Para nadie, es un secreto, que la oposición venezolana siguiendo mandatos de los Estados Unidos y de la derecha internacional, desde que el presidente Hugo Rafael Chávez Frías comenzó, en 1999, con su gobierno democrático, participativo y protagónico, ha seguido al pie de la letra las actividades de un plan con el objetivo de desestabilizar el estado de cosas implantado por la revolución bolivariana, para generar la guerra en la nación y hacerle más fácil a sus amigos imperialistas, invadir al país y repartirse sus riquezas y sus recursos naturales renovables y no renovables, como lo han hecho ya, con irak, Afganistan, Libia y tratan de hacerlo con Siria.
Sabemos también, que las guerras en el mundo, son producto de la ambición desmedida, primitiva, primero, de los seres humanos, donde un marcado espíritu de ganar terreno y propiedades, los lleva a la destrucción de los otros para ganarse un botín, la propiedad; pero también, la guerra, la usan los que en función de esa propiedad, quieren ganar más y más (capitalismo) para justificar con un mínimo de técnicas y de organización, producir mucho dinero para su subsistencia.
Igualmente sabemos, que los Estados Unidos y sus aliados de derecha en Europa, están quebrados económicamente y no tienen recursos para mantener “su gran desarrollo tecnológico y social”, su capital. Por eso ellos desean una desestabilización, una guerra en Latinoamérica, porque de esa manera pueden apoderarse, hacer suyas, esas riquezas que alberga este continente, centro suramericano. Es su salvación económica, como han hecho desde que comenzó la etapa de “la conquista”, española, inglesa, alemana, portuguesa, es decir europea, en nuestras tierras. . Y así, como dicen, matan dos pájaros de un tiro, se anexan nuestros territorios, se reparten nuestras riquezas y con la venta de armas, obtienen mucho, bastante real. A ellos no les importa más nada.
Ayer en Venezuela, buscaban El Dorado, perlas y piedras preciosas, hoy quieren el petróleo. Ayer, nuestros indígenas, nuestros negros, los pardos en general, pobres, sin recursos, lucharon a capa y espada para decirle a los invasores imperialistas que el suelo sagrado de la patria no se alquila, no se vende, ni se entrega, PRIMERO LA MUERTE, como lo gritó a los cuatro vientos el cacique Guaicaipuro, el Negro Miguel, Negro Primero,(por mencionar algunos) luego, lo hizo magistralmente, nuestro padre de la patria Simón Bolívar y finalmente nuestro amado comandante eterno Hugo Chávez, que nos dejó una patria.
Por eso me ha llamado la atención, que últimamente los capos de la oposición venezolana (los menciono así, porque no sé qué nombre feo ponerles, por lo ratas que son) , pronuncian mucho en sus discursos la palabra GUERRA y expresan frases como “Chávez inició la guerra en Venezuela” y los otros, como a la que le dieron el premio de cine en España, también lo dijo. Ahora los diputados de oposición, que tan sólo verlos y oírlos dan diarrea y vómitos, no sólo lo dicen, sino que sus acciones son una incitación a la violencia y a la guerra.
También, me inquieta, como los diplomáticos estadounidenses, expulsados recientemente del país, que son unos monstros de siete cabezas, adiestrados para espionaje y recontra, pero recontra espionaje, se hayan dejado ver el hueso , con eso de las reuniones con la oposición y con los sectores en conflicto en el Estado Bolívar. Creo que no puede ser, que hayan subestimado, así de esa manera, también al espionaje y recontra, pero recontra y muy recontra espionaje del gobierno revolucionario bolivariano de Venezuela.
Querían el incidente, ¡sí señores, querían el incidente¡, porque ellos están que se mean por desatar la guerra en el país. Y digo , que se mean, porque es que no pueden aguantar más las ganas, ya que su gente, la oposición escuálida, fámelica, payasa y títere, que tienen aquí, no ha podido hacer el trabajo. Eso, que hicieron estos diplomáticos expulsados, en cualquier país que se respete, es para hacerle consejo de guerra, o simple y llanamente, así como procedió los Estados Unidos con los cinco héroes cubanos, detenerlos en una mazmorra de esas de la Cuarta República, aquí en el país.
Pues, los señores expulsados, ahora están “echándole de comer a los cochinos”, engordando la mente, enajenando a los opositores y los que no son y montando su farsa mediática internacional, para que vean que Maduro desalojó del país a unos santos niños de atoche que estaban haciendo trabajo misionero con la oposición y sectores en conflicto en las empresas de Sidor y por eso y muchas cosas más que han pasado y las que supuestamente dejaron programadas en el país, hay que armar a la oposición, contratar a los mercenarios y mandarlos a echar plomo para acá ¿Qué tal?
Qué Dios nos ampare, la santísima Vírgen Del Valle, la Chinita, la Vírgen de Coromoto, José Gregorio Hernández, deidades del mundo, nos protejan de todo mal y todo peligro de la guerra, porque quienes hoy nos azuzan con la guerra, unos, no tienen idea de lo que significa la guerra. Los más ricos trasladarán a sus familias para el exterior, pero los que nos quedamos aquí, sirios y troyanos, vamos a vernos en el mismo espejo de los hermanos de Irak, de Libia, de afganistan y ahora de Siria. Nos encerraremos en nuestras casas a esperar los tiroteos, las bombas y los misiles, a esperar la muerte y la destrucción. Y también, guerreros como somos, nos despediremos de la familia para ir al frente de batalla, imperturbables, así como nuestros antepasados, a decirle al mundo entero y los que supuestamente viven en otras galaxias, que aquí en Venezuela, país de América del Sur, nacimos para defender la libertad de la patria y que nadie, pero nadie, nos hará arrodillarnos y bajar la cabeza, ante la guadaña de los invasores.
Sí señores, la oposición quiere la guerra en Venezuela, ya la anuncian, pero lo que no saben, es que el espíritu de nuestro amado Hugo Rafael Chávez Frías, nos guía y nos inspira. El nunca quiso la guerra, él quiere la paz para la Patria y para los pueblos de Latinoamérica y el mundo. Desde el cuartel de la montaña, los cuatro elementos de la flor que lo acuna, irradia protección , fuerza y valor, para los que tienen la responsabilidad del Estado de derecho, de equidad y justicia social, al presidente Maduro y a su equipo de gobiernó y al pueblo, para que sepan tomar las decisiones correctas, ante lo que se nos viene encima. Estamos tranquilos.
Y saben por qué?. Estamos tranquilos, porque el 8 de diciembre les demostraremos una vez más, que no hay vuelta atrás, que la revolución bolivariana, con las amenazas y debilidades que pueda tener, tiene muchas fortalezas y una de ellas, es su binomio Pueblo-Fuerzas Armadas y el ejemplo de 14 años de garantías y derechos humanos en la población. ¿Quieren más?