Como todos sabemos, Roberta Jacobson, es la segunda de abordo en el Departamento de Estado, detrás de John Kerry. Es quien maneja el juego diplomático hacia América Latina. Esta dama, días atrás, produjo unas declaraciones insólitas que dejó extrañados y alarmados a tirios y troyanos.
Dijo ella, que su gobierno había optado por no aplicar sanciones por ahora contra venezolanos, como suspensión de visas, congelación de cuentas bancarias y propiedades, etc. en virtud de las opiniones que tenían acerca de la conducta del nuestro. Justificó su información diciendo que desde la MUD les habían solicitado esa actitud a espera del desarrollo del proceso de diálogo.
Por cierto, por el gobierno venezolano, algunas figuras, sobre todo el presidente Maduro, Jorge Rodríguez y Diosdado Cabello retaron a la vocera del gobierno de EEUU, que tomaran tales medidas, en la seguridad que eso no les afectaría y para demostrar que sólo se trataba de una como infantil treta. Desmontaron la argucia, puesta a circular maliciosamente, que los chavistas tienen cuentas en abundancia en bancos gringos y lujosas mansiones.
Hasta la señora Alonso, en gesto histriónico, ya tardío para llamar la atención del cine gringo, cuando pidió que nos invadiesen a balas ella no tiene a nadie aquí, hijos, padres o hermanos, ni siquiera las raíces hundidas en la tierra - hizo referencia al mismo refrito.
Pero la reacción más ruidosa provino de la MUD, la cual se sintió puesta en evidencia, culpable, ante un acto de componenda o colaboracionismo con el gobierno, lo que tendría la finalidad favorecer a los grupos que intentan imponer la violencia como forma de lucha y la salida de Maduro ya, a cualquier precio. Por lo que optó por desmentir a la alta funcionaria gringa.
En verdad, la verdadera intención de la doña Roberta, fue sugerir que no nos harían nada por ahora, porque la MUD les pidió tiempo y espera, con la intención de poner a quienes estaban dialogando con el gobierno contra la pared.
Ante eso, en artículo escrito para otro espacio, sostuvimos que las declaraciones de la Jacobson, justamente tenían el fin ese de alentar a los violentos e interrumpir el proceso de diálogo.
El macabro juego quedó demostrado, cuando la MUD anunció al día siguiente su decisión de congelar el diálogo, poniendo de por medio condiciones nada sutiles y la Jacobson, declaró como infantilmente que al decir aquello se había equivocado.
¿De cuándo acá u funcionario gringo le nace un gesto como ese de admitir haberse equivocado? ¿Cómo entender que alguien del Departamento de Estado haya dicho lo que se ocurra contra nosotros y luego retroceda, admitiendo un error? Esas son cosas nada normales y si uno las escucha, sabe bien que no es más que una bomba o simple trampa caza bobos.
De donde se puede colegir que la señora Roberta lo que hizo fue una hábil, sutil jugada para obligar a la MUD a retroceder y darle la razón a quienes creen que la mejor manera de dirimir nuestros asuntos es por la violencia y sacar a Maduro ya. Demasiados golpes y decepciones ha sufrido ya María Corina en distintos espacios, para que aquí dentro, la MUD la saque del juego. Eso, no lo puede permitir misia Roberta.
Por eso, en un momento que el papel higiénico comienza aparecer, pero todavía en algunos sitios escasea, la madame ante el apremio, confundió a la MUD y la usó para borrar las diferencias. Lo que no extraña; es más o menos como los gringos nos miran y conciben.
No nos quedó duda que, en la interpretación inicial que dimos a las palabras de la dama, habíamos acertado y, a todos los de buena fe, mostramos que los gringos quieren incendiar a Venezuela.