Venezuela tuvo que ofrecer la vida de tres cuartas partes de su población para lograr su primera independencia, el bien más preciado según nuestro Libertador Simón Bolívar. Su nacimiento fue unido a otras repúblicas y luego en pocos años, signado por la traición. A pesar de ello, nuestro pueblo bolivariano jamás olvidó su gesta heroica y continuó batallando por hacer realidad el contenido social de todas las proclamas y documentos nacidos en décadas de organización, reflexión y lucha, impregnados de la grandeza que los inspiró.
Ahora luego de casi dos meses de asedio, golpe “suave”, prolongado, por parte de la MUD y sus líderes Antonio Ledezma, Henrique Capriles, Leopoldo López, María Corina Machado, donde las pérdidas humanas no cesan, miles de árboles se inmolaron en toda la nación y particularmente en nuestro Guaraira Repano y en El Chorro, del edo. Táchira, quizás en lugar de muchos venezolanos, para no seguir sumando a la escalada de muerte provocada por la ignorancia. Aves, perros y gatos también se ofrecieron para evitar esta conjura contra la estabilidad de una república que apenas tiene 200 años de existencia y 100 de integridad territorial según el especialista en derecho internacional Fermín Toro Jiménez.
Una amiga, profesora de Economía Política de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV), narró en una reunión de Cotrain (Instituto de Formación Cinematográfica) cómo en San Antonio, (suburbio cercano a Caracas), todas las acciones realizadas para levantar las guarimbas, causantes de destrozos físicos y humanos en esa localidad, eran sospechosamente construidas en lugares donde pudieran ser registradas por las cámaras en ángulos cerrados aunque en sus alrededores todo estuviera en paz. Asimismo, las personas que las construían y resguardaban posaban en posición de combate sin estarlo, solo para ser tomadas por el click de uno de esos teléfonos inteligentes, creados por el Tío Sam para subvertir el orden.
Hemos visto fotos de esas fotos en las redes sociales, no es novedad, pero es un testimonio inmediato de alguien a quien le han impedido paso decenas de veces por el capricho de quienes insisten en afirmar que en Venezuela hay una dictadura porque prefieren tomar los atajos y no participar en los múltiples espacios que la Revolución Bolivariana les proporciona gracias a la Constitución de 1999 cuando fuera aprobada en Referéndum Consultivo por un altísimo porcentaje de la población.
Esta guerra de utilería ya pasó de las guarimbas a la quema de universidades, supermercados, sedes de instituciones públicas, establecimientos de servicios médicos, alimenticios, etc. etc. porque la idea, según esta profesora, es mostrar la foto de estos lugares ardiendo para hacer creer que en nuestro país hay una guerra civil. Hasta los árboles caídos dice son coartadas para crear imágenes parciales que parezcan derribados por el impacto de bombas reales que el gigante de siete leguas está acostumbrado a utilizar en su larga historia de crímenes y atrocidades.
Nuestro Presidente Eterno Hugo Chávez Frías nos dejó el Plan de la Patria, ahora constituido en Ley, para ofrecernos una visión real de lo que es posible hacer en todos los órdenes en esta inmensa nación en contraposición a la estela de destrucción y muerte dejada por quienes obedecen ciegamente los dictámenes de una potencia que ya tiene sus años contados.