Henrique Capriles morirá como el turpial de Cancancha: de arrechera

No puede ser de otra manera, a los soberbios, a los prepotentes y a los amigos de hacer lo que les da la gana los mata la ARRECHERA.

Cuenta una leyenda maracucha que al norte de Maracaibo, en el sector de Canchancha, un campesino se propuso enjaular un lindo turpial, que llamaba la atención del vecindario porque todas las tardes desde una mata de cují silbaba, y lo hacía con tanta dulzura que el turpial se hizo famoso. Al día siguiente de la captura el campesino fue a observar su turpial; cual seria su sorpresa, lo encontró muerto. El campesino pregunto a su mujer, con una actitud de frustración, tristeza y rabia: ¡Coño María! El turpialito amaneció muerto, ¿vos no sabéis de que se moriría? A lo que ella contestó:..Claro mi´jo, de lo que te vais a morir vos, de ARRECHERA.

Desde entonces se hizo popular en la jerga maracucha la sentenciosa frase, “TE VAIS A MORIR COMO EL TURPIAL DE CANCHANCHA, DE ARRECHERA”. No creo que exista un maracucho o maracucha que no haya utilizado o recibido esta vernácula sentencia.

Pues bien, Henrique Capriles, desempeñó muy bien su papel de líder de la oposición apátrida y del imperialismo yanqui. El guión que le asignaron para las elecciones del 14A, lo cumplió impecablemente a pesar de sus limitaciones. Fue un fascista completo en su campaña, quién lo niega. Se vistió de Chávez y llevó en su pecho la imagen del Che. De lo demás se encargó el poder mediático de la oligarquía y del Imperio, tanto interna como internacionalmente. Se mimetizó de pueblo y caló en el ánimo de la gente indecisa y voluble, que acompañó el proceso revolucionario con el liderazgo del Comandante Chávez, pero que no está convencida de las virtudes de la Revolución Bolivariana y de lo que significa derrotar el capitalismo imperialista, como el sistema de relaciones sociales y el modo de producción y distribución de la riqueza, causante de nuestras miserias sociales, económicas y de todo orden.

No fue hasta que se recibió el veredicto del CNE y se enfrentó a la verdad, era el perdedor. Capriles perdió el libreto y fueron su carácter y su inteligencia los factores determinantes de su conducta. El libreto contemplaba tres situaciones que debían provocarse y lograrse con inteligencia y precisión: Hacer efectivo en el seno de las masas antichavista la convicción del fraude, evento anunciado con antelación. Segundo, provocar una insurrección de masas y una represión con carácter de guerra civil. Y finalmente, solicitar la intervención armada del Pentágono como es costumbre del Imperio, en cualquier parte del mundo donde sus intereses tienen clavadas sus garras.

Para desgracia del fascismo moderno yanqui, los hijos de Chávez no solo conocían el libreto, sino que tenían la estrategia para enfrentarlo: UNIDAD, UNIDAD…NO CAER EN PROVOCACIONES...CERO VIOLENCIA...LOGRAR LA PAZ SOBRE TODAS LAS COSAS.

Contra ese muro se fueron estrellando cada una de las mentiras del argumento del tenebroso guión. Hoy día no cabe duda que el "laureado" protagonista, más chavista que Chávez, con mas amor por los cubanos que Martí y mas patriota que el mismo Libertador Simón Bolívar, perdió su indumentaria de actor quedando al desnudo, como lo que es, un farsante fascistoide.

Mucha gente se preguntará: ¿Que va a ser del futuro político de Capriles después de esta tragicomedia que le ha tocada vivir?

Este "caballero" logró convertirse en el líder del anti chavismo y prospecto indiscutible de agente del Imperialismo para sus marramuncias electorales en Venezuela. Eso no es poca cosa. Ese capital de popularidad lo derrochó en gran parte, sin lugar a dudas. ¿Que le va a argumentar a su clientela electoral en las elecciones municipales, cuando el arbitro no puede ser otro que el CNE que él descalificó supuestamente por corrupto? ¿Que respuesta le tiene al pueblo pobre que votó por él y a los venezolanos de su talante fascista: 11 venezolanos asesinados, todos humildes chavistas. Saqueo y destrucción de los CDI, emblemas de los logros de la Revolución Bolivariana para el resguardo de la salud de los pobres? ¿Como podrá negar sus vínculos y componendas con Álvaro Uribe Vélez, mentor del crimen organizado en Colombia; narcotraficante de origen, fundador del paramilitarismo, enemigo declarado de Venezuela y agente del Imperio guerrerista yanqui en Latinoamérica?

Lo que le faltaba a Capriles para correr la suerte del Turpial de Canchancha es que Globovisión ya no sea su arma de guerra e instrumento de alienación y terror, como parece que va a ocurrir.


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Rafael Godoy Villasmil


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