Irresponsable, caradura, mentirosa, descarada, antipatria, entreguista, fascista, etc. Siga usted con los calificativos que bien merece la oposición venezolana que desde hace tiempo se ha convertido en portavoz, traficante y embajadora de la mentira. Empedernidamente dada a tergiversar la verdad, abismalmente opuesta a la justicia y rabiosamente enemiga de la solidaridad y la integración latinoamericana. Queremos seguir creyendo que nació en esta tierra y en alguito se pudiera considerar heredera de nuestros héroes de la resistencia indigena y los libertadores.
De todo lo nuestro se han burlado. Cualquiera pudiera preguntarse por qué viven aquí? Por si faltara algo, concluyeron que para mayor descaro e con pretensión de herirnos en lo más profundo del alma se atrevieron a utilizar el nombre de Simón Bolívar para su comando de campaña perdedor. Exprofeso. A propósito y con toda la mala intención.
Por donde se les mire y se les busque uno sabe muy bien que para ellos, renegados de la historia patria, Guaicaipuro, Bolívar, Sucre, Urdaneta, Girardot, Ribas, Negro Primero, y toda la gama de forjadores de la nacionalidad, nada significan. La mejor prueba ocurrió aquel 12 de abril de 2002 cuando pretendieron borrar a Bolívar de nuestra conciencia, descolgar su retrato para tirarlo en un baño y eliminar la palabra Bolivariana del nombre de Venezuela y de la Constitución.
Ahora resulta que andan en una desesperada viajadera con discursos malintencionados y mentirosos. En ninguna parte dicen, por ejemplo, que su excandidato perdedor la misma noche del 14 de abril, al no reconocer la derrota, instigó a sus seguidores a cometer crímenes, quemar centros de salud y otras tropelías. Este señor excandidato es responsable hasta ahora de 11 compatriotas asesinados y otros delitos que ameritan la aplicación de justicia.
Por si fuera poco, se han atrevido a pedir e implorar la intervención de nuestro país. Para ello se basan en que aquí se violan los derechos humanos. Argumentan que nuestro gobierno persigue a los opositores, reprime sus manifestaciones, no hay libertad de expresión, se les ha cometido un fraude electoral y otra sarta de mentiras.
No hay dudas, estamos en presencia de una oposición definitivamente enferma, cargada de odio y practicante del fascismo. Cuenta con apoyo de empresarios, medios de comunicación privados y tiene quien los asesore y financie en el exterior, especialmente en los Estados Unidos. Razones por las cuales seguimos viendo un excandidato perdedor y adláteres envalentonados, retadores, desafiantes y agresivos.
Nos unimos a los millones que exigimos la aplicación de la justicia. Los 11 compatriotas asesinados, la persistente descalificación a las instituciones y todos los daños a los bienes de la nación no pueden quedar en la impunidad. No se nos olvide ni un minuto: ¡Chávez vive, la lucha sigue!
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