Un verdadero derroche de hipocresía fue lo que desbordaron los aspirantes a diputados por la Mesa de la Ultra Derecha (MUD), en la población agrícola:Río Acarigua, luego del desbordamiento del cause que lleva su mismo nombre, así como el Bocoy; la manifestación de ese sentimiento oscuro se refleja en la cantidad de notas de prensa publicadas por los medios impresos, televisivos y electrónicos de la entidad portugueseña, que han obtenido solo por hacer acto de presencia en la zona de caos, pero no en acciones concretas que los afectados, más de 800 familias, puedan decir: “Dios te lo pague”. Esta situación no sorprende a nadie, ya que los candidatos del oposicionismo les encanta pescar en río revuelto -en el mejor de los casos- toda vez que su predilección es generar conflictos, montar guarimbas y conspirar contra todo lo que resulte positivo a la clase trabajadora o al poder popular, para luego a parecer en los medios de difusión (comunicación) con discursos salvadores y mágicos que en nada ayudan. Sin ánimos de ser clasista o criticón, pero he visto como en zonas privilegiadas de las ciudades hermanas de Acarigua y Araure, estos señores o sus afectos, han instalados puntos de recolección para los “paisanos en apuros” y ha sido más la bulla que la cabuya, me explico: no han logrado recoger lo que esperaban, debido al indolente corazón que muchos de ellos tienen, en contra partida del show mediático.
Esta reflexión la hago en virtud que las fuerzas del orden público -Protección Civil, personal de la gobernación y de la alcaldía de Araure, bomberos de las dos capitales y Policía del estado- han hecho lo que humanamente se puede hacer para salvar vidas humanas, enseres, animales domésticos y de más bienes con la anuencia y supervisión del gobernador Wilmar Castro, Nubia Cupare y Francisco Torrealba, candidato de la patria a la diputación por el PSUV. De hecho Francisco días antes de las inundadas había recorrido palmo a palmo Río Acarigua y la zona rural de Ospino con la intensión de convertir al bolivarianismo al no convencido y reafirmar su convicción de revolucionario al chavista. Insisto no quiero ser odioso, pero ¿debemos esperar una catástrofe para que la gente de la oposición salga a ver en qué pueden ayudar, en especial si estamos en víspera de unos comicios?
Desde esta tribuna damos las gracias a todas y todos aquellos que colaboraron de corazón para socorrer a las familias que perdieron sus casas, sus siembras, animales de cría como cerdos, gallinas, caballos, en fin, en el entendido que en los desastres naturales no hay color político para mostrarnos humanos y solidarios, a diferencia de aquellos que aprovechan la situación para figurar y hacer de su efímera aspiración una plataforma que lo catapulte al escenario político-partidista y dejando de lado a estos aprovechadores, pasamos a los otros aprovechadores, portadores de la más terrible miseria humana, cómo es posible que a la devastada Río Acarigua, hayan llegado personas de otros lugares haciéndose pasar por afectados y damnificados para obtener beneficios en alimentación, abrigo y servicios; estos se concentran en la escuela y la iglesia, que son los centros acopio y obtienen lo que por derechos es de quienes quedaron con una mano adelante y otra atrás, parece increíble, pero lo que no se llevó el río fue ni los rateros ni la maluqueza de la gente, el caso es que los auténticos perjudicados no reciben nada o muy poco, porque deben quedarse en lo que una vez fueron sus casas -a cuidar los coroticos que salvaron en el deslave- porque sino los ladrones acaban con lo que hay, entonces o los roban y no comen, cuidan y pasan hambre o van a alimentarse y cuando regresen, el arrecherón es muy grande.