Hay una mala costumbre del político y de quien no es político en Venezuela, de utilizar la generalización como una forma de “meter en un mismo saco a todo el mundo”. Si algo tenía la oposición, cuando existía la coordinadora democrática, Globovisión de Ravell y, andaban frenéticos, con ganas de tumbar el gobierno del Presidente Chávez, era que siempre hablaban a nombre de Venezuela: “Agarra tu franela, tu pito y vente a la avenida tal”. Los políticos de oposición, cuando querían alebrestar a la gente, inventaban marchas y generalizaban, afirmando por ejemplo; que “todos los Venezolanos padecemos…” “Todos los venezolanos no están de acuerdo con…” Yo me decía: Bueno y, ¿cómo saben ellos que todos los venezolanos padecen, sufren o están arrechos?
¿Qué criterios puede tener alguien para, alegremente, afirmar que los venezolanos están arrechos? ¿Se puede decir que el pueblo está arrecho, porque alguien o algunas personas hicieron un comentario en una cola, comprando alimentos que el gobierno provee? Creo que si alguna arrechera, deberíamos tener los venezolanos, es con quienes desde hace aproximadamente tres años están afectando la economía nacional, tratando de acaparar, esconder, revender los alimentos; o con quienes tratan de acorralar al gobierno con el cuento del dólar paralelo; o con quienes hacen sus negocios, vendiendo la moneda venezolana en la frontera.
Pero, la arrechera más grande del venezolano debe ser con aquellos, que desde el mismo año en que el presidente Chávez asumió la presidencia de la república, han estado fraguando perversidades contra el gobierno, asesorados, pagados por el imperio a través de las ONG. Todo eso ha sido evidente, y los últimos casos son, el decreto de Obama, la visita de expresidentes en franca actitud injerencista, y ahora la falta de respeto a la diplomacia venezolana por parte de Guyana, un beneficiario de Petrocaribe. Es decir, cada vez aparecen más elementos que atentan contra la paz en Venezuela, y eso, si es para arrecharse de verdad.
Además, tomo como referencia para esta apreciación, el artículo publicado en Aporrea, el día 10 de junio, por Andrik Cordero, denominado: “¡Que se desplome esta vaina!!! ¿Acaso no es lo que queríamos? …Chávez dio su vida por hacerlo”. En el mismo, hace una comparación entre capitalismo y socialismo y, comenta sobre el desplome del capitalismo en Venezuela, que en resumidas cuentas es lo que sigue causando arrechera a una gran parte de la población. (No puedo generalizar porque, tenemos en Venezuela Capitalismo y Socialismo en “pleno desarrollo”, tenemos gobierno y oposición, en fin tenemos contrarios y cada quien debe tener su porcentaje)
Retomando a Cordero me pregunto, ¿Cómo puede estar arrecho un venezolano en donde el socialismo se ha traducido, según el mismo autor, en: “Más viviendas para el pueblo, más pensiones para nuestros adultos mayores, mayor educación gratuita y de calidad para todo el pueblo sin exclusión, subsidio y regulación de los alimentos, de las medicinas para que el pueblo tenga acceso, reivindicación laboral e igualdad de género, calidad de vida, reconocimiento de todas las culturas y costumbres…eso es socialismo y es lo que en Venezuela se impulsa y crece”
Entonces, ante esta realidad, expresada por dicho autor, ¿Quién puede estar arrecho? Hay un dicho que dice: “Mapurite sabe a quién pee”, es muy fácil buscar un discurso de la cuarta república, y querer aplicarlo en estos momentos, cuando se sabe de los sacrificios que se hacen a nivel gubernamental para aliviar y resolver tantos problemas y situaciones, la mayoría, creadas por los interesados en salir de este gobierno.
En fin, la arrechera no es buena consejera. Creo que, con este gobierno, como decía una señora en la cola de un Supermercado privado: “Nos vamos a comer las verdes y las maduras”. Esa expresión, habla de alguien que aún mantiene esperanzas en el gobierno que la dirige.
