Es un hecho que durante la época de Chávez y ahora, en la época del Chavismo, la extrema derecha ha sido derrotada en todas las batallas, pero la guerra continúa.
En pleno duelo Nacional por el fallecimiento de nuestro líder supremo celebraron y "contaron los pollitos antes de nacer". Hicieron un calculo matemático y político que les falló el 14 de abril, con todo y nuestro debut sin el capitán del equipo en persona.
Desconocieron los poderes públicos igual que en 2002 hicieron con la Constitución y las leyes, desconocieron el resultado y "descargaron su arrechera" con guarimbas, muertos y dolor, no conformes con la tragedia, desconocieron el resultado y la autoridad de Maduro.
En este contexto desataron todos sus demonios con el sabotaje eléctrico, la especulación y el acaparamiento como consecuencia directa de la guerra económica para caer derrotados nuevamente el pasado 8 de diciembre, fecha que tenían pautado incendiar el País si los resultados les favorecían.
Esta nueva y contundente derrota los dejó desarmados desde el punto de vista político y se "tiran unas patadas de ahogados" primero asumiendo las banderas hipócritas de la reconciliación y el diálogo y luego reconociendo la autoridad de Maduro.
Muchas han sido las lecturas del nuevo look de Capriles, pero no hay que olvidar el uso que hicieron de nuestro Simón Bolívar, nuestros símbolos y canciones, incluso llegaron a decir maravillas de las misiones y Chávez mismo para captar votos en nuestra base política de apoyo.
Como decía Chávez: "por mas que te tongonees, siempre se te ve el bojote".
Esa gente anda en pleno desarrollo de actividades insurreccionales disfrazadas de lucha revolucionaria y sus viajes al exterior lo certifican.
Debemos estar muy alertas porque la estrategia del enemigo es "confundir" nuestros aliados y restar nuestra base política de apoyo.
¡Ojo pelao con esto!
