Visto el comportamiento actual de los medios audiovisuales en Venezuela es muy difícil imaginarse un cambio por iniciativa propia de sus dueños capitalistas.
Definitivamente los empresarios dueños de medios le tomaron el gusto al activismo político; fueron protagonistas del golpe de Estado de 2002 contra el presidente Hugo Chávez y aún mantienen esa sonrisa de placer en sus rostros.
El pacto entre ellos se mantiene: no hablar mal de la oposición, nunca destacar la mala gestión de alcaldes y gobernadores, diputados y candidatos de la oposición.
Veamos el caso de la alimentación. En Venezuela hay suficiente alimentos para toda la población y, por si fuera poco, se subsidian muchos alimentos de primera necesidad.
En Venezuela lo que existe -por parte de los medios y empresarios sediciosos- es una guerra económica, que impacta negativamente en la percepción de un grueso sector de la población.
Esta guerra económica (acaparamiento) exacerbada por los medios (miedo-terror) moviliza al consumo y almacenamiento de alimentos que afectan el abastecimiento, generan escasez artificial y motivan los instintos individualistas del ser humano.
Por ejemplo, en las zonas fronterizas existe un destructivo contrabando de extracción de alimentos, subsidiados por el Estado venezolano, que crea desabastecimiento.
Su guerra va dirigida a socavar los principios y valores solidarios del ser humano promocionados por el Gobierno socialista; su guerra busca pulverizar el sentido de la igualdad con equidad, principio fundamental de la justicia social.
Aquí radica lo sustancial de su ataque, nuestra respuesta debe ser dialéctica, eficiente y eficaz.
Nota: artículo publicado con el título "Valores y escasez" en diario Correo del Orinoco No1341 del viernes 07 de junio pag 15