La lengua al menos el castellano se nutre del uso y costumbres cuyas raíces provienen fundamentalmente de la creatividad popular, pero hay palabras, hay términos, hay calificaciones que son inherentes a la Real Academia igualmente aplicables a esa especie que siempre existió y que aflora en momentos en que ellos creen oportuno ciertos comportamientos sociales.
Como sabemos esos comportamientos sociales han encontrado en el uso de la tecnología de la comunicación mayores facilidades para distribuir esos comportamientos y más allá de ello, el uso indiscriminado de calificativos e improperios propios de la histeria y la inconformidad ante el poder.
Haremos uso de palabras sin antónimos, porque no tiene ningún sentido darle la vuelta, así como están son perfectamente aplicables, vamos a hacer uso de aquellas palabras que los sinónimos creemos no son necesarios porque expresan radicalmente el sentido de aplicabilidad individual y/colectivo. De seguidas las palabras escogidas:
Necrofilia: Aficción por la muerte o por algunos de sus aspectos
Maldecir: Hablar de manera morbosa en perjuicio de alguien
Malqueda: Persona que no cumple sus promesas o falta a su deber
Fatuo: Falto de razón o entendimiento. Lleno de presunción o vanidad infundada y ridícula
Vacuo: Vacío, falto de contenido
Vade retro: Se utiliza para rechazar a una persona o cosa
Abolengo: Ascendencia de padres, abuelos o antepasados.Ascendencia
Abismar: Quedarse sorprendido, asombrado
Mentira: Expresión o manifestación contraria a lo que se sabe, cree o piensa. Manchita blanca que suele aparecer en las uñas
Ridículo: Que por su naturaleza o extravagancia mueve o puede mover a risa. Escaso, corto de poca estimación.
Es importante destacar que esta especie no es atribuible a toda oposición al gobierno, solo que la raya amarilla es fácil de atravesar cuando no existe la suficiente sindéresis y apremio en el uso de epítetos, acusaciones (culpa de Chávez), o sencillamente cuando en cualquier discusión se impone la condición del quien es mas opositor.
Nos quedamos en las palabras citadas y los comentarios sobre cada una de ellas, o complementos, adicciones, etc; las dejamos al libre ejercicio, eso sí, les advertimos que esto es solo para uso en caso de defensa y depende del grado de confianza entre los interlocutores. Es probable que, existan muchas otras palabras, solo que, no queremos acogotarlos, en tanto que creemos que esta aproximación nos servirá para ampliar el vademécum en la medida que ellos metan la pata, es decir como todo diccionario, dependerá de los miembros de esta especial real academia y del populacho, no utilizo lo del poder popular porque ahí, si es verdad que se van a disgustar, con lo que son y demuestran es suficiente.
rafaelfebles@yahoo.com