Muchos se pregunta que pasa en la economía, ¿los ciudadanos (as) nunca habían visto la escasez de bienes y la inflación?, ¿Nadie reconocen la especulación de los mercados? ¿Quién cree en la buena fe de libre mercado, en la bolsa de valores? ¿Desde cuando en Venezuela existe el dólar paralelo? ¿Son fenómenos nuevos o de vieja data?. Sin temor a equivocarme estos problemas son de vieja data en la vida nacional, “para hablar claro y raspao”, el libre mercado actúa con la oferta y la demanda, mientras la oferta se monopoliza, los consumidores se atomizan, aprovechándose los primeros en sociedades capitalistas subdesarrolladas para dar origen al chantaje económico, la extorsión económica, ya sea fugando capitales al exterior como medio de refugio del dólar, revalorando la moneda, sin olvidar que ese juego solo trae al país la necesidad de devaluar, a lo que obligaron al país en el ánimo de escalar los precios internos y elevar la tasa de acumulación como mecanismo de enriquecimiento.
La devaluación en resultado de la fuga de capital, además del uso improductivo de las divisas, el despilfarro de ellas en bienes suntuarios solo trae una mala administración de las divisas (dólares), y en consecuencia, la incapacidad del gobierno de disponer de ellas, a juicio de muchos empresarios durante el festín de divisas, en el gobierno de Chávez, los capitalistas aprovecharon la coyuntura del barril del petróleo a 100 dólares, fugaron masivas cantidades al exterior, especulando con ellas en los mercados, recargando la inflación a los consumidores el precio de las divisas, con ello, los bienes se encarecieron tal cual demostraron “los buhoneros”, intermediarios de las grandes empresas productoras o importadoras. ¿Qué hacer si lo bienes de primera necesidad el mercado no los ofertan? tendrá que asumirlo el Estado, el sector público, crear empresas, afinar la gerencia de estas, aplicarle contralorías y seguimientos hasta hacerlas efectivas y responsables.
Ahora aquí viene lo grave, ¿Es un dogma que el estado no intervenga la economía? ¿Qué país del mundo el estado no interviene la economía?, basta recordar las operaciones de salvataje que el presidente de los EE.UU., hizo recientemente para salvar empresas bancarias. En todo caso no se trata de un Estado omnipresente en la revolución bolivariana, pero si un Estado que regule la actividad economía, la economía social es un asunto serio como para dejárselo libremente a la actividad lucrativa de los empresarios sin importar el consumidor. Por tanto no es que sea un “fracaso conceptual el modelo económico” del socialismo bolivariano cuando controla el desarrollo de la producción y las importaciones, a fin de cuenta se deben establecer normas sanitarias por ejemplo en el caso de alimentos, así también regulaciones financieras, etc.
Nada de la revolución soviética del siglo XX, es un símil de la revolución socialista bolivariana, menos el papel intervencionista del Estado, para empezar “el socialismo de Estado” que es una aberración teórica y práctica del socialismo científico, del socialismo marxista y leninista, por consiguiente, el Venezuela no existe un socialismo absolutista, convive en la transición con el capitalismo, aún con el capitalismo salvaje, eso sí es un “copia puteada” del capitalismo dependiente que los países del Norte, los EE.UU., Europa y Japón han tratado de imponer durante todo el siglo XX mediante el Fondo Monetario Internacional y la Banca Mundial mediante la extorsión de la deuda externa. De manera pues; que estos organismo continúan presionando a los países latinoamericanos tratando de desmontar “los controles”, en particular el cambiario con el fin de facilitar al capital privado externo e interno sus actividades especulativas y explotadoras del trabajo en la producción social además de revaluar los dólares colocados en el exterior por parte de la burguesía parasitaria.
Durante todo el siglo XX, hemos visto como los gobiernos de los países capitalistas intervienen en la economía, EE.UU subsidia los alimentos, Europa no se queda atrás, menos Japón, ni que se diga del negocio de las armas, por algo no se ponen de acuerdo dentro de la Organización Mundial del Comercio, el mercado se proponen “obstinadamente controlar el mercado” cuando le señala al estado desmontar los controles, “aplicar el más rancio neoliberalismo salvaje”, traficar ilícitamente productos de primera necesidad a Colombia para lucrarse sin importar los bienes de consumo para los infantes, medicamentos para ancianos (as), continuar “raspando en el mercado” a los consumidores, de manera que el capitalismo engaña a sus feligreses de la democracia que ofrecen, “no tiene ni un pelo de pueblo”, basta concurrir al mercado y ver cómo crecen los precios y se congelan los salarios, elevando la acumulación de capital a costa del sacrificio del trabajador, en tanto, que el gobierno aumenta los salarios por encima de la inflación, los empresarios los congelan.
¿Entonces de quien es “la bola de la inflación”? Si del que produce e importa a precios del mercado de divisas paralela obligado por las circunstancias de una economía dependiente, neocolonialista forzada a devaluar o del gobierno que regula los precios y las ganancia del mercado?. La empresa privada hace mucha demagogia con el tema de la inflación y el costo de la vida, se la endilga al gobierno si bien ellos son los productores y los comerciantes, los responsables que por cierto, “no tienen ni un pelo de pueblo, y menos de socialista”, solo buscan su bienestar egoísta, por eso no hablan de capitalismo, la sola idea de mencionarlo produce temor, vergüenza, crueldad, “engaño y hasta autoengaño” en particular en temas de los derechos humanos y la democracia, de allí que disimulan muy bien, escurren el bulto de la costo de la vida, por eso el pueblo venezolano optó por el socialismo bolivariano con Chávez como líder.
Ahora viene los despechos, “las arrecheras” (guarimbas), la desilusiones creadas por ellos mismos, “el alto costo de la vida”, ni olvidar que eso trae “las atrocidades del hampa”, de la delincuencia, pudiéramos pensar que el capitalismo crea la ilusión del bienestar en una sociedad salvajemente competitiva, sin resolver el desempleo, el analfabetismo, el hambre, la insalubridad, los sin techos, la contaminación ambiental incluso la mafia entre las empresas privadas y funcionarios del gobierno (corrupción). En todo caso; la intervención del gobierno es inaplazable, esta fórmula del socialismo solo es posible a condición de que se acepte mediante el voto el camino a elegir, cosa insólita en el capitalismo, puesto que a nadie se le consultó si están de acuerdo o no con éste, y por el contrario Chávez ofreció transparentemente como programa de gobierno, el socialismo bolivariano.
Ya ensayamos con el capitalismo durante un siglo casi, ahora dejen ensayar el socialismo a construir por la gente, por las personas sencillas, por los trabajadores, pilares de la república, por eso, apelan al expediente del sabotaje y la contrarrevolución diaria, la revolución bolivariana no tiene nada que se parezca al socialismo soviético del siglo XX, para empezar conviven con capitalistas pequeños y grandes que no tienen “ni un pelo de socialismo”, en cambio en la Unión soviética padeció un colectivización forzosa debido a la guerra impuesta por los capitalistas repartiéndose el mundo colonial, por eso la revolución bolivariana debe poner a prueba la producción interna sin dependencias foránea, ensayar la producción social, haciéndole seguimiento y control.
Debemos “represtigiar las palabras "revolución y socialismo", bastante puteada por la socialdemocracia, maldecida por la burguesía, que no ha sido bien significada por los enemigos de la revolución, inclusive por actuales intelectuales revolucionarios mareados, incluso muchos encubiertos en el Psuv y en el alto gobierno, para indicar el engaño ideológico y las perspectivas de la realidad económica capitalistas causantes de la alta inflación “ya montada en tres dígitos” por empresarios opositores, por capitalistas tramadores del golpe económico silencioso. Ciertamente; “Nuestro problema no es ideológico el intervencionismo o estatismo, es un complejo cultural de la vieja izquierda ultrosa. Si aquí hubiera una economía planificada en serio, a los venezolanos nos iría mejor. Queda por preguntarse, ¿Si una economía planificada no es control del Estado? Además, la izquierda ultrosa procura destruir el Estado en la construcción del socialismo, el intervencionismo o estatismo es un hecho cultural en los países en desarrollo, por eso que la economía dependiente, la economía rentístistica se montó sobre el estatismo, no podían hacerlo de otro modo, dada la existencia de una burguesía poco industriosa, sin habilidades para la innovación, podría decirse, que la burguesía puteó o mejor dicho, corrompió al capitalismo, teniendo un economía poco competitiva.