder, y eso significa que estamos haciendo una lectura errada de la realidad.
Ellos, la derecha, la oligarquía parasitaria, tienen el poder de los medios y en consecuencia todo el poder de creación de imaginarios, de cultura, deseos, realidades.
Creer que los dueños de los medios privados (el poder económico) no utilizan la violencia audiovisual sin compasión, es pecar de infantilismo.
Manejan los valores familiares y la escuela, y por si fuera poco en sus manos está todo el poderío mediático, desde el que utilizan el terrorismo mediático e inoculan el miedo colectivo.
La televisión, las revistas de modas, etc., nos siembran el terror y el miedo a ser negro, gordo, viejo, mujer, a no estar a la moda, etc.
En Venezuela pudiéramos estar expuestos diariamente a unas 2 mil imágenes publicitarias muchas violentas y de consolidación del capitalismo.
Que quede claro: es el “complejo militar industrial”
Insisto: ¿conciliar?
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