No está al tanto de las aventuras de la Conferencia Episcopal Venezolana

El Papa Francisco no sabe en lo que andan los curas

Seguro que no sabe que los purpurados criollos se han estado metiendo frontalmente en feos intríngulis partidistas desde hace bastante y últimamente también se les está viendo muy activos en tales menesteres, luego del arribo de los que no volverían a la AN. Hasta se reunieron con Ramos Allup, sin ningún disimulo, y lo felicitaron por su glamoroso triunfo el 6D. Hubo jolgorio de sotanas. No creo que hayan conversado sobre los pecados del Presidente de la AN pues la reunión se habría extendido hasta el infinito. Es de imaginar que algo se traen entre esta cúpula religiosa que apoyó la guarimba y este adeco que odia los retratos del Libertador sean verdaderos o falsos.

Que se metan en política los diablos con sotana no es nada nuevo en el mundo ni aquí en Venezuela. Estuvieron en la volada del 2002 participando en el golpe de estado y en el arraso de toda la constitucionalidad democrática y, según parece, como que les quedó el gustico porque ahora se les está viendo muy junticos a la oposición en lo que por el momento parece eso que algunos llaman maliciosamente golpe de estado parlamentario. De eso está al tanto todo el mundo pues a pesar de las alargadas vestiduras y el tongoneo, se les ve ese bojote.

Los prelados, que deberían ocuparse mas de las cosas del espíritu que de la política, no han desperdiciado la oportunidad y han declarado a través de su vocero Padrón su opinión acerca de lo ocurrido el 6D: "Es una ratificación de la conciencia democrática de los venezolanos y un contundente rechazo al sistema representado por el despotismo, el militarismo, la arbitrariedad y la corrupción que se autotitula socialismo del siglo 21". Y no solo eso, la CEV ha manifestado antes y ahora apoyo público al "proyecto" de Ley de Amnistía, que los diputados de la derecha pretenden aprobar en la Asamblea Nacional (AN). Al igual que la opositora MUD no hacen distinciones entre los “presos políticos” y los “exiliados” y no les importa si cometieron crímenes de lesa humanidad o le quitaron la vida a otro ser humano. Tales extremismos políticos son naturales entre gente dedicada a la política, pero no cuadra con el precepto religioso de respeto a la vida. Entonces ¿Se meten o no se meten en los asuntos del diablo?

Estas cosas pasan –que los curas se metan de tal modo en la política, apoyando delincuentes comunes y hasta criminales– por falta de sinceridad de los propios representantes de Dios en la Tierra y por la negligencia culposa del alto gobierno. Lo digo porque la cúpula católica hace lo que hace pero dice que eso no es político, que están orientando las almas que necesitan de su consuelo espiritual. Por otro lado el alto gobierno no ha agotado todos los esfuerzos mundanales para clarificar esta situación y no ha brindado a los curas la posibilidad de inscribir un partido político propio que de cauce a la necesidad de participar en los asuntos terrenales del poder y, por qué no, de la renta petrolera tan apetecida por tirios y troyanos. Mas o menos así como se hizo con el partido que inventaron entre Ricardo Sánchez y el PSUV.

El proceso bolivariano que le dio el voto a los militares, también debería acercarse a la Iglesia para propiciar que ésta por fin participe en política partidista de manera franca y abierta. Si lo hubiesen aceptado (ganas tienen) para estas elecciones seguramente hoy monseñor Luckert sería miembro de la augusta asamblea nacional. Otro diputado bueno habría sido el padre Palmar quien hoy estaría vociferando que da gusto en el parlamente, defendiendo a los políticos presos y a los banqueros prófugos. Pero en vez de estas gestiones sanas, el Gobierno y el CNE se dedicaron a negarle la participación democrática a Marea Socialista y a Democracia Directa. Hasta le arreglaron el parapeto a Ricardo Sánchez en su desespero por arrimarse unos voticos.

Hay que sincerar estas cosas peliagudas para clarificar y democratizar la participación de todos los sectores de la vida política del país. El CNE y el Gobierno tienen una cuenta pendiente con por lo menos dos millones de venezolanos (o cuatro millones), a quienes se les negó el derecho a elegir y fueron conducidos por la polarización programada por los caminos de la abstención y del voto castigo. Se le negó el Estado de Derecho a MAREA SOCIALISTA y a DEMOCRACIA DIRECTA de inscribir sus candidatos lo cual habría cambiado sin lugar a dudas el panorama político que existe hoy en el país por su angustiosa lucha entre los poderes.

¡Los voy a acusar con el Papa!


oscar.fmyor@gmail.com



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Oscar Henrrique Fuenmayor

Licenciado en Educación, mención Matemática y Física, Universidad del Zulia.

 oscar.fmyor@gmail.com

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