Este articulo tiene como finalidad analizar los escenarios políticos visto por Luis Mora, “(Luis García Mora, Al Límite // ¿Cuál será el punto de quiebre?, Prodavinci, 25-01-2015), donde se estudia de manera crítica su punto de vista en relación a lo que espera la unidad fascista de la oposición. Comencemos diendo que mientras el pueblo hace las colas día tras día, los empresarios se divierten escondiendo las mercancías o sencillamente dejando de producir, otros, los políticos fascistas de oposición se atormentan tratando de resolver la ecuación política de lograr el punto de quiebre, la explosión social, puesto que aún sus acciones no dan bate con bola, terminan atormentados, ¿Cuál es el tormento de la oposición?.
El tormento de la oposición es aquel, que le quita el sueño, que no lo deja en paz, que le hace perder la paciencia, que lo hace desesperadamente frustrarse, no encontrar el aliento, que lo lleva a pegar gritos, denuestos y provocar ira, si ese tormento que lo hace agonizar hasta el cansancio, a ofender y humillar hasta lo indecible, el tormento que lo agobia, que lo sacude, lo despereza, la espina clavada en su corazón, el tormento por el cual pierde el juicio, la conciencia, ese tormento sin más es el bloqueo del pueblo a las exigencias y tentaciones de la oposición, al desatar la indignación popular, a soltar esas arrecheras como dijo Radonsky una vez luego de perder las elecciones, incitando la violencia colectiva opositora, a revivir las escenas del Caracazo, el 11 de abril, el golpe….la guarimba, la salida de Leopoldo, a desatar el descontento de los coleros, a desbloquear la impotencia política de la MUD, a no esperar diciembre del 2015.
Procurar que los coleros se desaten, se desbloquee el colectivo en las calles producto del desabastecimiento, de la especulación y el acaparamiento, a que drenen y estallen las frustraciones, las angustias e insatisfacciones por no hallar los productos de básicos de la alimentación e higiene personal, a liberar tanta violencia por la carestía, a liberar “la espita de la granada” y esto es porque la oposición ve tantas colas y tanta pasividad política y no entiende en que se sembró la conciencia del venezolano después de tanto años de democracia representativa, sin protagonismo del pueblo, el liderazgo opositor no comprende el fastidio de la guarimba, el rechazo a la violencia social y política, para desbloquear su juego político. Por eso como dice Luis García Mora, la oposición debería estar “…Auscultando con la escrupulosidad de un neurocirujano nuestro clima político”.(Luis García Mora, Al Límite // ¿Cuál será el punto de quiebre?, Prodavinci, 25-01-2015).
Tratan de “desperezar el Leviatan”, el Estado represor para tener razones de violación a los derechos humanos y solicitar la ayuda internacional para intervenir Venezuela.
Para la oposición “el clima político es delicado”, y sin embargo pese a las supercolas, para ellos “no hay ingobernabilidad” (ídem). Mejor dicho que pese lo delicado de la crisis económica, la situación política “no está madura” (Ídem) para un golpe, la población sigue paciente, confía en el gobierno, en Maduro, Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, aunque lo fuerzan a tomar decisiones en situación de incertidumbre, sembrando una guerra civil, un desafío a la democracia bolivariana. Luis Mora señala que el pueblo todavía “no está maduro” para un estallido social, a donde lo empujan los empresarios, tratando de crear la atmosfera de una “guerra civil sin plomo” al mejor estilo de las subversiones europeas y pese a todo, “el quiebre político” de la revolución ni siquiera se produce ni que “haya una mega-devaluación, por la vía de los hechos”. (Ídem).
