No creo que Pablo Pérez haya saltado la talanquera por decir que el presidente Hugo Chávez es insustituible; en mi criterio ocurre que no siempre se puede mentir y navegar contra la corriente más cuando se está al frente de la estatura política de un hombre como el Presidente, máximo líder de la revolución venezolana. La gente no es estúpida.
En Venezuela los opositores que adversan a Chávez se caracterizan por llevarle en todo momento la contraria, no importa las consecuencias; el asunto es atacarlo, hacerlo quedar mal y esto muy pocas veces lo logran. El tiempo le termina dando la razón al comandante.
Posiblemente Pablo Pérez descubrió eso tarde, pero lo descubrió y está dispuesto a no hacer más el ridículo como lo siguen haciendo Henrique Capriles Radonski, Leopoldo López, María Corina Machado, Julio Borges y tantos otros políticos adversarios que son capaces de hacer una campaña electoral sin propuesta alguna, solamente diciendo que Chávez es malo.
Resulta ilógico e increíble que, según la oposición, Chávez no tenga ninguna virtud ni ha hecho algo verdaderamente beneficioso por el país y salga fortalecido en cada consulta electoral. Eso lo dicen obviamente para engañar, pero no se lo creen ni ellos mismos.
En el caso de Pablo Pérez debemos tomar en cuenta que mentir no es fácil y en público menos; tal vez el ex gobernador del Zulia, ya desestresado de la campaña electoral, sin presiones, sencillamente se plantó frente a los periodistas y se le salió, tuvo una actitud espontánea, sincera, no pudo decir más nada que la verdad y señaló que Chávez es insustituible.
Pérez tampoco podía darse el lujo de plantear una barrabasada tan sólo por llevar la contraria en esas circunstancias en que Chávez regresaba de Cuba, y su llegada al país desató una reacción de alegría y felicidad comparada a la del 13 de Abril cuando el pueblo lo trajo de regreso después del Golpe de Estado. Sería tremenda torpeza.
Muchos quieren hacer ver que Pérez fijó esa posición para desmeritar la gestión de Nicolás Maduro ante la ausencia de Chávez, como para salvarlo, protegerlo, pero no, eso fue una acotación de la periodista que lo entrevistó y él la compartió y la reafirmó.
El ex mandatario zuliano dijo con gestos incluidos para reforzar su apreciación: “Hay que reconocer que Chávez es un líder. Un líder carismático, experto en comunicación, fuerte…Y el que no lo reconozca, vive en otro planeta”.
Y si vemos la situación desde otro punto de vista, esa declaración de Pablo Pérez siendo un enemigo político del proceso, quizás le hubiese resultado mejor a esa oposición que sustentó y sustenta su postura frente al Gobierno sobre la base de que Chávez nunca hace nada bien, como si los venezolanos fuéramos unos tarados mentales.
De todas maneras no hay que confiarse de opositores; porque bajo ninguna circunstancia se descarta que el activista de UNT derrotado en las elecciones regionales del 16 de diciembre, hablara con esa soltura y libertad de Chávez pensando en que se refería a un líder político que ya no volverá a gobernar.
O simplemente busca amortiguar y salvarse de las denuncias de corrupción que en su contra parecen cernirse dada su gestión en la Gobernación del Zulia.
Con esa gente, nunca se sabe por dónde vienen los tiros.
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