El Alcalde de Iribarren (Barquisimeto) Alfredo Ramos dijo textualmente en declaraciones aportadas al portal lapatilla.com el 01 Abril 2016, "que los Magistrados, que integran al TSJ son criminales con toga y birrete, quienes quieren dar un golpe democrático a la voluntad del pueblo buscando censurar a la Asamblea Nacional de sus funciones, no dejando que legislen. Así muestran el pavor que le tienen al cambio democrático en el país.
Algunos personajes no aceptan su derrota" ante tal grave acusación nos preguntamos: que opinan y que harán los Magistrados del mayor tribunal del País, quienes están siendo acusados nada menos que de "criminales" por el Alcalde Ramos, dicha acusación es una afrenta, un irrespeto a su alta investidura que involucra la Institución (TSJ) que ellos integran; recuerdo que por menos hicieron preso a un periodista que publicó un libro titulado "Cuanto vale un juez".
En tiempos de la IV Republica, se trata del comunicador social William Ojeda, consideramos que la ofensa de Alfredo Ramos a los Magistrados del TSJ pretende vulneran la credibilidad y la confianza del pueblo en la Institución, quien pude tener fe en una institución cuando los que la dirigen son "criminales" dirán muchos compatriotas que le den crédito a tal acusación, es así como se socavan las bases morales de las instituciones republicanas, podemos entender la diatriba política, pero el irrespeto a las instituciones estimula la anarquía, el caos y su desconocimiento, se inscribe en la línea opositora de crear condiciones de ingobernabilidad.
Podemos criticar como llegaron algunos magistrados a esos cargos, podríamos criticar algunas decisiones del alto tribunal, lo cual es válido en un sistema democrático que garantiza la libertad de pensamiento, de expresión y de comunicación, pero lo que si no deberíamos aceptar los demócratas que consideramos que vivimos en un estado de derecho y de justicia es el irrespeto a las Instituciones, en el caso del señalamiento del Alcalde Ramos, entendemos por "criminal" a los sujeto que comete crímenes, y si alguien conoce que algún funcionario, por más alta que sea su jerarquía cometió algún crimen, su deber es denunciarlo oportunamente para que sea investigado y juzgado, en caso que se compruebe lo que se le impute, , y si el alcalde Alfredo Ramos lo sabía y no lo denunció a tiempo, entonces el mencionado Alcalde debería ser juzgado por complicidad.
Pareciera que estamos sometidos a una estrategia para estimular la ingobernabilidad por algunos sectores de la oposición, el ataque a sus Instituciones, horadando su credibilidad y honorabilidad forma parte de la guerra de cuarta generación diseñada por poderes fácticos foráneos en connivencia con sectores de la derecha venezolana que pretender saltarse los preceptos constitucionales para deponer al Presidente Nicolás Maduro. El juego esta descubierto.
