Cada día chequeo la pagina de aporrea, suelo leer artículos de opinión, aveces me da la impresión que los compatriotas escriben como si fueran de la oposición o les estuviera haciendo el juego a la ultradercha por a sencilla razón que no dicen algo más positivo sino caen en la constante critica. No me estoy oponiendo a libre ejercicio de pensar y opinar pero no creen que ya es bastante hacerle comparsa a la política de desestimulo político cuando cuestionamos todo.
Sé que estamos e una nueva etapa de nuestro proceso revolucionario donde se necesita la corrección afondo, de es no hay la menor duda, pero tengamos mucho cuidado a la hora de criticarlo todo como si tuviéramos la barita mágica para solucionar las cosas de un solo tiro. Hace años era constante lector de una página revolucionaria, e este momento no recuerdo el sitio WEB, pero me di cuenta que lego a un estado contrarrevolucionario porque la mayoría de sus artículos iban dirigido a atacar todo lo que era gobierno, todo porque es muy fácil cuestionar desde las gradas y no atreverse a bajar a rodeo y enfrentar las realidades.
Sé que desde la enfermedad de Chávez y posterior a su muerte se dijo una y mil veces que la revolución acabaría, cosa que nunca he creído porque hoy la tenemos pujante. Al principio comenzamos a cuestionar el exceso de liderazgo de Chávez donde decíamos que solo él mandaba y que no le daba espacio a más nadie. Hoy cuando tenemos otra realidad y vemos a un presidente como maduro que hace un gran equipo de trabajo sin descanso muchos se han propuesto a bombardearlo diariamente, a criticarlo, sino a él a sus ministros.
Tengamos mucho cuidado con estas posiciones, no los millones de chavistas tienen a fortaleza ideológica que tratamos de mostrar en nuestros escritos y pensamientos. Muchos fueron presa de la manipulación mediática, de chisme, la coquetería con la derecha, el golpe económico, ec y no salieron a votar poniendo e peligro el proceso. Si lo perdemos y la Ultraderecha se monta e el poder, ya no habrá más críticas a nada porque ese país no queden muchos revolucionarios para cuestionar nada.
Hagamos los señalamientos pero a la vez reconozcamos el esfuerzo de lo que se hace bien y nuevo.
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