¿Cuántas cabezas tiene la hidra?

  Según el mito griego, la hidra de Lerna era una serpiente gigante que tenía inicialmente tres cabezas. A Hércules le encomendaron matarla, pero se encontró con la terrible sorpresa de que, cada vez que le cortaba una cabeza, tres más le salían al monstruo del cuello cercenado.

  Me viene al recuerdo el cuento, al pensar en la oposición. Esta es una hidra sin Hércules. Cada cabeza le cae a dentelladas a las otras. De lejitos, se le ven tres cabezas: los de la “salida”, los adecos y su descendencia, y los de Primero Justicia. De más cerca, se distingue una más: esa ala conciliadora, “dialogante”, encabezada por Henry Falcón. Nos acercamos y nos percatamos de que la cabeza de la “salida” en realidad son dos: Leopoldo López y María Corina Machado. Entre los dialogantes hay varios empresarios. Y también está la cabeza de Mendoza. ¿Cuántas van?

Cada cabeza muerde a las otras fieramente, pero entran en alianzas circunstanciales. Así, Ramos Allup acuerda con Voluntad Popular para ser presidente de la Asamblea Nacional, y da pasos de acuerdo a una política aplaudida desde la barra de los de la “Salida”: anuncia que en seis meses le hallarán la vuelta para “sacar” a Maduro de la presidencia, provoca la ira de los chavistas fervorosos sacando irrespetuosamente, no sólo los afiches de Chávez, sino también los del Bolívar hecho con computadora, juramenta a tres diputados impugnados ante el Tribunal Supremo de Justicia.

  ¿Errores? Ramos Allup aprovecha la devaluación del oficio político y se construye una leyenda, la del “astuto”, a la cual contribuyen hasta los chavistas. Quiero decir: es cierto que debe tener un poquito más de oficio, de “burdel” (¡uuuf!), que los patiquines de Primero Justicia, pero también puede meter la pata de vez en cuando. Digamos que no es fácil lidiar con tantas cabezas dentadas, feroces, destempladas.

  Viéndolo con cierta frialdad, la del cálculo, ¿qué es lo que le interesa a AD, como tal? Pues, convertirse en el partido hegemón de la oposición. Y para eso necesita, no sólo avanzar con cada elección (que en este país abundan), unificar al campo de la “socialdemocracia” (los antiguos adecos de UNT, ABP, etc.) sino también neutralizar a sus competidores. No se puede negar que en escasos dos meses (las colas hacen que se sienta más tiempo), Ramos Allup se ha convertido en un héroe ante la barra guarimbera, que adora tomarse un “selfie” con él. Ha hecho lo que cualquier guarimbero desearía hacer: chocar a los chavistas. Si en 6 meses sale Maduro, ¿quién será el candidato de la oposición? Los mordiscos de las cabezas de la hidra se confundirán en una sola masa sanguinolenta.

  El frenazo y el leve retroceso de aceptar el dictamen del TSJ sobre los diputados brevemente juramentados, fue sólo otra demostración de la presunta sabiduría política adeca. La “agenda legislativa” que ahora se escenifica en la AN, es la “nueva normalidad”, incluido el rechazo del “Decreto de emergencia económica”, otro acto de la farsa: el chavismo quería que la oposición lo rechazara, la oposición quería que el decreto fuese tan chimbo como fue para rechazarla; cada quien ganó el aplauso de su respectiva barra, que está en el hemiciclo y no en la cola de Kromi. De hecho, la responsabilidad política por la inflación, la escasez, las colas, sigue recayendo en el gobierno. Hinterlaces, en una encuesta de hace pocas semanas, aseguraba que sólo el 27% de los venezolanos seguía creyendo en el cuento de la “guerra económica” y la bicoca del 40% le achacaba la culpa de la crisis a Maduro. 40 más 35% que le achaca la culpa a Chávez, da 75%. Ahí está el resultado del tejemaneje del “decreto de emergencia”.

  Pero es el caso de que los patiquines de Primero Justicia no se quieren quedar con eso de calarse a los adecos en la presidencia de la AN, cuando les correspondía a ellos por ser el partido más votado de la oposición. Y allí están esos mensajes, esos llamados, esos twiters, de Capriles, de Borges, llamando a acelerar la ofrecida “salida” constitucional de Maduro. María Machado reaparece reactivando la propuesta de la renuncia. Se consideran varias “salidas”, pero nadie termina de decidir cuál es. ¿Y para qué era que eran oposición, pues? Ramos Allup dirige imperturbable los debates en la Asamblea Nacional, que, seguro, se harán más sabrosos cuando se ventilen las denuncias de corrupción. Se le quita la mordaza al Banco Central, cosa buena; se aprueba una ley de amnistía que miente ofreciendo una “reconciliación” parecida a la que le ofrece una mujer golpeada a su marido maltratador. Así va la “normalidad”.

  Los dialogantes dialogan. Mendoza propone unas medidas muy parecidas a lo que ya ha hecho el gobierno (dar divisas para insumos, invertir en la agricultura, etc.), pero éste le cae a palos porque le percibe como precandidato presidencial. Ofrecen dólares a 200 a los exportadores. Se hace como si se decidiera. Se anuncia que se anunciará que se anunciará. El gobierno puja y puja, pero nada que salen las medidas que todos esperamos desde hace tres años. ¿Se llamará este síndrome “estreñimiento decisional” y se vinculará con el zica? Se habla del necesario refinanciamiento, de pedirle prestado a Rusia, a China, a cualquiera menos al FMI. Se venden las reservas de oro, para pagar deudas. Alguna voz solitaria, trasnochada, ultraizquierdista, por supuesto, advierte que se han olvidado del “Plan de la Patria”.

  Otro más suspira por un Hércules que le corte las cabezas a esta hidra, pero quemándole el cuello con una tea encendida. Hubo conato de saqueos en Sabana Grande. Febrero está aquí.

 



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Jesús Puerta


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