Quizás por la aprobación, por parte de la Asamblea Nacional apátrida de la Ley Estafa, cuyo objeto fundamental es el de mercantilizar un derecho que a pesar de las críticas y errores que pueden hacerse, lo ha venido garantizando de forma aceptablemente sorprendente la Gran Misión Vivienda Venezuela, encontramos que el diputado Julio Borges ahora le ha dado por contar huevos……
No sabemos si este cambio sea porque, resulta incongruente que luego de contar tantas “maquetas”, el diputado que propuso la mencionada ley quedara en gran ridículo al ofrecer “títulos de propiedad para los dueños de las maquetas”, o quizás porque como bien lo dijo una vez el presidente de la AN, en el partido “primeros golpistas”, del cual Borges es uno de sus fundadores, pululan un montón de “lechuguinos y petimetres”. Sin embargo, esta especulación es mejor dejársela al “camarada” Diosdado Cabello y que él la ventile con su singular estilo en el programa televisivo decano del chismorreo político en nuestro país, el chepa candela de la política venezolana: Con el Mazo Dando…..
Ahora bien, el diputado Borges, en su columnita de los domingos del diario Últimas Noticias, discurre sobre “el salario mínimo de los venezolanos”, y centra su “riguroso” estudio en una contadera desaforada de huevos en varios países de América, para concluir que los venezolanos nos falta el “huevo parejo” en comparación con otros países de la región.
Escribe el diputado, por ejemplo, que en Panamá, se pueden adquirir, con el equivalente al salario mínimo de ese país, la cantidad de 3.000 huevos mensuales, en Colombia, 2.192 huevos al mes, Ecuador, 2.440 huevos y Chile 2.219 huevos; mientras que en Venezuela, con la miseria de aumento que decretó el rrréégimen hace un par de semanas, apenas alcanzaría para compra 374 posturas de gallina….
Resulta curioso que este caballerito no menciona de dónde saca sus cifras de salario mínimo de la región, sin embargo, tenemos que observar los siguientes “considerandos” con respecto a los cómputos llevados por este legislador:
1.- Ciertamente, establecer el costo de la canasta básica, tomando como referencia los patrones de medición que desde el gobierno algunos pretenden imponer (especialmente aquellos ministros que no hacen cola, ni saben que es comprar en un abasto y ver como los chinos, los portugueses o algunas cadenas “respetables” de supermercados suben los precios como les da la gana cada semana), resulta irrelevante a efectos de hacer un estudio medianamente serio, aunado al hecho de que mantener tres tipos de cambio distorsiona cualquier intento de establecer un modelo comparativo objetivo entre los ingresos de un ciudadano venezolano y uno panameño, peruano, argentino o colombiano, porque cada quien utilizará el tipo de cambio que más le conviene para sus “análisis” y comparaciones.
2.- No obstante, el diputado Borges obvia deliberadamente el subsidio que el gobierno mantiene sobre gran cantidad de alimentos de la canasta básica, que son distribuidos a través de las redes del estado como Mercal, Pdval y Bicentenario, a la cual se le anexan actualmente los Comités de Locales de Abastecimiento y Producción (Clap). Aunque tengamos dudas, muchos venezolanos están siendo beneficiados a través de estos programas, incluyendo a muchos de clase media, que son empleados públicos. Tampoco menciona el diputado que TODOS los servicios básicos son subsidiados por el estado, así como el transporte público ( a través del costo del combustible o directo a los conductores). Es cierto que el alcance de estos programas, para el caso de los alimentos, resulta insuficiente para satisfacer la demanda total del país, pero sería interesante registrar cuántos hogares venezolanos se benefician de estos programas y cuánto aporta en ahorro para su bolsillo, es decir, por qué el diputado no contó los huevos subsidiados del rréégimen para hacer su “riguroso” análisis?, esto le hubiera servido para llegar a un conclusión mucho más definitiva.
3.- El diputado Borges, en su contadera de huevos, nos pone como ejemplo a Colombia, país donde según sus cómputos adquieren unos 2.192 huevos al mes, sin embargo, el diputado obvia deliberadamente que el salario mínimo en ese país se gasta en los siguientes renglones: alimentación (suponemos que allí podremos incluir otros alimentos, en su mayoría carbohidratos, según la fuente, aparte de los huevos que centran la atención de este legislador….) 42%, vivienda 28% (alquiler o crédito hipotecario), transporte y comunicaciones 11% y un 4% en salud entretenimiento y EDUCACIÓN. El resto del ingreso podría inferirse se gasta en pago de impuestos, ya que el país tiene por ejemplo el IVA a una tasa de 19%, cosa que tampoco menciona el diputado (http://www.noticiasrcn.com/videos/se-gasta-un-salario-minimo-colombia ).
4.- Otro de los países “ejemplo” es Chile, el diputado señaló que el salario mínimo es de 355.000 pesos, sin embargo, un estudio publicado en la página web Terra señala que el salario mínimo en ese país para 2016, quedó establecido en 250.000 pesos (http://economia.terra.cl/que-compra-una-familia-con-un-salario-minimo-de-225-mil,cff622262dcf6410VgnVCM20000099cceb0aRCRD.html ). Ese mismo estudio señala que cerca del 20% (50.000 pesos) se gasta en “seguro de cesantía, las cotizaciones previsionales, los descuentos en caso que tenga un seguro, Isapre o Fonasa”, cerca de 12% (30.000 pesos aprox) o incluso más puede consumir el gasto por concepto de transporte, mientras que en alimentos podría gastar mínimo 100.000 pesos, lo cual representa un 40% de ese sueldo mínimo. A estas erogaciones deben adicionársele más 110.000 pesos por concepto de servicios básicos, lo cual de hecho sobrepasa con creces los 250 mil pesos mencionados al principio de este párrafo, pero Julio Borges, nos quiere meter el embuste de que el asalariado chileno vive muy bien con su sueldo mínimo.
Así podríamos desenmascarar los otros “casos de estudio” descritos por Borges en su columna, pero sería redundante y n hace falta seguir gastando cuartillas en un trabajo tan poco serio. No menciona el diputado las verdaderas condiciones sobre las cuales se ha elevado exponencialmente el costo de la vida en Venezuela, las cuales van más allá de un simplista análisis basado en la caída de los precios del petróleo y el “estrangulamiento” que el rrréégimen hace de la comprobadamente parásita empresa privada venezolana (no toda, pero sí una parte representativa de ella, la que más chupa dólares por cierto), Borges le haría un favor al país si explica algo tan cotidiano como la falta de pan salado de todas las presentaciones en las panaderías, pero abunda la pasta seca, los cachitos, las tortas y demás alimentos no esenciales……
Quizás explicando este simple “fenómeno” que viene dándose en las panaderías caraqueñas –y presumo que en las de toda Venezuela- encontraríamos las verdaderas razones por las cuales los venezolanos estamos sufriendo las limitaciones en el acceso a bienes y servicios en los últimos años, sin embargo el diputado Borges, prefirió gastar papel y tinta contando huevos…..bien por él…..