A raíz de las mesas de dialogo recientes, de las cuales las dos últimas han sido secretas, lo que evidencia las sospechas de la izquierda revolucionaria de este país (No la izquierda de AD-COPEI sino de la globalización neoliberal), que allí se está negociando la revolución bolivariana y es bueno mencionar el pensamiento de Bolívar que bajo las sombras solo opera el crimen, en este caso sería un crimen de lesa patria y lesa humanidad “vender la primogenitura de Venezuela”.
Sigo, a raíz de las mesas (Clandestinas) de dialogo/entrega/pacto, la derecha ha manifestado que no tiene ningún problema en insertarse en el supuesto plan de la patria, es decir, el plan para la defensa o ejecución de los principio constitucionales de la seguridad ciudadana y seguridad nacional que tiene Maduro, ahora, el cual comenzó con el mismísimo Chávez, hace casi dos años. Así lo han manifestado, el “genio” (En el país de los ciegos el tuerto se pierde de vista) de la MUD, la parte menos influyente de la derecha puesto que no cuenta con el aval de Washington, el tal Aveledo, y por otro lado también lo han manifestado los representantes de la ultraderecha venezolana, quienes están nadando en dos aguas, tienen un pie en las guarimbas y el otro en el “dialogo”, primero justicia por intermedio de su líder Capriles Radonsky y el alcalde de Petare.
Ahora bien, ha de preguntarse obligatoriamente el por qué la derecha pone tanta traba y sabotaje desde el punto de vista institucional (Manipulación con los derechos humanos, defensa jurídica, denuncia pública e internacional, etc.) a favor de las guarimbas, por un lado porque por el otro es co-participe de ella, que son verdaderos actos de terrorismo y subversión en contra la constitución y afectan el corazón de la seguridad ciudadana y la seguridad nacional del país, y por el contrario ahora en la mesa de dialogo/traición dócilmente dice que se incorporan en un plan de seguridad pública del gobierno “bolivariano”.
La respuesta es elemental, amigo Watson, las guarimbas son actos subversivos en contra de la revolución bolivariana con miras a derrocarla y desaparecerla, instigadas, dirigidas, financiada y monitoreada por el imperialismo yanqui y la derecha internacional, las cuales incluyen no solamente la tranca de calles, el acto de terrorismo tradicional sino la guerra mediática, la injerencia con organismos de supuestos derechos humanos, la verdadera guerra económica (Especulaciones con dólar y con los precios) y el funcionamiento de las quintas columnas o “guarimbas oficialistas”, que no moja pero empapa, cuya manifestación concreta son los actos de prevaricato y corrupción, es decir, cuando los funcionarios públicos no cumplen con sus funciones o deberes públicos, inexplicablemente o cuando roban (Corrupción).
Todo este tipo de conductas son delitos de la derecha, el terrorismo de estado imperial, la violación al principio de autodeterminación de los pueblos por intermedio de una guerra de agresión, en esta etapa de baja intensidad como sería el terrorismo y la manipulación mediáticas, la agresión a la economía del país y las acciones de terrorismo tradicional como serían las guarimbas en sí y las acciones de sabotaje a la infraestructura del país y a las personas.
Este tipo de delito de la burguesía que sería la subversión de derecha, tiene una forma peculiar de combatirse, que nuestras policías, fiscalías y tribunales de origen y continuidad, hasta la fecha adecos-copeyanos y sus derivados, más el agregado pumalaca o boliburgués, que es del mismo espectro ideológico.
Esta subversión se combate con leyes, tribunales, policías, fiscalías anti-imperialistas y de protección a la soberanía nacional y a la soberanía popular que hasta ahora ha manifestado estar en contra del neoliberalismo ideología actual, y única, de la derecha global.
Esto implica operadores de justicia que antes de actuar como un ejercito de invasión en las barriadas populares asesinando y violándoles la mas mínima condición humana a los pobres o cobrándoles vacunas por cualquier gestión por mas mínima y obligante que sea para los funcionarios, ir con un plan de empleo y hacer una lista de los beneficiarios de los productos de primera necesidad para hacerles sus respectivas cartillas de productos liberados (Ya no los pagaran ellos de sus bolsillos maltrechos sino el estado),y no esas largas colas denigrantes y asfixiantes, para venderles alimentos subsidiados, en donde los bachaqueros vivos se quedan con todo, en complicidad con policías y comerciantes felones que el gobierno escoge para repartir alimentos.
Esto implica que los operadores de justicia tienen que estar alerta y supervisando las 24 horas del día los medios de comunicación privados de derecha para replicarles ante cualquier agresión psicológica (Que menoscabe el poder popular y al poder nacional) en contra de los valores constitucionales, así como estar vigilante de cualquier entidad bancaria sobre cualquier operación que afecte la economía y las finanzas nacionales así como deben estar repartidos en todos los centros de distribución de alimentos y bienes y centros de servicios, pendiente de cualquier acto especulativo; asimismo deben estar vigilantes de los créditos públicos para que los funcionarios no se los roben o desvíen; en si una policía preparada para combatir delitos de cuellos blanco y de los de arriba y no pendejos pobretones parias de la tierra.
Un plan de seguridad como la misión seguridad o “patria segura”, para hacer cuadrantes de alta tecnología por parroquias hasta con drones, alta tecnología que no funcionaron con las guarimbas terroristas; pero que ahora se los aplicaran a los pobres, por supuesto, que la derecha no tiene ningún problema en formar parte o colaborar con ese plan, si al fin y al cabo el enemigo, es el mismo de ellos, la pobrecía.