Amaneció el 30 de mayo, la marcha convocada por factores reaccionarios al gobierno de Nicolás Maduro, hizo rodar la pelota. “El coñazo de carajitos” manitas blancas salieron a respaldar la maniobra, en el pentágono, todos están alerta a lo que ocurrirá -aun cuando ellos saben que ocurrirá- CNN también se activó y le ordenó a su corresponsal en Caracas que salga antes de las 4 de la mañana, hacer lo que mejor haces: desinformar; Lilian Tintori, María Corina Machado, Delsa Solórzano, Patricia Ceballos, Rosa Scarano, serán las primeras en ser entrevistas, seguidamente Enrique Capriles tomará la palabra antes los micrófonos, para darle paso a Roberto Enríquez, a pesar que todos conocemos sus discursos, esta vez lo modificarán y le darán un plazo de 72 horas a Nicolás Maduro para que renuncie, al tiempo que le exigirán a las Fuerzas Armadas que desconozcan el mandato del hijo de Chávez, basado en el artículo 350 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela -texto legal que ellos (los escuálidos), se negaron a su aprobación- ya que el general en la “honrosa situación de retiro”: Raúl Isaias Baduel, está operando tras bastidores junto a su hijito.
Comienza la marcha, frente a ella y con pancartas en mano alusiva a la violación de los derechos humanos de Leopoldo López, Daniel Scarano (alias huelga de hambre), Freddy Guevara vocifera que “en Venezuela no hay libertad de expresión”, que “estamos frente a un narco-gobierno nepótico, dictatorial, ilegítimo e incapaz” que “los venezolanos no soportamos más que el CNE mantenga un silencio total sobre la fecha para la realización de las elecciones parlamentaria”; mientra todo esto ocurre, los “bichos sembrados” -francotiradores- más los golpistas profesionales hacen lo propio entre los marchistas: identificar los blancos. Los disparos no se hacen esperar, han transcurrido un poco menos de tres horas de protesta y ya los muertos, entre ellos un “coñazo de carajitos” manitas blancas dan cuenta de una crónica de una muerte pronosticada; muerte anunciada por Freddy, Leo, Danielito, Lili, Rosita, Pati, María y por su puesto por el único afrodescendiente que después de Michael Jackson, no acepta su color de piel, como lo es: Barack Obama. Prosigamos con la marcha, cae la tarde, la Policía y la Guardia Nacional Bolivariana han sido rebasadas, los daños a la propiedad son mil millonarias, todos los medios de difusión social tienen sus cámaras fotográficas, micrófonos y filmadoras en lugares muy cercano a los “bichos sembrados” para recoger el testimonio, testimonio que luego será certificado por los convocantes, no importa que algunos de ellos sean políticos presos, lo que importa es que cuando se prenda el peo, ellos ya no estarán al frente de la marcha, estarán frente a un televisor, en un cómodo sillón tomando Coca-cola, una piña colada, una friita o en su defecto, un buen escocés.
Sí lo descrito aquí se le parece a lo ocurrido el 11 de abril del 2002, no se sorprenda ni piense que está en la dimensión desconocida, es solo el guión “literario” que esos bichitos colocaron en marcha contra el venezolano y venezolana de a pie, al no entender que la política se construye elaborando un proyecto de país y no metiéndole candela por los cuatro costados a la tierra de Bolívar.
