Por Toby Valderrama y Antonio Aponte
En un extenso documento, fedecámaras y asociados exponen el plan de país que proponen para la restauración definitiva al capitalismo. El plan de fedecámaras es una pieza para ser estudiada por los revolucionarios, se trata de los capitalistas fijando posición en la lucha de clases, que con Chávez alcanzó el escalón político revolucionario. Los capitalistas intentan dar la estocada definitiva a la aspiración socialista, se aprovechan de la debilidad ideológica de la Revolución, que ha traído un deterioro sistémico.
El "plan fedecámaras", como era de esperarse, tiene su esencia oculta tras una gruesa capa cosmética: abunda en frases manidas, huecas, "lucha contra la pobreza", "país de todos", "oportunidad para todos", etc. No obstante, allá en el fondo se encuentra el monstruo. Veamos.
Primero establecen que vivimos una crisis, y rápidamente proponen un acuerdo nacional:
"Nuestro país, nuestra Venezuela, tiene hoy día necesidad urgente de un acuerdo nacional, que le permita encontrar un a senda de progreso y de paz para enfrentar y superar la crisis que sufre en todos los órdenes de la vida social y que tiende a agravarse aceleradamente a juzgar por las actuales tendencias en el entorno económico y político".
El acuerdo nacional de fedecámaras, más allá del palabrerío, es un acuerdo contra el Socialismo, dicen los empresarios de afuera del gobierno, que pueden hablar con más claridad que los empresarios de adentro:
"A ello debe añadirse que en la actual coyuntura se combinan factores y circunstancias de carácter político (conflictividad política, imposición del socialismo), económico (déficit muy agudo de ingresos petroleros y destrucción de la estructura de producción) y social (impacto devastador de la inflación y de la escasez sobre el bienestar de la población), todo unido a una situación de absoluta inseguridad personal".
Proponen un cambio sistémico, es decir, una restauración completa del capitalismo:
"Ante esta realidad, hace falta entonces un cambio sistémico y un impulso moral, individual y colectivo, que facilite un proyecto integrador porque no se trata políticamente de que el Estado tenga una Sociedad sino de que la Sociedad tenga un Estado que respete sus derechos y en lo económico es al revés, vale decir, no se trata de que la Sociedad tenga un Estado sino de que el Estado tenga una Sociedad que lo mantenga y pueda exigirle el cumplimiento de sus deberes".
Y aquí encontramos un tesoro escondido, dicen los empresarios de afuera que "no se trata de que la sociedad tenga un Estado, sino de que el Estado tenga una sociedad que lo mantenga y pueda exigirle el cumplimiento de sus deberes". Analicemos.
Si la sociedad tiene un Estado que administre, coordine la planificación central de la economía, garantice a cada quien según su necesidad y de cada quien según su capacidad, estamos en presencia de una sociedad que toma en sus manos su rumbo, decide su destino. En el otro caso, que el Estado tenga un sociedad que lo controle, suena bonito, pero en el capitalismo sociedad que controla es equivalente a clase dominante, a capitalismo, entonces la frase significa un Estado que obedezca a los capitalistas.
Donde los empresarios de afuera sacan sus agallas es cuando no resisten la tentación y hablan claro sobre PDVSA, la gallina de los dólares, y el debilitamiento del Estado que los podría controlar. Proponen los siguientes cambios:
"Cambios de paradigmas: De la política de precios a la inversión y producción en campos menores; Otro(s) sistemas de propiedad, control y manejo de la Industria Petrolera; Crear un mecanismo institucional (o Constitucional) que garantice que el excedente petrolero sea ahorrado y no gastado y sea estrictamente utilizado para fines productivos en la economía no petrolera que genere divisas; Desligar las contribuciones fiscales petroleras del Fisco venezolano para que éste se sustente, estrictamente, en impuestos internos derivados del crecimiento económico"
Después de que la socialdemocracia falsificó el Plan de la Patria de Chávez, y luego lo desconoció completamente, el "plan fedecámaras" tiene vía libre, la Revolución quedó sin proyecto, sin vigor ideológico, sin Plan. Así, será cuestión de tiempo para que la derrota estratégica se convierta en un nuevo gobierno. Los Chavistas auténticos tienen la palabra.