Capriles : ¿Marioneta electoral?

Tras la muerte del Comandante Hugo Chávez Venezuela quedó inmersa en
un proceso electoral con características muy particulares. Lo que
algunos especialistas, despectivamente, han llamado el “efecto luto”
se ha convertido en un sentimiento que ha fortalecido y unificado el
chavismo como una corriente social y política que luce imbatible.

Las inmensas movilizaciones para despedir al Comandante Chávez son
expresión clara de un pueblo que durante los últimos 14 años avanzó en
su organización y adquirió un nivel de conciencia que nos permite
afirmar que el dolor no es único sentimiento que predomina en los
sectores populares. En esas movilizaciones se expresa una firme
determinación a defender la Revolución Bolivariana. Muchos activistas
que permanecían en la “militancia pasiva” se han reactivado para
incorporarse a esta batalla que va más allá de lo electoral.

Será una campaña electoral muy corta y promete ser muy intensa. Se
desarrolla en un contexto emotivo que trasciende lo inmediato y
adquiere una dimensión con expresiones significativas determinantes.
La masa que tradicionalmente vota está dominada por quienes
históricamente han sido excluidos y fueron incluidos y reivindicados
por Chávez.

En este contexto las posibilidades electorales de Capriles son nulas
al extremo que cuando aceptó la postulación (unánime de la MUD)
admitió que lo habían enviado al matadero. Dejando al descubierto que
actuaba como una “Marioneta Electoral” cuyo objetivo oculto es
convertir al país en un laboratorio para la aplicación de acciones
estratégicas de lo que se conoce como “Guerra de IV Generación”.
Acciones que tienen un distorsionante componente psicológico.

La candidatura de Capriles busca un efecto a mediano plazo. Saben que
perderán las elecciones y piensan en un referéndum revocatorio o una
salida antidemocrática. Para alcanzar este objetivo lanzan
generalizaciones que parecen vagas y/o absurdas con la intención de
etiquetar al chavismo con estereotipos que faciliten la distorsión de
la realidad. Por ejemplo, comenzaron negando la fecha de muerte del
Comandante Chávez tratando de golpear el núcleo básico del sentimiento
popular (generalización) y con ello pretenden decir que los dirigentes
del chavismo son manipuladores y mentirosos (estereotipos) que juegan
con la figura de un muerto. Luego, afirman que no hay tales
manifestaciones de dolor en el pueblo, sino un grupo de dirigentes que
juega con un muerto para alcanzar objetivos electorales (negación y
distorsión de la realidad).

Ante esta perversa estrategia electoral y en el contexto
sociopolítico actual, la figuración emotiva de Chávez no tiene lugar a
dudas. Su conexión con el pueblo venezolano, su personalidad y su
liderazgo son reconocidos en el mundo por su obra, sus acciones y
convicciones. De allí, que los asesores de Capriles (especialistas en
“Guerra de IV Generación”) se plantearon como estrategia distorsionar
y pervertir el impacto simbólico de Chávez.

Me explico; Capriles no tiene personalidad, ni referente simbólico.
La oposición no encontraba como encarar la campaña por las debilidades
del candidato. Se percataron que si lo enfrentaban a la figura de
Chávez, terminaban fortaleciendo el chavismo y deciden crear una
confrontación ficticia entre Chávez y Simón Bolívar por eso le colocan
ese nombre al Comando de Campaña. Buscando un referente terminan
ofendiendo una invalorable expresión simbólica de nuestra historia
porque Capriles encarna la negación de los postulados del Libertador
Simón Bolívar. Capriles es la negación de la Patria.

Este pervertido diseño electoral basado en la manipulación y
distorsión de la realidad es una acción premeditada que busca
apropiarse de los referentes simbólicos del chavismo y lo complementan
con un falso discurso que copia expresiones de Chávez como por
ejemplo; Capriles gritando: “Los que quieran progreso vengan conmigo”
Pobrecito! Una pésima copia porque esa expresión necesita un contexto
histórico de lucha y sacrificio por la patria y un liderazgo que solo
Chávez ha encarnado. O escuchar a Capriles exigiéndole a Maduro que no
se meta con las Misiones Sociales, no hay incauto que crea este
discursito falso y abusivo porque Capriles es enemigo de las Misiones
Sociales.

La campaña de Capriles demuestra su miseria humana. Pretender
enfrentar a Bolívar con Chávez solo sirve para esconder la visión
excluyente, elitesca y antinacional que los ha identificado
históricamente como los enemigos de la Patria. Capriles no tiene
personalidad, no tiene ningún referente simbólico ni tiene
posibilidades de ganar las elecciones. Solo tiene mucho dinero que
aportan las transnacionales que sueñan con apoderarse de nuestros
recursos naturales.

La elección de Nicolás Maduro será un tributo al Comandante Hugo
Chávez. El pueblo en la calle está manifestando y exigiendo lealtad a
los objetivos socialistas plasmados en el “Plan de la Patria” que se
convirtió en la guía de acciones estratégicas para esta batalla
electoral y la profundización de la Revolución Bolivariana.


dariomorandy@gmail.com



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Darío Morandy


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