Jajajajaja…. Como un personaje salido de la serie “Walking Dead” o más bien del libro el “Retorno de los Brujos”, Luis Miquilena conocido cariñosamente como el “Abuelo Miqui” regresa por sus andanzas de antaño. El eterno conspirador desde los tiempos de Medina Angarita, negociador en los tiempos oscuros de la era adecopeyana y traidor en la V república. Todo un Vito Corleone de la política. Muy bravo por hacer colas para comprar los pañales securezza, que viéndolo bien no es nada malo, hacia allá vamos todos, si es que llegamos a esa venerable edad. El abuelo Miqui, muy molesto lanza una andanada de palabras facciosas contra el Proceso Bolivariano y contra su Presidente Nicolás Maduro. Miqui invita a las “masas” a revelarse, mientras las “masas” están comprando Harina Pan. La oposición venezolana se ha caracterizado en este largo andar de 15 años de revolución en inventar personajes caricaturescos. El abuelo Miqui es uno muy emblemático. Todo el mundo recuerda cuando después del fracasado Golpe de Estado de 2002, que duro lo que dura un viento en un chinchorro, fue a llorarle al Presidente Chávez en el Fuerte Tiuna, para que lo perdonase. El presidente Chávez lo mando a recoger una piedrita, y cuando Miqui se agacho recibió una patada en el trasero que lo envió directo a los Jardines del Valle. Hasta allí su melodrama final. Pasar de ser padre putativo de Chávez a Felón execrado de la política nacional.
En la política, quien traiciona una vez, lo hace por segunda, tercera, cuarta,…N veces. Los traidores no son bien vistos por ningún bando. Llevan el germen o puñal de la traición en el alma, dispuesto a sacarlo en cualquier momento. Los traidores quedan solos, apartados, nadie los quiere. Eso ocurrió con el venerable abuelo miqui.
A Luis Miquilena solo le queda salir esporádicamente en algún medio de la oposición, para hablar babosadas. Sujetos como el abuelo miqui, buscan a otros sujetos de la misma estirpe, recordemos el viejo adagio..” Los mochos se juntan para rascarse”. Nos imaginamos las reuniones vía Skipe entre Miquilena y los tres chiflados ( Franceschi, Urdaneta y Carratu Molina). Estos últimos tres personajes asiduos visitantes de los bares en el Doral, me cuentan que los susodichos deben un cuentón en toda la cadena de licorerías al sur de la Florida, sobre todo en un establecimiento de Miami llamado el “Arepazo”. Estos tres sujetos montan cacería a cualquier venezolano desprevenido que pueda brindarle comida y bebidas, unos verdaderos chulos. Después que están “jumo”, van y graban mensajes que envían por la redes, pensando que con esto debilitan al gobierno de Maduro.
Si estos cuatro sujetos, Miqui, Orlando Urdaneta, Alberto Franceschi y Carratu Molina, representan la opción de la oposición para volver al poder político central. La Revolución Bolivariana tendrá más vida de lo que piensan muchos…. En Hora Buena¡¡.
Saludos Cordiales…