En esos días de asedio para Venezuela: febrero, marzo, abril, del 2014. Llegó a mi teléfono móvil un acalorado e histérico discurso de una atractiva joven venezolana, residente en el exterior. Ella quiere ejercer su derecho de oposición al gobierno Venezolano; al Presidente y a toda forma posible de socialización. Ataca mediante irrefutables mentiras como por ejemplo que, en Venezuela no hay libertad de expresión. La verdad es que en nombre de la libertad de prensa; todos los días y a todas horas, en el 90 por ciento de los medios de comunicación nacionales, se le hace oposición al Gobierno, a Maduro y a todo lo que huela a demanda social; sin reparos a la verdad, a la moral, o a los más sencillos principios cristianos.
También en España, como en Venezuela. La guerra mediática, lanza concertadas cascadas de proyectiles desinformativos; los que se continúan en toda Europa, cual urdimbre; con sus hilos paralelos extendidos a través del globo terráqueo, para formar la trama del aberrante tejido “informativo” internacional. Sabemos que todas estas especies, en campañas, siempre son iniciadas desde Miami por diseñadores de opinión que no tendrían capacidad para ejercer lícitamente el oficio, en una sociedad democráticamente civilizada.
Estas avalanchas impregnadas de ponzoña, están orientadas a radicalizar a los opositores. Y llevarlos al encuentro con el golpe de Estado. También el aluvión, sirve a los poderosos de los negocios sucios, en sus batallas; por el acaparamiento de insumos, incremento de precios, promoción del comercio perverso, corrupción, blanqueo de capitales, desconcierto y caos.
Y como quien aporta su granito de arena. La joven crédula, ataca con la razón y vehemencia como lo hacen los héroes en las series de televisión Estadounidenses quienes supuestamente son agentes de la CIA, o de cualquier oficina de inteligencia. Y en nombre de una “verdad absoluta e incuestionable” justifican arrasar pueblos enteros en defensa de la “democracia” y del “irreemplazable modelo neoliberal”.
Seguro que esta joven despistada, está atrapada en las mentiras difundidas por aquellos mercenarios de la desinformación, quienes se aseguran estatus y trabajo, en la destructiva trama mediática.
Atrapada en las mentiras, es incapaz del más leve cuestionamiento a su universo social y económico, aun cuando pueda estar al borde de la miseria y el desprecio. Banas ilusiones la hacen defensora de la desenfrenada competencia y consumo; negándose a entrever que las mentiras sirven al propósito de justificar, la muerte por hambre, de millones de seres, y también justificar, el desproporcionado beneficio económico de los banqueros, financistas, y ricos cínicos y perversos.
Claro, la joven ingenua, como millones de incautos, seguirá al pie de la letra, el tejido de opinión orquestado por holdings estadounidenses, y por gobiernos Europeos dependientes. Periódicos, canales de televisión, radioemisoras y cinematografía, hacen mella en ciudadanos débiles de ideas propias; quienes deben mantener obediencia, y defender con agresividad el discurso irracional que les han inculcado.
La ira se dispara en forma automática, ante las situaciones creadas por los medios de comunicación. Interfiriendo en objetivos personales; morales, éticos, económicos y religiosos. La violencia se impone ante la ausencia de razonamiento o confrontación de ideas. La joven, en sus subidas de adrenalina se suma a la práctica de, repetir por todos los medios a su alcance, los mensajes que difunde la red global, del castrante, usurero y decadente imperio.
Recordarle a esta inocente joven, como ejemplo tangible; las “ verdades técnico económicas” del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial y de los Bancos Centrales Occidentales; manejados todos por empleados “públicos”, formados en las más sonadas universidades del sistema capitalista; pagados con salario millonarios por sus respectivos Estados; pero eso sí, siempre en beneficio del híper poder privado que los coloca, los mantiene en sus “apetecibles” puestos de trabajo, y les marca las pautas. Precisamente, la gestión y decisiones de estos hombres intocables, que poseen tarjetas “negras” de debido bancario sin límites, favorecen al Capital Financiero Internacional y no a sus propias economías. Es por lo que, en sus naciones respectivas, gozan de autonomía para decidir, por encima de los otros poderes del Estado. Estos personajes, metidos en los gobiernos de turno, de echo y de derecho; imponen las políticas económicas que doblega a los países, los endeudan y los llevan a la ruina. Son personajes formados en entidades de inversión y banca corrupta: Lehman Brothers, FMI, y otras Corporaciones vinculadas a la especulación financiera global. Se conocen en España, Italia, y en medio mundo; de Guindos, Rato, Draghi etc.
Claro, la joven apercibida, seguirá aplaudiendo mentiras y medias verdades, y en tanto esté inmersa en la confusión, seguirá la corriente de la que no es fácil escapar. Porque cuando desde niño se ha recibido de todas las formas y maneras mensajes de obediencia y veladas amenazas, la aptitud sumisa prevalece. La mentira, materia prima del actual Corporativismo en Occidente; permite el llamado terrorismo de Estado; penetra las mentes ciudadanas, ejerce control en las naciones “amigas” y mantiene la guerra en cualquier parte del mundo que se oponga al Imperialismo Financiero.
En otras palabras, para mejor entendimiento de esta candorosa joven, a quien le envío copia del presente texto; le explico: las más importantes Corporaciones Occidentales; así como los Bancos Centrales; están infiltrados por los intereses privados. Los ejecutivos, legislativos y judiciales, son manipulados por los intereses del capital privado. Y la prensa y medios de comunicación cotidianamente desarrollan estrategias para obscurecer las informaciones que pongan en tela de juicio el aberrante ejercicio de poder. Y el arma de destrucción masiva; bombardeando el pensamiento de los mortales, hasta alienarlos, envilecerlos y destruirlos intelectualmente.
Ella, no se percata de que es parte del pueblo que, de mil maneras cada vez es más esclavo y más pobre. O es que cree que en Occidente se puede garantizar bienes y servicios a precios justos. O cree que la justicia no está contrapesada a favor de los poderosos corruptos. Me remito, como fácil ejemplo, a la Estafa Legal que a diario práctica la banca; robando los ahorros de sus clientes, declarando quiebra, y reflotándose con dinero público. Y de ninguna manera estos corruptos responden por sus crímenes, porque la impunidad ya es un derecho.
En esta guerra de cuarta generación se cambian verdades por mentiras, y se crea y recrea monstruos o ingenuos; capaces de ofrecer sus vidas para defender a sus contrarios naturales.
En Venezuela, los más violentos mecanismos de la subversión se practican a diario; incluidos asesinatos selectivos, ejecutados por nacionales y extranjeros. De forma que, las mentiras y calumnias, sirven para que los hechos más terribles y repudiables parezcan absolutamente necesarios. Las descalificaciones y ruidos en contra de la República Bolivariana de Venezuela es permanente. Y cíclicamente Miami inicia la sincronización del golpe, con todos los recurso; campaña mediática a nivel internacional, dinero para armar a grupos opositores, ataques diplomáticos de Occidente. Pero es sabido que, hasta ahora, la oportuna alerta temprana ha podido evitar los repetidos intentos desestabilizadores.
Precisamente, de nuevo, en estos días, los opinantes de mal oficio europeos preparan una nueva campaña orientada a justificar los movimientos de los golpistas en Venezuela. Y es por lo que, no quiero dejar pasar un día más sin reseñar la participación de la joven migrante que, ya hace cinco meses se coló en mi teléfono con la idea de venderme fantásticas imágenes del Sueño Americano; en contraste con el infierno que ella dice vivir cada día, fuera de su país, de donde debió salir para sentirse libre.
Papanatas, quienes sin beberlo ni comerlo, se suman a la guerra en la que todo vale para rechazar a los más pobres. Y sin tener conciencia de ello, terminar defendiendo a ultranza antivalores que niegan libertades, igualdad, justicia social, y vida. Y todo en pro de la estrategia diseñada en Miami: Cambio urgente, impostergable, inconsulto; como única forma de recuperar el poder, ahora en manos de “los más feos”; a los que se les niega la comida, la educación la salud, la existencia.
Debo señalar que fui paciente espectador ante el sorpresivo y radical discurso de la guerrera en contra de todo lo que oliera a modelo socializador. Seguro, ella debe ignorar u olvidar que desde la Antigua Grecia, la Democracia permite a los pueblo escoger a sus gobernantes y modelo socioeconómico, al amparo de su Carta Magna.
Las campañas del terrorismo de estado, como es verificable, cuentan con suficientes recursos para borrar gran parte de la memoria de los pueblos; su identidad, su patria, a la vez que puede crear fervientes y espontáneos comunicadores de terror.
Tal vez un día, por alguna razón, los oponentes irracionales, incluyendo a la joven espontánea, puedan confrontar controversias y evaluar sus contenidos; nacionalismo e imperialismo, dependencia e independencia, esclavitud y libertad, mentira y verdad, terrorismo y paz. Y sacar conclusiones propias para aprobar o improbar gobiernos y modelos, en función de nobles y justos derechos de veredaderos valores humanos.
Si, la forma de la guerra ha cambiado, ahora en principio es suave; es mentira, calumnia, estafa legal, chantaje, corrupción. También es intervención con aviones no tripulados, después; es ocupación con tanques y soldados, más tarde represiones necesarias para mantener el orden, y por último, el consabido¨ préstamo ayuda¨ del F.M.I. para reestablecer o reflotar la estrangulada economía de post guerra. El préstamo no es otra cosa que una inversión muy rentable que asegura la dependencia, y esclavitud de los pueblos.
Debatir ideas sin ofender a la verdad; es de gente socialmente comprometida con la vida y los seres humanos; la mentira como herramienta para esclavizar a la humanidad es propio del pensamiento inquisidor fascista. “puedo suprimirte porque poseo la verdad del todo poderoso”. Seguro que ese poderoso, no es el Dios de todos los seres vivos y muertos. Así que, Jovencita, no siga rogando a Dios para que se termine el proceso socializador. Recuerde, Dios no se apoya en las mentiras, la explotación y el engaño. Dios, el padre nutritivo de la verdad, la justicia, la solidaridad.