En estos días compartí diferencias con unos amigos de la oposición, que regresaban de sus vacaciones en España.
Me hablaron de que “en España se respira paz, orden, limpieza y progreso”.
Uno de ellos, me restregaba en la cara: “allí se puede salir a cualquier hora de la noche sin miedo a la inseguridad”
Por cierto que “paz, orden y progreso” fue la consigna del franquismo, es la del Partido Popular en España y la del partido Primero Justicia en Venezuela.
Un discurso que tiene su expresión concreta -ejemplos- en las dictaduras más feroces de la España franquista y el Chile del dictador Augusto Pinochet.
Sus características: la represión, la “caza de brujas” y la desaparición -muerte- del contrario. En Venezuela se conoció como: “la paz de los sepulcros”.
A pesar de las aberraciones dictatoriales, la derecha históricamente ha sabido mantener, vender y posicionar su discurso, en contraposición a la libertad, la democracia y la participación del pueblo.
Mis amigos escuálidos -los turistas- no vieron la pobreza, no se enteraron de los casi 6 millones de desempleados y las decenas de suicidios de muchos que perdieron sus hogares por las hipotecas.
En Venezuela, los parásitos con dinero -el fascismo- con su poder han generado el caos: sabotaje de servicios y, con complicidad de los medios, promueven la escasez, el acaparamiento de productos de primera necesidad, la especulación, el clima de inseguridad; y simultáneamente desarrolla una poderosa campaña mediática ofreciendo: “paz, orden y progreso”.
El fascismo opositor sigue jugando con cartas marcadas -llama a plebiscito- y el pueblo pide: ¡Mano dura Nicolás!
Nota: artículo publicado en el diario Correo del Orinoco número CO1488 del viernes 01 de Noviembre de 2013 con el título: "Paz, orden y progreso"