“El hombre nunca podrá ser Dios ( …)Esta abusiva pretensión fue la misma arrogancia que padeció Lucifer para ser como Dios. Por lo tanto esta vil expresión chavista es pecado luciferino, que se traduce en el pecado de inventar una mentira de que él era Dios. ~” son palabra del sacerdote J. Palmar, (www.reportecatolicolaico.com/
que fue crucificado, muerto y sepultado por el tiempo , pero que cada día resucita en el corazón de los hombres, creo en el amor y en el arte como vías hacia el disfrute de la vida perdurable, creo en el amolador que vive de fabricar estrellas de oro con su rueda maravillosa, creo en la cualidad aérea del ser humano”.
Entonces los representantes de la iglesia, de ese califato religioso, viene a prohibir la palabra, el arte de expresar mediante una oración expresada por Estrella belén al Congreso recién del PSUV “Chávez nuestro que estás en los cielos, en la tierra, en el mar y en nosotros los delegados…, ¿En verdad usted vé, alguna ofensa a Dios, a la iglesia católica? J. Palmar indica que “Esta frase es contumeliosa y ofende a Dios”. ¿Por qué? Indica “el Papa Benedicto XVI “que el gran pecado de los hombres es actuar de manera presuntuosa por sí solos, competir con Dios, intentar ocupar su puesto”. (Ibídem). En ningún momento Hugo Chávez frías pretendió ser Dios, solo que a su muerte, el amor que le devota el pueblo venezolano a su Líder hizo que se ganara el corazón del pueblo venezolano. Chávez como dice Aquiles Nazoa: “”fué crucificado, muerto y sepultado por el tiempo, pero que cada día resucita en el corazón de los hombres”, así mismo crucificado por la oposición venezolana, por esos apátridas mercenarios.
Asimismo el prelado J. Palmar señala que “Es un atrevimiento blasfémico contra el atributo de la omnipresencia, sólo de Dios”. De manera que podrá decir este representante de la iglesia con las palabras dichas por Pablo Neruda: “PADRE nuestro que estás en la tierra, en el agua, en el aire, de toda nuestra extensa latitud silenciosa, todo lleva tu nombre, padre, en nuestra morada: tu apellido la caña levanta a la dulzura, el estaño bolívar tiene un fulgor bolívar,
el pájaro bolívar sobre el volcán bolívar, la patata, el salitre, las sombras especiales,
las corrientes, las vetas de fosfórica piedra, todo lo nuestro viene de tu vida apagada,
tu herencia fueron ríos, llanuras, campanarios, tu herencia es el pan nuestro de cada día, padre”. ¿Será una herética pseudo oración que habrá que reclamarle al difunto Pablo Neruda? Por la omnipresencia de Bolívar, resucitado por Chávez y ahora Chávez resucitado por el pueblo venezolano? Lamentablemente el califato católico no respeta el arte, siguen viviendo los tiempos de la inquisición, además los dogmas religiosos le han secado la imaginación.
Asi que J. Palmar compara la devoción de pueblo venezolano como que ella representa esa “abusiva pretensión fue la misma arrogancia que padeció Lucifer para ser como Dios”. (Ibídem). Es decir Chávez, por la arrogancia del pueblo en su devoción por lo tanto no es Dios, es “el diablo”, y luego termina despotricando una vez más diciendo que es “pecado de inventar una mentira de que él era Dios. ”…santificado sea tu nombre, venga nosotros tu legado para llevarlos a los pueblos…”. Asi que se descubre la contradicción de Palmar, ni Chávez es Dios ni es Diablo, es una patraña de Palmar, y el hecho de que el pueblo lo santifique como a Bolívar se debe a su obra milagrosa, las misiones de salud, como Milagro, José Gregorio Hernández, El Hospital cardiológico Infantil Latinoamericano “Dr. Gilberto Ochoa Rodríguez”, Misión Sonrisas, entre otras acciones, Misión Gran Vivienda Venezuela, etc. Al parecer la el califato de la iglesia siente envidia por la gran obra revolucionaria y humanística de Chávez.
Pero Plamar niega todo esto cuando es el pueblo quien “lo santifica” y escribe: “Aquí se viola el segundo mandamiento de la Ley de Dios, que reza “no tomar el nombre de Dios en vano”; sólo el santo nombre de Dios, es santificado, el resto de los nombres de los seres humanos, en el mejor de sus estados de vida, pueden ser recordados con veneración, y sólo en el caso de que alcancen la gracia de la muerte física con actitudes de siervo de Dios o con virtudes cristianas heroicas, y en el caso de Hugo Chávez es de total negación, por su práctica esotérica y culto a la muerte”. Vuelve a mentir, el prelado ya ni siquiera recuerda el segundo mandamiento más importante después del primero de que “amaras a Dios”, el segundo es “amarás a tu prójimo como a ti mismo”, entonces falsifica los mandamientos Palmar, negando además a Chávez el “nombre santificado” como a Bolívar, quienes el pueblo venera, por sus “virtudes cristianas heroicas”, la independencia y la libertad a la se consagraron, por lo tanto alcanzaron la “gracia de la muerte” como dice Aquiles: “muerto y sepultado por el tiempo, pero que cada día resucita en el corazón de los hombres” en el corazón del pueblo”. Pero no, el prelado Palmar prefiere inventar excusas, el que Chávez practicaba el esoterismo y “el culto a la muerte” por aquello de que “patria, socialismo o muerte”, pues entonces hubiera negado a Bolívar quien decía “Patria o muerte”.
Sigamos con el esoterismo teológico de Palmar “Además la omnipresencia o ubicuidad, solo es de Dios, que no tiene espacio restringido y es infinito”…danos hoy tu luz para que nos guíe todos los días…”. Jesucristo nos pidió que «seamos luz del mundo» (Mt.5,14), pero el único que puede guiar como defensor, protector y consolador es el Espíritu Santo, por lo tanto, esta insolencia es un pecado contra el Espíritu Santo, el cual no tiene indulgencia, ni perdón, porque es un rechazo radical a la gracia que solo nos viene de Dios (cfr.Mc.3,29). (Ibidem). Quiere decir que si Jesucristo nos pide ser “Luz del mundo”, ¿El chavismo y la doctrina bolivariana no lo son? ¿Qué pasa con la iglesia, vuelven los tiempos del totalitarismo cristiano, de la hegemonía inquisitorial? No puede haber otra luces, como decía Bolívar “Moral y luces”, ¿Bolívar acaso no fue un defensor y protector de los pueblos frente al imperio español?¿Chavez no es continuador de la obra de Bolívar en el siglo XX-XXI?, al parecer el oscurantismo medieval cristiano ha sobrevivido, de allí que el califato de la iglesia católica continue en la noche medieval.
Pero otra de las frases que critica el prelado Palmar que dice están llena “de total herejía, se le pide a un difunto una prerrogativa divina, que los seres humanos no tienen ese poder, ya que esa fuerza de librar de las tentaciones, es sólo una gracia del Padre Eterno” al decir Estrella Belén ”y no nos dejes caer en la tentación del capitalismo más líbranos de la maldad, oligarquía y el delito del contrabando, por los siglos de los siglos. Amén”. El prelado Palmar no ve otra cosa que su ideología cristiana, de manera que a la herencia ideológica de los difuntos como los ideales bolivariana, a las luces bolivarianas, como también la chavista, no le dice nada a Palmar, cree en misticismo, niega el poder de las ideas revolucionarias, la ética socialista, ya que es precisamente lo que invita la oradora, a “líbranos de la maldad capitalista” con la cual se consagra la iglesia cristiana, de allí que no le agrade librarse del contrabando, esa plaga capitalista estimulada por el lucro.
Nada de lo que ocurre en la tierra, ocurre por azar, pareciera de acuerdo con la teología cristiana, “voluntad divina”, entonces como dice inconsecuentemente el prelado de la iglesia católica que “las formas y sistemas de gobierno, condiciones sociales y políticas son de fuero totalmente terrenal, donde únicamente el pensamiento humano es el responsable y mentor”. Un lapsus mental teológico, lo que ocurre en Venezuela, naturalmente es producto de la voluntad humana, su gobierno chavista ¿es o no voluntad divina?. Pareciera que Palmar olvida la teleología cristiana, sigue sumergido en el esoterismo teológico, habla de plutocracia con los seguidores del gobierno pero no ve la oligarquía de la iglesia católica, del vaticano. Finaliza acusando al pueblo chavista de “apostata” cuando afirma: “se le atribuye al finado, un atributo de eternidad que solamente lo posee Dios. Y el “amén” es una afirmación bíblica de reafirmación de fe en Dios, no conferida a ninguna persona mortal sino a la Providencia Divina. Por lo tanto, el creyente serio, responsable y fiel a Dios que repita este postulado alocado de esta teoría que raya la herejía debe ser considerado un apóstata”. (Ibídem) Como vemos Palmar niega la capacidad de decir “amen” o mejor que “así sea”, como si fuera una palabra esotérica exclusiva ni siquiera del pueblo cristianos ya que dice que una “afirmación bíblica…no conferida a ninguna persona mortal sino a la providencia”. Así que olvidémonos decir amén, pero no entiendo porque concluye el artículo: “Virgen de Coromoto, Patrona de Venezuela, renueva la fe en toda la extensión de nuestra amada Patria. AMÉN”. ¿Si el amen es una “afirmación bíblica de reafirmación de fe en Dios, no conferida a ninguna persona mortal sino a la Providencia Divina”, porque la usa el prelado Palmar?.
Termina Palmar comparando a Chávez con el asesino Herodes Agripa: “Recuerden que la forma de muerte del finado presidente si coincide con algo en la Biblia es con la manera cómo murió Herodes Agripa (ver Hechos 12,20-23), este matón con laureles hegemónicos era un rey sanguinario y déspota lleno de vanidad, que se creía un semidiós, y que fue incapaz de concederle al Omnipotente su gloria y alabanza. Dios nos libre de esta plaga injuriosa que llena nuestra Patria, de dolor, muerte y llanto”. Ya que habla de Historia, es oportuno recordarle a Palmar, la historia sanguinaria de muerte y dolor de las “cruzadas cristianas y no solo eso, responsable del saqueo y muerte de América latina con la colonización y no precisamente para concederle “la gloria y alabanza Dios” sino a la plutocracia de la iglesia cristiana el cual el vaticano es heredero hoy y que hasta hoy en día ha sido incapaz de indemnizar y pedir perdón por el genocidio que justificaron. Así pues, cada criminal juzga por su condición, el cual los reyes de España se rodearon de “laureles hegemónicos” con la cristianización de América.